Opinión

Fabiola Yáñez no está sola: desde la época de Eva, la culpa siempre ha sido de ellas

El presidente Alberto Fernández usó a su pareja como excusa por violar la cuarentena que él había decretado. "Eva" tiene la culpa, como dice la Biblia. Alberto se promociona "abierto", pero no logra deconstruirse.

Andrea Pellicer viernes, 13 de agosto de 2021 · 19:23 hs
Fabiola Yáñez no está sola: desde la época de Eva, la culpa siempre ha sido de ellas
Alberto Fernández junto a su pareja Fabiola Yañez, quien fue señalada como la única responsable de los festejos en Olivos. Foto: Telam

Por Andrea Pellicer

"Nunca necesité esconderme detrás de nadie para dar la cara", inició diciendo Alberto Fernández al intentar justificar la fiesta de cumpleaños que se realizó en la Quinta de Olivos el 14 de julio del 2020, mientras que en la mayor parte del país regía una estricta cuarentena que prohibía este tipo de eventos. Sin embargo, fue justamente lo que hizo: la culpa fue de Fabiola.

La excusa no sorprende. Así lo confirma la historia y hasta la Biblia lo eternizó como "el pecado original". O, ¿acaso Adán no fue expulsado del paraíso por culpa de Eva? Es que se sabe que estos seres sensibles son vulnerables y caen en la tentación del error. Qué se puede esperar del sexo débil. 

Debió ser terrible para un mandatario llegar a su hogar tras una ardua jornada de trabajo y encontrarse con el festín. Una sorpresa desagradable que para nada está relacionada con los abrazos sin barbijo con Hugo Moyano, la cena con Evo Morales y otras tantas actividades que llevó adelante, con o sin su pareja, rompiendo por completo los protocolos que él mismo se encargaba de imponer. 

Lo primero en lo que hay que remitir es que Fabiola Yáñez no firmaba los decretos, no daba discursos que ahora, en retrospectiva, suenan a total hipocresía y tampoco fue ella la que recibió la confianza de los electores. Pero, según la excusa del presidente, fue ella y solo ella la razón por la cual el Gobierno hoy se enfrenta a una crisis.

Patriarcado presidencial

“Estoy feliz de ponerle fin al patriarcado”, dijo altisonante Alberto Fernández en enero del 2021 al promulgar la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Pero parece que el presidente no hace los deberes de deconstrucción en casa. Es que, actualmente, quién puede pensar que una persona puede desconocer por completo lo que ocurre en su hogar.

Muchos dirán, indignados, que criticar el accionar del presidente es "hacerle el juego a la derecha", pero ¿no fue el mismo mandatario quien se encargó de erosionar su imagen y credibilidad después de muchos meses de dolor y sufrimiento?. Esperar que ahora la oposición no tome este escándalo a menos de un mes de las elecciones PASO es hasta inocente. 

Desde Eva, la culpa siempre ha sido de ellas, pero la sociedad va hacia un camino en el que se busca nuevos varones capaces de decir simplemente: "Fue error mío. Me equivoqué"
 

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