Familias partidas: más de 30 mil mendocinos volvieron y siguen los dramas por el cierre de límites provinciales

La pandemia los separó. Ninguno contrajo coronavirus, pero las medidas restrictivas que se impusieron para circular por el país los alejó. Ella, la madre, quedó en Mendoza. Él, el hijo, en Buenos Aires para enfrentar un tratamiento oncológico. En el medio, los medios de transporte cortados, una provincia (San Luis) que se tomó en serio lo de ser “otro país” y complica todo y una provincia sin avión sanitario que permita agilizar traslados. “Se solucionó”, explicaron. Y la madre pudo reunirse con su hijo en un caso en el que incluso fue necesaria la intervención del gobernador Rodolfo Suarez. Historias así se repiten a diario. Familias partidas al medio, situaciones dramáticas que deja la pandemia más allá de lo sanitario y que son parte de una realidad difícil de mensurar.

En Mendoza buscan que no ocurra lo que pasó en Córdoba y otros distritos, donde por exceso de celo y mala interpretación de las normas se violan derechos. “Los límites provinciales tienen restricciones, pero sin que se viole el derecho a regresar a su hogar o de cumplir con situaciones críticas”, explicó Mariana Juri, que es ministra de Turismo y Cultura, pero que con la pandemia se volvió especialista en logística. Es que la propia dinámica de la pandemia obligó a cambiar roles y adaptar funciones.

Desde que comenzó la pandemia y se restringió el tránsito de personas, ingresaron a Mendoza 31 mil personas. Cada una con una historia particular. Luego de la primera “oleada” de regresos (que ocurrió con los mendocinos que estaban de vacaciones y los extranjeros que debían volver) la mayoría de las gestiones tienen que ver con mendocinos que regresan o se van por motivos laborales, de estudio o de salud.

Al final de la cosecha, por ejemplo, quedaron varados en Mendoza 6 mil trabajadores temporarios que tenían que retornar a Bolivia, a Salta, Jujuy y Tucumán, entre otros sitios.

Hoy, las demandas humanitarias llevan buena parte del trabajo logístico. “Hay muchas situaciones que no pueden dejar de atenderse. Hay que negociar mucho con otras provincias para evitar problemas. Son infinitas las situaciones que se presentan”, explicó Juri.

Cada provincia tiene sus propias reglamentaciones, pero existe un permiso nacional que habilita a circular. Se trata, justamente, del permiso “circular”, que se tramita vía web. Pero hay casos graves que incluso rozan lo ilegal. Es lo que pasa en San Luis. Las historias dramáticas en Desaguadero, límite provincial con Mendoza, se repiten. Es lo que pasó con un camionero que tenía un infarto y no era asistido. 

En la página donde se tramita el permiso “circular”, se deben seguir los pasos y allí hay una opción para permisos especiales. En la lista se contemplan emergencias, situaciones imprevistas o urgencias; para asistir a turnos médicos, hacer trámites impostergables, entre otros, como tratamientos médicos prolongados. También se entregan para entrenamiento de deportista de representación nacional de una federación autorizada.

En el caso de Mendoza se debe tramitar el permiso para “el regreso a casa en vehículos particulares”. “Podrán solicitar esta autorización quienes necesiten regresar en forma segura desde cualquier provincia del país hacia Mendoza, en sus vehículos particulares”, explica el instructivo.

El cierre total de los límites, incluso, roza la violación de la Constitución y de los derechos humanos. "Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país", dice el artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

A Mendoza se puede ingresar para visitar personas convalecientes, es decir de personas que tienen algún problema de salud. Para ello tienen que haberse hisopado y haber dado negativo. Para ingresar, deben enviar correo electrónico con un período de anticipación de al menos 72 horas a la dirección planificacioncovid19@mendoza.gov.ar.