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"Se siente, se siente, Cristina presidente": el operativo clamor dio sus frutos y CFK ya piensa en 2023

"Voy a hacer lo que tenga que hacer", dijo Cristina Fernández de Kirchner en su última frase fuerte en su presentación en Pilar junto con los delegados de la UOM, dando rienda suelta al operativo clamor que ella misma permitió, para instalar su candidatura presidencial para 2023.
Foto: EFE
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La UOM, inclusive los que apoyaron a Abel Furlán, no tienen muchos puntos de contacto con el kirchnerismo camporista. El apoyo de Máximo Kirchner fue circunstancial hacia un dirigente al que respeta, pero las bases no son de los habituales seguidores de la vicepresidenta. Por eso, cuando lo nombró a Antonio Caló, no pudo hacerlos callar y prefirió seguir con su discurso hasta que los cánticos bajasen el volumen.

En ese marco, y justo en ese momento, Cristina Fernández de Kirchner le dejó en claro a todos los que seguían el acto, presencialmente o por las diferentes plataformas, que al Frente de Todos no le sobra nada y que necesitan de cada uno de los dirigentes, inclusive de quienes no están muy bien vistos por ellos mismos.

"Defendió a Sergio Massa, no dijo lo que piensa de Alberto Fernández... se puede decir que no quiso pelearse con nadie", le dijo a MDZ uno de los presentes en el primer plano de las cámaras que tomaban a los asistentes especiales.

Acompañada por Federico Achaval, el intendente de Pilar y parte de la estructura política de Martín Insaurralde, la vicepresidenta defendió como jamás lo había hecho su gobierno de 2007 a 2015 en comparación al que había heredado de Néstor Kirchner. Toda una herejía para los que consideran que el que hizo grande al kirchnerismo y al país fue él y no su esposa que lo enviudó.

Sin embargo, en esta oportunidad, repitió la frase que le dio a la militancia y el Frente para la Victoria, en 2010, cuando quedó sola en el poder, tras la muerte de Néstor Kirchner, y la salió a bancar con pintadas que decían "Fuerza Cristina" y "Fuerza presidenta". En aquellos aciagos momentos, en los que ella no se hablaba con su vicepresidente, Julio Cobos, la entonces "presidenta", pero no "jefa", dejó en claro que iba a hacer lo que debía hacer para mantener a su fuerza en el poder.

Al año siguiente, fue reelecta con una diferencia abismal contra una atomizada oposición de centro y sin candidatos de derecha. "Lo que sucedió en 2011 es irrepetible. Ahora pierde 70 a 30 o 60 a 40, en el mejor de los casos", dijo otro referente importantísimo que también estuvo en aquella gesta. Para esta fuente, la vicepresidenta, finalmente, no se presentará para la Presidencia el año que viene. 

Durante todo el acto, los cánticos sobrevolaban la vuelta de Cristina al poder. Se siente, se siente, Cristina Presidente", gritaban desde algunos sectores, no todos, aunque Cristina Álvarez Rodríguez, atenta, decía: "Presidenta, no presidente". Pero el micro estadio del Camping de la UOM de Pilar estalló cuando ella dijo que "voy a hacer lo que tenga que hacer para lograr que nuestro pueblo pueda organizarse en un proyecto de país que vuelva a recuperar la ilusión y la alegría".

"Vuelve la alegría", le dijo a MDZ Lauro Grande, uno de los referentes más importantes de La Cámpora y conocedor de los humores de la agrupación que conduce Máximo Kirchner. El exdiputado provincial se sorprendió, inclusive, que fueran los propios delegados metalúrgicos los que coreaban fuertemente por esta nueva instancia política de "la jefa". 

Tal cual había adelantado hace quince días MDZ, la vicepresidenta había empezado a dejar en claro que si era necesario ella iba a ser la candidata presidencial. A los pocos días, empezó un verdadero operativo clamor, también descripto por este medio y por eso varias paredes tradicionalmente utilizadas por "la política" aparecieron con la leyenda Cristina Pte. 2023. A los "Gurkas", los "Mauros" o los otros grupos de utilización de la militancia para la propaganda política, le cuesta utilizar el lenguaje inclusivo o de género. 

Sin embargo, la posibilidad de ser candidata el año próximo no nace de la convicción sino de la necesidad de "acomodar al Frente de Todos. Ella es la única que lo puede hacer. Con ella en la carrera, nadie puede presentarse, ni siquiera el presidente, que tiene que cumplir con su palabra de no competir contra ella", sugiere, sarcásticamente, un funcionario de Axel Kicillof

Esta anunciada novedad también tranquiliza al gobernador, a quien muchos dirigentes con los que debe convivir en la gestión y la política territorial lo querían proponer como candidato presidencial porque era el que más medía luego de la vice. Kicillof resistió y resiste al tiempo que también proclama que la única candidata, para él, es Cristina Fernández de Kirchner. 

Alberto Fernández, quien el lunes fue a abrazar a Lula Da Silva y hoy fue el anfitrión, en Santa Fe, de Evo Morales, tuvo dos fotos que no tuvo la vice. En su "arranque de independencia tardía", como sugieren los que ya no creen en el albertismo, el presidente presume que si la economía lo ayuda mínimamente en 2023 puede ser reelecto, inclusive, en una PASO contra Cristina. "Hay que ver para creer", dice uno de los que se quemó con leche y se pone a llorar cuando se le cruza una vaca parecida al mandatario.