Entrevista

José Luis Espert, cada vez más lejos de "la casta" y "la grieta"

En una extensa charla, desechó las ideas extremas sobre dolarización o algunos cambios de paradigma estaduales. También cree que "hay mucha gente de bien con ideas equivocadas" y pide que los consensos conseguidos con la Boleta Única sirvan para el futuro.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare domingo, 8 de mayo de 2022 · 21:00 hs
José Luis Espert, cada vez más lejos de "la casta" y "la grieta"
Foto: Julián Volpe / MDZ

“Tenemos que cambiar este país urgente, urgente. Y espero que el consenso que tuvimos en la votación de la Boleta Única en Papel sea el comienzo de algo”, le dijo José Luis Espert a MDZ en una extensa charla en la que además reclamó que la dirigencia “abandone la hipocresía de decir que se preocupan por los pobres pero terminan siendo multimillonarios”.

“Tengo una doble sensación… por un lado estoy feliz de que se comience a discutir un proceso de reforma político que elimina las prebendas y los negocios que hay en la impresión de boletas y las estructuras políticas del día electoral. Pero, por el otro, siempre me queda el sabor amargo de saber que la gente nos vota por legislar pero solo lo hicimos dos veces en el año”, empezó su charla el diputado nacional de Avanza Libertad.

¿Por qué estamos atravesando lo que estamos viviendo en materia económica?

Los problemas son los de siempre y no saldremos si no hacemos algo completamente diferente. Así como hay una cosa crónica que termina mal es porque de manera crónica no hacemos nada diferente.

Afortunadamente para la Argentina no hay que inventar nada ni proponer proyectos para analizar lo que hay que hacer. Está todo inventado. En los lugares donde la gente prospera, progresa, hay competencia, donde todos se abren al mundo, produciendo y promoviendo artículos muchos más baratos, y no desfondando los bolsillos de los consumidores o de los que necesitan de ese material a nivel local.

Hay que avanzar hacia un Estado muchísimo más chico, sin déficit, con menos impuestos y leyes laborales que quiten privilegios a los sindicalistas, le brinden más posibilidades y derechos a los trabajadores y a los empresarios para que puedan crecer y progresar.

Fijate lo que sucedió en Chaco, donde una empresa que abrió hace 45 días tuvo que cerrar por las presiones del gremio camionero de Moyano.

Los otros días tuvieron que reprimir a unos feriantes que hace más de dos décadas trabajan en Las Flores, en Moreno, pero esa informalidad puede verse en cada rincón del país, con productos que se deben abonar en efectivo porque se consiguen más baratos, o no te los venden, y también comercios que prefieren no facturar nada. Mientras esto sucede, en el Congreso se discuten cuestiones institucionales importantes, como la Boleta Única en Papel, pero que no terminan cambiando la ecuación del día a día.

Yo supongo que hay gente de buena voluntad que está absolutamente equivocada, que piensa que si les cambias las leyes laborales vas a quitarle derechos a los trabajadores. Nada que ver. Les das más derechos, más posibilidades y los sacas de las trampas de una ley tan rígida que no permite generar más empleo.

Si trabajas en negro, como lo hacen 7 millones de personas, que son el 40% de la población, no tienen ningún derecho, y hay gente con buena fe que piensa que si cambias algo los mandas casi a la esclavitud. Nada que ver.

Después sí, hay brutos, personas de mala fe, que no ven nada bueno ni siquiera en la implementación de la BUP. No la quieren porque son socios de las imprentas, que con testaferros imprimen las boletas donde se gastan miles de millones de pesos.

Volviendo a las discusiones que quedaron pendientes, llama la atención que no se debatan temas que terminan siendo light, porque los temas de fondo no se tocan.

Hay gente ignorante de buena fe y otras de mala fe. Lamentablemente, los dos grupos coinciden en no cambiar las leyes laborales. Y así se volvieron multimillonarios, no viven en los barrios humildes a los que dicen representar.

Pero yo lo que percibo es que el debate se transforma en algo mucho más invasivo, donde se discute el margen de ganancia de los empresarios o los emprendedores, se ponen techos para ganar plata. O directamente hablan de ganancias extraordinarias

Es de esa hipocresía que estoy hablando. Esos políticos y sindicalistas que no pueden justificar su nivel de vida, ni argumentar cómo hacen para vivir donde viven, son los mismos que después salen a buscar una ganancia inesperada o si está bien o no lo que gana una persona o la llena de impuesto.

Creo realmente que el vaso empieza a llenarse, la gente empieza a despertarse, que protesta y combate contra sindicalistas mafiosos, empresarios impresentables con el cuento de la producción nacional y te cierran el comercio, que viven de las prebendas y que tienen políticos que los representan. Con el cuento de cerrarle el comercio a la economía mundial nos llenan de porquerías y al precio que se les canta.

¿Vos también crees en un país sin moneda propia y sin Banco Central o sin un mínimo Estado?

 Nooo. Yo creo en un país con Moneda, con funciones indelegables para el Estado que son Seguridad, Diplomacia, Justicia y un seguro de prestaciones básicas en Educación y Salud. El 99% de los países del mundo tienen Banco Central, probemos con eso que ya existe, no inventemos nada o traigamos ejemplos disparatados.

En Ecuador se dolarizó porque hubo una crisis económica y una híper terrible. Podríamos haber hecho eso después de la híper de 1989, donde ya no había ni un peso en el Banco Central. Pero yo prefiero soluciones mucho más realistas, sin extremismos, porque los problemas de la Argentina son consecuencia de temas reales.

Hoy eliminas el BCRA, sacas la moneda, y ¿cómo financias el déficit fiscal? Vos no podes emitir dólares, emitís deuda, entonces entras en un proceso de deuda crónica con default crónico. No hay soluciones monetarias sino achicar el déficit y revisar la presión impositiva, porque la gente no puede pagar más. Ahí hay que ir.

Hubo dos reuniones del Congreso donde se consiguieron amplios consensos, uno por el tema del FMI y ahora por la Boleta Única en todo el país. Hay consensos. ¿Por qué crees que los cuerdos o acuerdistas terminan debajo de los locos o extremistas?

Porque esto conlleva una evangelización constante. Sin entrar en cuestiones de dogma o de Fe. La gente tiene que entender que el rumbo que tomamos hace más de un siglo está mal y siempre termina mal.

Junto con Carolina Píparo presentamos un proyecto de derogación de unas de las leyes más anacrónicas que tenemos para el mundo económico como lo es la Ley de Abastecimiento, en la que se le permite al Estado fijar precios máximos, cantidades, calidades… Todo muy cavernícola, que faculta a cualquier gobierno a cerrar una empresa por cualquier boludez, uno creería que derogarla volaría como un avión a chorro en un Congreso con mucha gente razonable.

Pero no. Dan vueltas y vueltas, porque hay gente que sigue creyendo que el Estado siempre debe intervenir, que la competencia es maligna pero hay que seguir evangelizando, y creo que vamos teniendo resultado.

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