Una invitación a pensar

¿Llegó la hora de la Reforma de la Constitución de Mendoza?

La autora, Cecilia Páez, es presidenta de Mujeres PRO en Mendoza, concejal de Luján de Cuyo y profesora de Historia. Su análisis acerca de la necesidad de una Reforma Constitucional en la provincia.

Cecilia Páez martes, 28 de julio de 2020 · 12:57 hs
¿Llegó la hora de la Reforma de la Constitución de Mendoza?
Foto: Legislatura Mendoza

En tiempos de crisis, es necesario echar una mirada al pasado. La Historia, invariablemente, nos muestra que cada sociedad, en algún momento y ante condiciones de emergencia, debió ponerse por encima de sus circunstancias para no paralizarse.

Es necesario hoy, entonces, diseñar un andamiaje jurídico que tenga que ver con los temas que le están importando a la sociedad mendocina. Ubicarse bien lejos de los fracasados intentos de reformas, centrados en meras circunstancias políticas, y acercarse a los valores sobre los que queremos sustentar la Mendoza en la que vivirán las próximas generaciones.

Por ello, es útil recuperar la perspectiva histórica para poder analizar en profundidad la importancia de la Reforma de la Constitución de Mendoza que data de 1916.

En marzo de 1914, asumió como gobernador Francisco Álvarez, candidato del Partido Popular, quien abrió un paréntesis entre dos estilos: el de “los gobiernos de familia”, personificado en los Civit, y el de José Néstor Lencinas, con la irrupción de la “chusma de alpargatas”, que era el reflejo de una clase media en formación que el orden conservador del siglo XIX no previó y desestimó.

El gobernador Francisco Álvarez realizó la convocatoria a elecciones para elegir una Convención Reformadora de la Constitución Provincial, en diciembre de 1914. Mendoza, en esos momentos, sentía la crisis que vivía el mundo, con la Primera Guerra Mundial, y el país, que atestiguaba una situación de cambio, en la que crujía un sistema para dar paso a otro, luego de la sanción de la Ley Sáenz Peña de 1912.

Cecilia Páez, concejal de Luján de Cuyo.

Aquella Mendoza, también vivía un ambiente de enfrentamientos políticos y luchas de poder. El sector vitivinícola atravesaba una crisis, con imposibilidad de pagar sueldos, con despidos y con protestas.

Parecía que ese marco no era el adecuado para la convocatoria a dicha convención. Sin embargo, juristas, académicos y políticos, entre otros, con solvencia, que podemos evidenciar en los textos escritos de la época, pudieron parir la Constitución de 1916, que, sin dudas, fue superadora de la Constitución de 1854 y sus reformas. 

Julián Barraquero, autor del texto que hoy sigue rigiéndonos, dijo: “El proyecto que hoy tengo el honor de presentar a la deliberación de esta ilustrada Asamblea, es el fruto de una paciente y madura reflexión sobre cada uno de los principios constitucionales que consagra". 

La Constitución fue el resultado de un contexto, pero también fue un proyecto de modernidad, que reflejó el ideario de la época, reconociendo derechos sociales, laborales y de igualdad; corrigiendo abusos de poder; generando alternancia de gobiernos; fortaleciendo órganos de control y jerarquizando la administración del agua y de la educación.

Asimismo, demostró fortaleza en la aplicación y cumplimiento de la nueva Ley Electoral Sáenz Peña de 1912, mediante la presencia de las minorías de manera directa, derogando la participación a través de cuerpos colegiados e incluyendo mecanismos de participación directa de la ciudadanía, como por ejemplo, el Referéndum, instituto largamente estudiado y debatido.

Al texto de 1916 se le han ido introduciendo modificaciones por el mecanismo de enmienda de un solo artículo, con posterioridad al año 1983: el artículo 120, de elección directa de gobernador y vice de 1985; el artículo 198, de elección directa de intendentes (1989) y del límite a su reelección (2018), por solo citar algunos ejemplos.

Al conmemorarse los 100 años de la Constitución de Mendoza se comenzó, desde la Legislatura, un “proceso abierto, participativo y deliberativo” que generase aportes a fin de adecuar la Constitución de 1916 a los nuevos desafíos que enfrentará Mendoza. El mismo arrojó como resultado la necesidad de incorporar al nuevo texto disposiciones sobre: ordenamiento territorial, autonomías municipales, recursos naturales, protección del ambiente, nuevos mecanismos de control y transparencia, creación de órganos extra-poderes, inclusión derechos de equidad de género e igualdad, entre otros.

Hoy, las consecuencias que, en todos los órdenes, supone un nuevo paradigma, nos ofrece una nueva oportunidad de plasmar un proyecto político, que, rejuveneciendo el andamiaje jurídico, dé la cara a la ciudadanía que pregunta de qué se trata, mirando a los próximos 100 años.

Deseamos que el Proyecto de Reforma que pronto será enviado a la Legislatura por el Poder Ejecutivo de Mendoza, refleje un espíritu que exprese las necesidades de este nuevo tiempo y que, a partir de nuestras circunstancias, seamos capaces de alumbrar a las generaciones venideras, nosotros, varones y mujeres, tal como lo hicieron los hombres de 1916.

 

Cecilia Páez
Presidenta Mujeres Pro Mendoza
Concejala del departamento de Luján de Cuyo
Ex senadora provincial
Profesora de historia

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