Estalló Juntos por el Cambio en la Ciudad: Martín Lousteau contra todos y Jorge Macri, más duro

Martín Lousteau ya logró medio objetivo: Juntos por el Cambio deja a partir de hoy de ser un espacio unido donde todos tiran para el mismo lado, las pasiones personales se impusieron con miras a la sucesión de Horacio Rodríguez Larreta y el podio de pre candidatos sin baño de humildad hasta ahora se sigue copando. Son muchas personas para un cargo, son miradas que pasan de la heterogeneidad al antagonismo con la velocidad del focus, la biblia que dio origen y rige parte de la vida de quienes administran el poder en Uspallata, el centro de gestión y laboratorio político del macrismo. 

"Esto no es traición, esto se llama desesperación y se nota". Hay algo que se rompió en Juntos por el Cambio, espacio político donde las buenas formas se valoran y los candidatos esperan educadamente su turno para jugar cuando les indican. Así fue casi siempre, salvo en la interna de Gabriela Michetti y Larreta, que determinó el crecimiento de muchos y el exilio en Uruguay, por caso en la vida de Guillermo Montenegro, en otros.

La frase, de uno de los armadores de antaño del PRO, resume la mirada que una parte pesada de la dirigencia porteña tiene a partir de hoy en la figura del ministro de Salud, Fernán Quirós, y en el eterno candidato, Martín Lousteau, quien ya avisó que quiere ir nuevamente por la jefatura de Gobierno porteño. Se lanzó entonces un candidato más, que llega y empieza su camino sacándose las esquirlas del conflicto con los residentes médicos, que no terminó pero ya no es lo que era cuando cobraban 121.000 pesos 90 días atrás. 

"Mira, esto me llegó hoy", Osvaldo, un joven de un centro de jubilados le mostraba a una mujer que acompaña en las recorridas a Jorge Macri un mensaje de whatsapp que decía que, a pedido de María Migliore, nadie reciba a Jorge Macri en sus bajadas territoriales. La cara de la mujer se transformó: "La nueva política quiere jugar así, vamos a jugar así", definió, como preludio de una interna que tendrá estirpe matancero a pesar del perfume importado.

"Horacio tiene que ordenar y dejarse de joder, no puede haber siete candidatos de un punto cuando Jorge tiene la bendición de Mauricio y de Patricia, Waldo fue el único que lo entendió, y por eso va a ser tenido en cuenta el año que viene", resumió un funcionario que entra en los despachos de Uspallata con sonrisa y camisas combinadas siempre.

Lousteau tiene un desafío por delante, y se lo hicieron saber: un archivo misterioso en el que se detallan los miles de nombramientos que exigió el ex ministro de Cristina para que la Ciudad tenga las paces con su espacio Evolución. Hay de todos los colores y montos, incluso en ministerios como el de Seguridad, donde en su momento el receptor era Diego Santilli, también hoy padeciendo la migraña del no crecimiento en BsAs. 

Soledad Acuña avisó por las dudas a sus jefes políticos que no quiere tener problemas personales con Jorge Macri, a quien respeta y conoce hace tiempo. "Mide 1.7, no está mal para empezar", ironizó un larretista de paladar negro, que reconoce el invento de candidaturas para posicionar dirigentes que terminan siendo legisladores o ministros del sucesor Gobierno. El PRO da por terminadas así las buenas formas, y Lousteau entendió el juego rápido.

El que debe entender mejor las formas tal vez sea su armador y entrenador de arte marcial shu shih tzu Emiliano Yacobitti, quien reza no recibir una denuncia de parte del "Tano Gentile" por la piña que le dio en un acto días atrás cuando Gentile criticaba abiertamente a Lousteau por su pasado kirchnerista.

"Con un hijo en brazos somos todos guapos", propuso Yacobitti, viendo como entonces Gentile pasaba su hijo a brazos de otro. Automáticamente desde el escenario llovieron golpes que fueron terminados con gritos y acusaciones fuertes de ambos lados. Anomalías de una nueva política.

Lo que estudian en Uspallata es si esta interna feroz en la Ciudad afecta el proyecto de Horacio Rodríguez Larreta, hoy posicionado como candidato natural del espacio con una Patrici Bullrich que pide pista y plata para su campaña. Ya sabe Larreta que el financiamiento de su campaña y la de Santilli están en la lupa del fuego amigo. Será cuestión de sentarse y entenderse.