Tras la pandemia

Advierten que China "acelerará sus planes" en la Argentina y América Latina tras la pandemia

La pandemia de coronavirus le ha dado una enorme oportunidad a China de acelerar su estrategia de "neocolonización" en América Latina, extendiendo sus redes de poder económico frente a economías particularmente frágiles. En ese marco, la Argentina aparece como uno de sus blancos predilectos.

Redacción MDZ
Redacción MDZ domingo, 17 de mayo de 2020 · 10:24 hs
Advierten que China "acelerará sus planes" en la Argentina y América Latina tras la pandemia

La pandemia de coronavirus le ha dado una enorme oportunidad a China de acelerar su estrategia de "neocolonización" en América Latina, extendiendo sus redes de poder económico frente a instituciones tradicionalmente endebles y economías particularmente frágiles, en pos de aprovechar los recursos naturales de la región y reducir la influencia de un Occidente sumamente golpeado por la crisis. En ese marco, la Argentina aparece como uno de los blancos predilectos del gigante asiático, potenciado por los privilegios que el régimen comunista obtuvo durante los gobiernos kirchneristas en materia económica.

Evan Ellis, investigador de Estudios Latinoamericanos del Colegio de Guerra del Ejército de los Estados Unidos y que desde hace casi dos décadas indaga sobre los vínculos entre el Partido Comunista Chino (PCC) y los gobiernos latinoamericanos, advirtió que pese a verse debilitada por ser el origen de la pandemia de COVID-19, China "continúa utilizando el atractivo de sus mercados, sus recursos y la coordinación del estado para reordenar al mundo de modo que sea el principal beneficiario de los flujos globales de riqueza", lo que implica "que sus compañías e instituciones financieras se beneficien de los retornos de capital, adquieran productos primarios y alimentos del resto del mundo, obtengan la mayor parte del valor agregado dentro de China o por parte de los chinos, vendiendo al mundo su productos con valor agregado y control de los mercados, puertos e infraestructura de transporte".

"COVID-19 no ha cambiado esos planes, pero le da a Beijing una oportunidad sin precedentes para acelerarlos. Es probable que la pandemia y sus efectos sobre la salud y la economía persistan y continúen debilitando a Occidente por algún tiempo. En América Latina, es probable que la situación sea mucho peor, con vulnerabilidades en los sistemas de salud pública, grandes sectores informales, pequeñas y medianas empresas debilitadas y límites a la capacidad de los gobiernos de obtener préstamos para proteger a las poblaciones indefensas y los sectores económicos con el riesgo de que el contagio se extienda hasta 2021", añadió en una entrevista con el portal Infobae.

Uno de los países que sentirá el embate chino será la Argentina, según Ellis: "China ya está profundamente arraigada en la economía argentina, desde los miles de millones de dólares en acuerdos de intercambio de divisas negociados bajo el gobierno anterior de Cristina Fernández de Kirchner, enormes exportaciones de soja, aceite de soja y otros proyectos agrícolas, y una amplia gama de proyectos de infraestructura financiados y trabajados por China que, si aprovecha la crisis de COVID-19 en el momento de desesperación de Argentina, será tentador para el gobierno actual aceptar la oferta, y tal vez sea difícil decir stop si las condiciones no transparentes del régimen comunista chino comprometen demasiado la soberanía de Argentina".

En ese sentido, señaló como principales focos de interés chino los recursos de litio en el NOA y las producciones agrícolas, especialmente de soja. "Las empresas chinas también se sienten atraídas por el potencial para realizar grandes proyectos de energía y otras infraestructuras en Argentina, y vender al mercado sustancial del país. La geografía del hemisferio sur de Argentina, de manera similar, lo convirtió en el sitio lógico para la instalación de radar del espacio profundo en Bajada del Agrio", completó.

Para el especialista estadounidense, las estrategias de China para avanzar en sus planes de influencia son predominantemente de atractivo económico inversor, ofreciendo acuerdos poco transparentes a gobiernos débiles: "China utiliza el atractivo del acceso a su mercado masivo así como préstamos e inversiones, para tentar a los líderes empresariales y políticos a explorar acuerdos que de otro modo no considerarían. Aprovecha la capacidad de su gobierno para coordinar las actividades de sus Empresas de Propiedad Estatal, instituciones financieras y otros bancos para ofrecer paquetes no transparentes, lo que hace que otros gobiernos y empresas occidentales tengan dificultades para competir. Generalmente implican un financiamiento y una ejecución rápida, siempre que los gobiernos locales acuerden relajar ciertos procedimientos para la licitación pública competitiva, el uso de subcontratistas y mano de obra china".

"China también aplica el uso deliberado a gran escala de la diplomacia ‘de pueblo a pueblo’. Esto va mucho más allá del modesto número de Institutos Confucio en la región, que incluye a los miles de estudiantes llevados a China cada año para estudiar con becas, así como funcionarios gubernamentales, del partido y militares, científicos, líderes influyentes de think tanks, académicos, periodistas y otras élites trasladados a China en viajes con todos los gastos pagados. Hay una generación de funcionarios latinoamericanos responsables de negociar los intereses de su gobierno con China, que ellos mismos obtuvieron su ‘experiencia en China’ y una deuda de gratitud, gracias a las generosas becas Hanban", añadió.

Para evitar ser "embaucados" por la diplomacia china y sus generosas ofertas, sobretodo en el envío de recursos e insumos médicos para enfrentar la pandemia de COVID-19, Ellis propone a los gobiernos latinoamericanos que tengan "especial cuidado en insistir en la transparencia de tales acuerdos, para que no se malgaste el dinero público o que los funcionarios del gobierno se beneficien de la crisis. Del mismo modo, los gobiernos deben controlar la calidad de los bienes recibidos, para garantizar que las vidas no se arriesguen, sino que se salven".

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