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El mensaje detrás del polémico regalo de Cristina Kirchner a Alberto Fernández

Detrás de la controversia, se esconden algunos mensajes que la vicepresidenta quiso transmitirle al presidente y que se enmarcan en la feroz interna que ambos sostienen dentro del Frente de Todos.
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Detrás de la controversia del regalo que Cristina Fernández de Kirchner le envió a Alberto Fernández por su cumpleaños, se esconden algunos mensajes que la vicepresidenta quiso transmitirle al presidente y que se enmarcan en la feroz interna que ambos sostienen dentro del Frente de Todos.

Alberto Fernández recibió el viernes pasado un ejemplar de 'Diario de una Temporada en el Quinto Piso', el cual detalla las memorias de Juan Carlos Torre que reproduce su experiencia como colaborador e integrante del equipo económico de Juan Vital Sourrouille, durante la presidencia de Raúl Alfonsín, y expresa las dificultades de asentar un programa económico en el terreno de la política argentina. Se trató de un obsequio de Cristina Fernández de Kirchner, siendo ella misma quien lo anunciara durante un acto en el Congreso.

"¿Cuál es la primera curiosidad de este regalo? Algunos dicen en la Casa Rosada que se lo mandó sin dedicatoria. Pero desde la presidencia del Senado contestan que no dedican libros que no hayan escrito. 'Bastante que le hizo un regalo', dicen otros. Porque al parecer hay una pequeña ofensa en el universo de Cristina Kirchner que tiene que ver con un mensaje de Fabiola Yáñez que dice: 'Llevo en mi vientre al primer bebé en la historia que nacerá en la quinta de Olivos, es algo histórico'. Se olvidó de que la nieta de Cristina Kirchner, Helena, hija de Florencia, nació en Olivos. Fue un desperfecto histórico, de los que molestan", comentó el periodista Carlos Pagni en su editorial del programa Odisea Argentina, del canal LN+.

De todos modos, según Pagni el toque irónico radica en que el presidente conoce bien lo que ocurrió en aquella época: "La vicepresidenta le regala un libro para que entienda cómo funcionaba el equipo económico del que él formó parte, porque durante el gobierno de Alfonsín, Fernández era el subdirector de asuntos jurídicos de ese equipo. Antes de estar en esa dirección había sido dependiente en la Dirección de Sumarios. Quiere decir que Fernández debería conocer mejor que Cristina como funcionó el equipo de Sourrouille, porque forma parte de una de las etapas de su vida. No sabemos si el regalo incluyó esta ironía o si fue solo una casualidad".

Pero lo más importante es el mensaje que Cristina Kirchner le transmite a Fernández con este regalo: "Tiene que ver con la concepción que tiene de la vida pública el kirchnerismo, pero sobre todo ella. Se trata de una concepción discutible que consiste en pensar que cualquier receta económica, técnica, es absolutamente trivial, intrascendente y accesoria respecto de la orientación de la política. Se cree entonces que la que manda es la política, que lo que conduce a un gobierno, a un proceso público, es la orientación general que le impone quien lo lidera, y es ahí donde ella le plantea a Alberto Fernández que hay un déficit".

"Hay una segunda capa en esta idea: cómo se define un liderazgo. Para Cristina Kirchner es a partir de un conflicto de intereses. Para ella, como para el pensamiento de izquierda en general, la política es conflicto y el liderazgo consiste en tomar partido. Acá está lo que ella detecta como déficit en Alberto Fernández. Habría que preguntarse qué pasaría con Cristina Kirchner y La Cámpora si un día Alberto Fernández se despierta queriendo ser un líder. Tal vez lo primero que haga es ir contra ellos y eso empeoraría las cosas", agregó.

Acto seguido, Pagni hizo un breve repaso sobre la compleja relación entre Raúl Alfonsín y el entonces presidente Fernando de la Rúa en los años 2000 y 2001, cuando el gobierno de la Alianza empezaba a mostrarse débil y fracturado. En aquel momento, recordó el periodista, Alfonsín estaba inquieto porque consideraba que el capital político de la UCR estaba siendo dilapidado. Además, le había propuesto a De la Rúa abrir el gabinete al peronismo e incluir dirigentes de peso como Eduardo Duhalde y Jorge Remes Lenicov, con el objetivo de "extirpar" a Domingo Cavallo, continuador de una convertibilidad agonizante.

"Cristina, La Cámpora y el kirchnerismo están mirando a Alberto Fernández como una especie de dilapidador del propio capital político, del propio voto. Así se demostró el año pasado cuando el oficialismo perdió respecto del 2019 el 40% de los votos y se preguntan: '¿Y si esto siguiera así a donde vamos? ¿Por qué no abre el juego?'. Aquí hay que decir, para no caricaturizar, que el planteo que proviene de la vicepresidenta excede el tema de las personas como Guzmán, Cafiero o Kulfas, que pueden no gustarle. Lo que le están pidiendo es que abra la mesa de las decisiones políticas", resaltó.

A modo de conclusión, Pagni se preguntó si el conflicto entre Alberto y Cristina tiene la misma lógica que el de Alfonsín y De la Rúa en 2001. "Porque lo que hizo Alfonsín es decirle a De la Rúa 'el partido radical se va'. Es cierto, en un contexto absolutamente distinto, en medio de esa convulsión de finales de 2001, con muertos en la Plaza de Mayo. Pero habría que ver si la secuencia, ahora, no es igual. Sobre todo cuando se agote esta tregua muy tensa, que puede durar un par de meses".