Quien es el enigmático senador provincial que puede provocar una crisis institucional en Santa Fe

A esta altura de los acontecimientos a nadie le queda claro hasta donde puede avanzar la feroz interna que se desencadenó en el peronismo de Santa Fe por las frustradas gestiones para logra una lista de unidad. “A la conducción nacional del Frente de Todos se le escapó la tortuga, no la vieron venir, y ahora no saben cómo apagar el incendio”, dice un vocero de ese distrito que conoce muy bien lo que pasa en ese territorio.

Más allá de la pelea entre Agustín Rossi y la vicegobernadora Alejandra Rodenas contra el gobernador Omar Perotti y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner por la PASO en el Frente de Todos, surge la figura misteriosa del senador provincial Armando Traferri como le verdadero protagonista del entuerto que golpea a la Casa Rosada y jaquea a la administración de Perotti. Representante cabal del submundo de la política y muy poderoso como para liderar semejante crisis política e institucional.

“Desde la Ciudad de Buenos Aires hay un desconocimiento absoluto de cómo se maneja el poder territorial en una provincia tan complicada, no la vieron venir y ahora la situación es inmanejable”, dice con preocupación un dirigente rosarino. “Traferri es uno de los señores feudales de Santa Fe, maneja el Senado, la justicia y la policía de San Lorenzo”, agrega una fuente de la oposición. Los senadores provinciales tienen mucho poder y recursos como para garantizar la gobernabilidad.

Traferri gestó el denominado “Nuevo Espacio Santafesino”, un sector político interno del Partido Justicialista, que fue artífice en el armado de la coalición que le permitió a Perotti imponerse en las elecciones de 2019. El propio senador destaca que su departamento, porcentualmente, fue el que más aportó al triunfo del Gobernador en la provincia. Ese sector propuso el nombre de Rodenas como vicegobernadora y selló una alianza con las otras líneas del peronismo santafesino referenciadas en Agustín Rossi y María Eugenia Bielsa entre otros.

Ese armado de unidad es el que empezó a estar en peligro. Traferri -junto a otros legisladores- fue denunciado por el manejo irregular de subsidios del Senado. El exconcejal Jorge Boasso reveló que beneficiaba a una fundación que funcionaba en su oficina en San Lorenzo. Pero esa investigación quedó en la nada cuando fueron desplazados los fiscales que estaban a cargo. La causa en la que está citado ahora se inició por violencia narco y derivó en una red de juego clandestino.

El disparador fue un homicidio ejecutado por Los Monos en el balcón del casino City Center de Rosario. Ahí fue asesinado de un disparo el gerente del Banco Nación de Las Parejas, que había salido a fumar un cigarrillo. Era un mensaje para el empresario del juego Leonardo Peiti, quien manejaba el juego ilegal en el sur santafesino. Acorralado, Peiti se presentó como arrepentido y reveló que en la provincia tenía que pagar doble: a “Los Monos” y 5.000 dólares por mes a los fiscales Ponce Asahad y Patricio Serjal. Los dos fueron detenidos.

Ponce Asahad pidió declarar de nuevo ahora, confesó haber cobrado coimas y dio detalles de cómo funcionaba la protección política. En ese marco mencionó a Traferri como intermediario entre los fiscales y el empresario del juego. Esos encuentros y reuniones que detalló son los que ahora se intentan probar o desmentir. “El senador Armando Traferri es una persona fundamental en el armado de esta estructura de negocios vinculados al juego ilegal”, afirmó este martes el fiscal Luis Schiappa Pietra, integrante de la Unidad de Delitos Complejos y Criminalidad Organizada que promueve su imputación en una causa por corrupción.

Traferri fue citado a audiencia como imputado para el próximo 23 de agosto, donde enfrentará cargos como organizador de una asociación ilícita. El senador siempre planteó que detrás de la maniobra judicial para involucrarlo en el entramado de juego clandestino estuvo la mano del exministro de Seguridad Marcelo Sain con el aval de Perotti. El jefe territorial de San Lorenzo es quien impulsó a Rodenas para que secunde a Rossi.

De esa forma, Perotti estaría aceptando que su propia vicegobernadora lo desplante y que Traferri quede como el jefe de la rosca que apuna contra su gobierno. Difícil avanzar con la gestión provincial en ese contexto. El polémico senador considero que el cierre de listas al que se encaminaba el gobernador lo dejaba afuera y entonces decidió, asociación con Rossi mediante, que llegó el momento de pasarle todas las facturas al Gobernador.

Esta interna de poder y negocios nunca fue advertida desde la Casa Rosada y el Instituto Patria y ahora se encuentran en el peor de los escenarios: rezar para que el saliente Ministro de Defensa pierda la PASO contra la lista de Perotti, la vicepresidenta y Alberto. Caso contrario, el costo político contra las tres figuras sería contundente y pondría en riesgo la gobernabilidad de la provincia con un mandatario que no tiene reelección y al que le queda la mitad de su mandato.