Como amigo del tribunal

Un ex Puma expondrá ante la Corte sobre cannabis medicinal

Matías Dalla Fontana expondrá como amigo del tribunal en la segunda audiencia pública convocada para esta semana. En una entrevista con MDZ, habló sobre las adicciones y cómo combatirlas.

Lourdes Marchese
Lourdes Marchese domingo, 24 de abril de 2022 · 10:01 hs
Un ex Puma expondrá ante la Corte sobre  cannabis medicinal
Foto: Shutterstock

Este miércoles 27 y jueves 28 de abril en el cuarto piso del Palacio de Justicia, la Corte Suprema de Justicia convocó a la segunda audiencia pública del año a fin de tratar el amparo en el marco de la causa Asociación Civil Macame y otros c/ Estado Nacional Argentino-P.E.N. s/ amparo ley 16.986.

La convocatoria es para tratar la cuestión del cannabis medicinal sobre el cuestionamiento de la exigencia a someterse a un programa de investigación experimental como condición para acceder de modo gratuito al aceite de cannabis y derivados con fines medicinales (exigencia prevista en el artículo 7 de la Ley 27.350 de uso medicinal de la planta de cannabis y sus derivados). También se cuestiona la prohibición del autocultivo. Lo que resuelva el máximo tribunal marcará un precedente. 

Por ello en la audiencia serán oídos en su calidad de "amigos del Tribunal" el Instituto de Derecho Constitucional del Colegio de Abogados de Santa Fe; la Asociación Civil Fe y Esperanza Papis Adicciones; el Centro de Estudios Legales y Sociales, y el Laboratorio Industrial Farmacéutico Sociedad del Estado.

Posteriormente expondrán el Procurador General de la Nación y la Defensora General de la Nación, además de las partes en el proceso.

Matías Dalla Fontana es un ex Puma, psicólogo, fundador de PROYECTO DEPORTE SOLIDARIO, ex subsecretario de Prevención Investigación y Estadística de la Nación y pidió participar de la audiencia pública. Aquí responde algunos interrogantes de lo que se hablará en la Corte previo a resolver la cuestión.

-Usted se presenta como amigo del tribunal. ¿Por qué pidió participar de la audiencia?

-En el año 2000 fui convocado a integrar el seleccionado argentino de rugby Los Pumas, mientras terminaba mi licenciatura en psicología y nos propusimos meter el rugby en las cárceles y los barrios más pobres del país. Desde esa época soy co-fundador de PROYECTO DEPORTE SOLIDARIO, consolidamos más de dos décadas de casuística clínica especializada y experiencia social concreta, respecto lo que la droga produce en la realidad de la persona y las comunidades. Modestamente, pedimos participar de la audiencia para aportar un testimonio, movidos en función de los intereses superiores de la Patria. Coincidimos con una declaración anterior de la Pastoral Nacional de Adicciones, coordinada por la autoridad incuestionable del Padre Pepe Di Paola, respecto de que aquí, en este caso, hay una voz que es imprescindible escuchar, la de quienes han visto un paliativo empírico para ciertas enfermedades muy circunscriptas, en uno de los componentes (el CBD) de la marihuana. Pero solicitamos a la Corte que sea aclaratoria y tajante ante lo que pueda llegar a ser comprendido, por el conjunto de la sociedad, como una apertura disfrazada para un consumo irrestricto de marihuana, en un cuerpo nacional ya demasiado herido por la pobreza y la fragmentación. Es un momento de máxima responsabilidad al respecto en el que venimos a solicitar a la Corte sea taxativa en su mensaje, diferenciando el uso de CBD para cierta enfermedad específica, de las otras moléculas de la marihuana, como el THC, que es nocivo, adictivo y tóxico y está absolutamente probado su efecto destructivo para la subjetividad de pibes, changos, niñas, niños y adolescentes en desarrollo. Es loable la actitud de la Corte como poder democrático de abrirse a una escucha. Bueno, en las periferias existenciales de la Patria, en ningún barrio la droga le mejoró jamás la vida a ninguna familia, no es la demanda de los barrios de la Argentina que circule más droga sino al revés. En mi ciudad, Santa Fe, la cosa no se aguanta más. En los barrios las familias quieren trabajo, menos droga y más clubes.

-¿Cuál es su opinión respecto a la ley 27350 que regula la investigación médica y científica del uso medicinal de la planta cannabis y sus derivados?

-Mirá, en primer orden, hay una actitud ante la historia presente, de realismo filosófico que debemos recuperar: las letras no cambian la realidad, creer lo contrario es pensamiento mágico, ideologismo. He visto colegas hablando del Edipo y de leyes a mujeres en consultorios de barrio marginal, mujeres con 25 kilos de sobrepreso, con cuadros de depresión por inactividad física y aislamiento afectivo de más 2 décadas. Ese es el complejo a desmontar en la salud argentina: el divorcio entre pensamiento académico y los mundos de la vida de millones de personas que no acceden a servicios eficaces. Y lo digo como psicoanalista adepto de Freud. Es una estructura epistemológica oligárquica en sus formas de acción, no importa su discurso más o menos progresista: no es cercano a la necesidad. Después de todo, vale decirlo aquí, Milton Friedman es el adalid norteamericano de la liberación de las drogas, por supuesto en un país donde el Estado está lejos de cubrir gratuitamente las prestaciones mayoritarias de salud pública. Dicho esto, indudablemente, una molécula de CBD mejora la calidad de vida de estos niños y alivia los pesares de sus familiares a cargo. Ese es un resultado empírico vivencial, que se observa. Ni más, ni menos. Entendemos que el nivel de cautela exigible a estas prácticas movidas por el apremio de la vida hogareña, será cuestión que la Corte deberá requerir a la comunidad científica y farmacológica especializada nacional, soberana, fundamentalmente a la ANMAT.

Esa es otra cuestión en discusión: la soberanía. Quién habla cuando habla, quién produce, quién vende, quién se beneficia. No vaya a ser que esto sea otra puerta a la creciente extranjerización de las operaciones en la argentina. Así que en todo caso la ciencia médica-farmacológica nacional, soberana, con la gratuidad propia del estado en salud, deberá aportar estudios concluyentes acerca de la eficacia, oportunidad y seguridad en tratamientos a largo plazo y acerca de los avances metodológicos  acordes con las patologías específicas en juego.

-La asociación Macame pide la anulación de los artículos de la Ley de Estupefacientes que penan el cultivo de cannabis para fines medicinales. ¿Cuál es su opinión?

-Primero, abrazarlas. Son mamás y se debe escucharlas, son mamás que viven un drama. También es objetable la posibilidad de que estas mamás sufran persecuciones policiales o allanamientos en sus propios domicilios, ante la falta de una mecánica institucional más efectiva de registración y ante una escasísima formación de las fuerzas de seguridad en el conocimiento atinente a estas problemáticas puntuales de la salud.

Segundo, liberarlas de una trampa. Que la voz de la Corte que habilite a estas mamás y a estos niños resolver sus necesidades terapéuticas específicas no pueda ser confundida, ni tergiversada a posteriori, con cualquier tipo de promoción del aumento del consumo de marihuana en niñas, niños y jóvenes en quienes ya está suficientemente zanjada la evidencia científica de la nocividad que implica “el porro”.  

-Usted tiene experiencia en tema de estupefacientes puesto q hace una gran tarea y trabajo desde su recorrido federal. ¿Cómo ve la argentina en esta materia?

-La salud integral tiene la facticidad del pan sobre la mesa: hay servicio del psicólogo y el pediatra en el barrio, o  no. Hay donde recurrir o no lo hay. Hay chicos en el club, o no hay. Las ideologías son inhibitorias de lo que hay que hacer. Es importante que organicemos la comunidad antes de divagar con libertades caprichosas que devienen en trampas cuando se manifiestan los vacíos. Han puesto hace algunas décadas a la Argentina en una grieta ideológica aviesa y falsamente sembrada: Por un lado, sembrada por apresurados que fomentan livianamente una “cultura de la droga”, tal vez ligados sin quererlo a intenciones corporativas transnacionales de mega laboratorios, con sus CEOS, con sus medios de comunicación hegemónicos y con sus prestigiosas universidades inclusive. Muchas veces ciudadanos bienintencionados con sed de justicia abrazan como causas individuales algunas movilizaciones que tienen su trasfondo. Y como sabemos, los ideales terminan siendo utilizados por los intereses. ¡¡¡Respetémonos! Tenemos que respetarnos a nosotros mismos como argentinos!! Mirá, te voy a comentar aquí, si me permitís, una digresión “casuística” digamos. Apenas se supo de mi intención de dialogar ante la Corte, fue muy revelador cómo, en lo personal, he sido víctima de agresiones y escarnio, en redes sociales especialmente, por parte de agentes que no tienen que ver directamente con la situación de estos niños y estas mamás, sino que se muestran más bien como claros voceros del uso recreativo y masivo del porro. Esta conducta resulta ejemplar, a modo de viñeta, de confusos cruces de intereses disímiles a los que refiero. Bueno, del otro lado de esta falsa grieta, los retardatarios: una especie de fariseísmo de la letra, aquellos que también por ideologismo punitivista, pretenden asimilar a quienes consumen marihuana, lisa y llanamente con criminales, impidiendo que las personas padecientes puedan ser ayudadas en el plano de la salud.

Y la verdad es que siempre los debates ideológicos de vanguardias, lo que ocultan como a una especie de “tercero excluido” es al pueblo, al interior federal, a los barrios. La gente común en cualquier barrio, pide menos violencia, más clubes, más acceso al profesional en el centro de atención primaria de la salud, mejor escuela, que le respeten su fe, sea cual sea. De lo que tenemos que hablar es de reordenar la vida de millones de personas en un continente de organizaciones como los clubes, la capilla y el colegio, donde reconstruir la integralidad de la persona, salir lo antes posible del sedentarismo y la soledad, que son los dos vectores más insidiosos de nuestro sistema de salud y que junto con la falta de trabajo son el germen de la violencia subjetiva y social.

En 2017 se realizó el primer estudio nacional de Salud Mental en población general de la Argentina, estimando las tasas de prevalencia y severidad de los trastornos mentales a lo largo de la vida y la edad de inicio de los mismos, así como la demora en buscar asistencia y la eficiencia de los servicios. Según dicho estudio Uno de cada tres argentinos mayores de 18 años presentó un trastorno de salud mental en algún momento de su vida. Los más frecuentes fueron el episodio depresivo mayor, seguido por el abuso de sustancias. ¡Hablamos del 30% de los argentinos!. Necesitamos avanzar en la consagración de realidades antes que nada:  Las realidades que tenemos a la mano, a saber: Existe ya una ley de deporte, sancionada y promulgada, aún no implementada, que en su artículo 2 permite financiar la universalización de la práctica deportiva infantil.

-Entonces, ¿qué tipo de políticas creen que faltan para terminar con este flagelo? ¿Es en definitiva el Estado responsable?

-Volviendo a la situación en la Argentina, una tensión profunda deriva en una restricción estructural: la tensión entre pensamiento ideológico de la dirigencia y las academias por un lado y las realidades vividas por las mayorías por otro.  Y la consecuente restricción en la autoridad para llevar adelante una política. El último que pensó una política sanitaria integral desde una antropología humanista fue Ramón Carrillo. Y no es que otros no hayan podido cavilar, sino que él la llevó a la práctica: entonces surgieron los juegos Evita por ejemplo. Todas las medidas de prevalencia (cuánto consumo hay en la población) marcan un aumento sostenido, especialmente en los adolescentes. La violencia, cosa concreta, tampoco para de crecer y es el significante flotante de todas las demandas en todos los niveles sociales. Así que una caracterización del problema tiene que realizarse desde una gran estrategia y no desde la parcialización, porque estamos hablando de la viabilidad misma de los órdenes democráticos cuando lo que se pone en cuestión es la estructura misma del sujeto conciente, de la personalidad integrada.  Hoy, podemos referirnos el cuadro de situación en términos de tres elementos estructurales: procesos comunitarios desatendidos por el poder político, excéntricos al estado, organizaciones libres de la comunidad que se sienten lejos del estado; procesos estado-céntricos agigantados con lógicas internas sólo entendibles desde si mismas; y procesos de articulación, de puentes entre ambos –entre estatocracias y comunidad- raquíticos, conflictivos. 

Se puede transformar el rumbo, creemos que es totalmente posible incorporar en un sistema ordenador cotidiano a 10 millones de pibes en puentes entre club, colegio y credos, y potenciar más eficientemente los recursos fiscales integrando prestaciones en ese triángulo virtuoso. Se viene estudiando científicamente, sanitaristas actuales como Arnaldo Medina lo vienen planteando y, desde otro lugar, es lo que dicen los curas villeros con el Padre Pepe. Hay que hacerlo, construir propuesta política de salida supone superar instancias analíticas para formular resoluciones sintéticas para la acción. Lo que  no podemos perdonarnos los cuadros es acabar de conmemorar los 40 años de Malvinas y que nuevas generaciones estén teniendo como bandera, como causa por la cual movilizarse, una hoja de marihuana.  Algo que ya no se puede esconder es el rol de los poderes financieros globalistas en la promoción del consumo de marihuana. Los fondos buitres deben estar brindando cuando ven ese fenómeno.

-¿Podría diferenciar lo que es tenencia para consumo o para uso medicinal? 

-De los más de 500 componentes aislados  hallados en la marihuana, uno, el Canabidiol, CBD, ha sido impulsado fundamentalmente por ONGS de consumidores en medios de comunicación y redes sociales, hasta lograr reconocimiento en algunas instancias estatales ejecutivas, como recurso paliativo ante ciertas enfermedades específicas. Las entidades científicas representativas pidieron al Congreso Nacional la "cautela" -esa es la palabra que expresaron- ante la necesidad de establecer por estudios en curso, la real eficacia, las dosis adecuadas y los posibles efectos adversos. La Sociedad Argentina de Neurología Infantil, la Liga Argentina contra la Epilepsia, por ejemplo.

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