Nombramiento clave

El gusto que Axel Kicillof no se pudo dar a fin de año

Problemas en el seno de la oposición y falta de confianza preexistente hicieron que el gobernador Axel Kicillof no pudiera realizar el único nombramiento que solicitó explícitamente. La designación de su Secretario General de la Gobernación, Federico Thea, como presidente del Tribunal de Cuentas.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare viernes, 31 de diciembre de 2021 · 11:01 hs
El gusto que Axel Kicillof no se pudo dar a fin de año
Foto: Telam

"Quedamos que todo se resuelve en marzo. Logramos sacar mucho de la última sesión, pero lamentablemente lo de Federico Thea se resolverá en marzo, cuando la oposición termine su interna y resuelva quienes son los candidatos que propondrán para el Banco Provincia y otras dependencias", le dijo a MDZ una de las personas de mayor confianza, que no son muchas, del gobernador Axel Kicillof

Thea tendría que haber sido nombrado como presidente del Tribunal de Cuentas en lugar del radical Eduardo Grinberg, histórico máximo responsable del organismo revisor de las cuentas públicas del Estado Provincial y de los 135 municipios bonaerenses. "Es fundamental para una persona metódica como Axel tener un panorama diario de cómo se gastan las partidas presupuestarias y si hay, como ocurre, superposición de recursos municipales, provinciales y nacionales para ver como corregirlos", agregó la misma fuente,

El organismo suele tener una mirada política y ha permitido que muchos funcionarios e intendentes incumplieran con las normas de auditoría. La muñeca de Grinberg era reconocida por propios y extraños, y era una fuente inagotable de consultas por los contadores municipales y provinciales. 

Con sus delegaciones regionales, además, permitió que la mayoría de los jefes comunales no tuvieran inconvenientes en las posteriores revisiones anuales, y el sistema de registros contables administrativo RAFAM sirvió mucho para hacer un seguimiento casi a diario. Así y todo, para los alcaldes es una pesadilla cada vez que su Concejo Deliberante revisa los "baúles con documentación" para luego aprobar o rechazar, al año siguiente, la ejecución presupuestaria. 

Efectivamente, aún se usan baúles para acumular las carpetas con la información de todas las áreas. Nada de usar informática para esto, aún. Los pen drives solo sirven para mejorar la visión general, pero cuando se encuentra con un inconveniente, se va al comprobante físico, de papel. 

La idea oficial es que Thea, académico y tan metódico como su jefe y amigo Kicillof, empiece a realizar la imprescindible reforma administrativa y arme un entramado digital que permita saber y conocer al instante lo que sucede con cada partida y su contra parte relacionada con servicios, obras o compras, además de dotar de otras herramientas para agilizar las contrataciones y la presentación de lo contratado.

El fin de año no fue el soñado por la administración provincial. Los inconvenientes políticos originarios se agravaron tras la derrota de las PASO y la elección general de noviembre. Hubo una virtual intervención de la gestión comandada por Martín Insaurralde, quien reemplazó a Carlos Bianco, uno de los referentes más cercanos a Kicillof, el conductor del Clío. Un auto demasiado chico para la necesidad política provincial.

Martín Insaurralde es el representante de los intendentes y de Máximo Kirchner. Le gusta ese rol. Fue el que operó 24 por 24 para que las reelecciones de los intendentes se hiciera posible. "Sí, es cierto. No tenemos un concejal, un legislador ni un intendente que se referencie en Axel", reconoció un vocero oficial que, no obstante, dice no recibir demasiadas quejas por la distribución de lo que más le interesa a la política: la plata y los cargos. 

Todo eso fue discutido en la última sesión del año en la que se aprobaron las leyes fiscal e impositiva y el Presupuesto para el año 2022. Junto con eso, lo que más polémica trajo, la posibilidad de una nueva reelección (será la última) para los intendentes y demás cargos legislativos municipales y provinciales, como así la ratificación del actual Defensor del Pueblo, Guido Lorenzino, quien supo ser uno de los impulsores de Daniel Scioli para gobernador y presidente.

Lorenzino es un dirigente que se especializa en la relación pública y en la conciliación entre las partes. Será por su especialidad laboral, abogado, pero que prefiere los acuerdos antes que los litigios. "Hermano de la vida" de Gabriel Katopodis, siempre tuvo una excelente relación de confianza personal con Insaurralde, Mariano Cascallares y otros jefes comunales. Tan bueno es en el mano a mano que su prestancia lo llevó a ser parte de la intervención que sucedió a la gobernación de los Juárez en Santiago del Estero, por lo que también tuvo que sufrir alguna acusación que Gerardo Zamora, el actual jefe provincial, defendió y defiende. 

El otro nombramiento fue el de Gustavo Menéndez al frente del Grupo BAPRO, entidad que conduce las operaciones financieras y comerciales a las que están obligadas a contratar todos los municipios y el estado provincial. Un manejo monetario multimillonario con posibilidades de penetración política directa. 

El intendente de Merlo en uso de licencia ya había tenido un paso traumático por la gestión pública provincial. Fue como director del Instituto Provincial de Lotería y Casinos, en la que lo acusaron de haber sacado de la entidad medio millón de pesos y por lo cual fue condenado en primera instancia. 

Ni Menéndez ni Lorenzino son personas que hubiera elegido, a priori, Kicillof. Son parte del poder político preexistente, con el que su socio y no amigo, Máximo Kirchner, convive y pretende conducir a través del PJ bonaerense. Por eso, el único propio - propio, como Thea, esperará ya que es el "rehén" tomado por la oposición para asegurarse que sus candidatos no sean vetados posteriormente. 

"Esa fue una decisión consensuada que la tomó el propio gobernador con nosotros", indicó uno de los intendentes que no participaron directamente de la letra final del acuerdo pero que confía en lo acordado con Néstor Grindetti, el representante de todos los opositores en la negociación final. 

Grindetti y el senador provincial Juan Pablo Allan, aliado de Julio Garro, quedaron como los únicos negociadores finales. "Así es mucho más sencillo", dijeron en la Gobernación, que tras la salida de María Eugenia Vidal del poder, y su "corte de teléfono" a finales de 2019, cada intendente de Juntos por el Cambio quería negociar individualmente. 

Como no hay líderes, esa tensión aún continúa y fue lo que le impidió a Thea asumir. Juntos no pudo pasar un puñado de candidatos para ser parte del Banco Provincia y los otros organismos de control que deben ser aprobados por la legislatura. 

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