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En qué se basan las diferencias entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta

La guerra fría entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta es más que una cuestión de egos y de lucha por el poder. Se percibe un debate de fondo respecto a como Juntos por el Cambio vuelve a gobernar y con quienes. Diferencias difíciles de revertir.

Beto Valdez
Beto Valdez viernes, 26 de noviembre de 2021 · 07:00 hs
En qué se basan las diferencias entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta

Con buenos modales y mucha diplomacia cada vez se agudiza más la guerra fría entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta basada en más diferencias de las que se perciben y que va mucho más allá de una pelea de egos o por poder político. “Esta no es una cuestión personal, hay un debate de fondo que se empieza a jugar en la superficie y que pasa por cómo volvemos a la Casa Rosada y para que”, revela un dirigente partidario con buena relación con ambos.

“Si hay algo que Mauricio aprendió de su paso por el poder es que no debía haber practicado un pragmatismo y corrección política que no estaba en su ADN, por eso desde el 10 de diciembre de 2019 hasta ahora pasó a ser el jefe de los halcones y ha girado a la derecha sin culpa”, comentan quienes lo frecuentan periódicamente. Esa lectura parece un tiro por elevación al rol y a las ideas de Marcos Peña, quien hoy frecuenta mucho más a Rodríguez Larreta que a al expresidente.

Ayer el fundador del PRO fue punzante en su participación del evento de la Fundación Pensar en Córdoba. La mayoría de los medios destacaron su referencia a que “está bueno que muchos curas quieran ser Papas, pero sepan que van a tener que competir”, con una supuesta alusión al jefe de Gobierno porteño. Pero en términos de la guerra fría lo más importante que dijo fue “tiene que haber una claridad absoluta en cuanto al camino y las medidas a adoptar; no hay más lugar para el gradualismo”.

No sólo se trata de una autocrítica sino también una mirada más firme respecto a que Juntos por el Cambio debe prepararse para gobernar con más audacia desde el primer día y eso lo tienen que tener claro todos los integrantes de la coalición. “No se puede ampliar tanto que después no nos pongamos de acuerdo en lo que hay que hacer o que en la negociación con otros sectores que se incorporen vayamos cediendo y desvirtuando la receta dura que lamentablemente hay que implementar ante el actual descalabro”, dice uno de sus más fieles seguidores.

Macri está convencido que el próximo Gobierno va a ser de JxC y que van a llegar con mucho más poder que en 2015 por eso no comparte el objetivo de Rodríguez Larreta en torno a que se necesita reunir “un 70% para implementar las reformas estructurales pendientes”. Para el extitular de Boca Juniors “nadie puede sacar ese número ni en un ballotage, Horacio se refiere a construir alianzas con sectores del peronismo que nunca van a estar de acuerdo en modernizar el país y mucho menos en pagar el costo político”.

Mientras, el mandatario de CABA apuesta a un Gobierno muy amplio que logre un volumen político inédito para sortear la grieta. “Es la única forma de poder tomar las decisiones que hacen falta, buscar un consenso que le dé mayor gobernabilidad a nuestra gestión”, suelen repetir en su entorno.  Pero para llegar a ese objetivo “se corre el riesgo de no ir a fondo porque gran parte de sus interlocutores no coinciden con la receta”, agregan desde el macrismo.

Ahí es donde se filtra Patricia Bullrich y otros “halcones” que ponen en duda la voluntad política de Larreta de pararse más a la derecha por temor a perder votos por izquierda. Cuentan fuentes muy bien informadas del PRO que cuando “Horacio viajó a Estados Unidos a desayunar con Bill Clinton, coincidió con la comitiva de la jefa de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pero no quiso sacarse una foto con la figura más popular de la derecha española y con buena imagen en nuestra base electoral”.

En el larretismo no están plenamente convencidos respecto a que la sociedad se haya corrido a la derecha y exija menos Estado. Consideran que la fuga de votos que han tenido por derecha a través de José Luís Espert y Javier Milei es una moda pasajera. En cambio, el macrismo y Bullrich creen fervientemente en que las ideas liberales llegaron para quedarse porque hay un cambio de paradigma en la sociedad.  

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