Editorial

Mendoza y el país necesitan nuevos liderazgos y acciones para salir de la crisis

La crisis sanitaria y económica requieren nuevos liderazgos y trabajo colaborativo. La Provincia tomó la iniciativa y requerirá apoyo para prepararse para lo que viene. Los aciertos y errores de la gestión pública y la demanda para que la economía vuelva a funcionar.

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MDZ Política lunes, 6 de abril de 2020 · 10:49 hs
Mendoza y el país necesitan nuevos liderazgos y acciones para salir de la crisis

La pandemia de coronavirus sacó de carril a todos. Familias, comunidad, países, gobiernos. Y el día después encontrará un mundo nuevo, con realidades desconocidas, con nuevas costumbres y con lo que será, probablemente, la crisis más profunda desde la segunda guerra mundial en adelante.

Ese camino exigirá nuevos liderazgos, un rebrote de la solidaridad y también un enorme gesto de generosidad global. El filósofo Yuval Harari lo expuso de manera clara al advertir que el mundo vive la crisis más profunda de esta generación.  En ese sentido, el pensador asegura que una de las elecciones que habrá que tomar es “entre el aislamiento nacionalista y la solidaridad mundial”. “Tanto la propia epidemia como la crisis económica resultante son problemas mundiales. Sólo pueden resolverse eficazmente mediante la cooperación mundial. La cooperación mundial es esencial también en el frente económico”, aseguró el filósofo. “Si cada gobierno obra por su cuenta haciendo caso omiso de los demás, el resultado será el caos y el agravamiento de la crisis. Necesitamos un plan de acción mundial, y lo necesitamos sin tardanza”, asegura Harari.

Ese camino es necesario en todos los ámbitos, pero principalmente para quienes tienen la responsabilidad de tomar decisiones; quienes gobiernan y quienes aspiran a hacerlo. La clase política en primer lugar; los dirigentes empresarios también deben comprometerse a aportar. Mendoza tiene otra ventaja para enfrentar la crisis. Se trata del valor agregado de sus especialistas.Los gobiernos deben convocar a la mayor cantidad de asociaciones y gente capaz pue agregue conocimiento y valor para salir adelante.

En Argentina y en Mendoza esos liderazgos también son puestos a prueba. El presidente Alberto Fernández tuvo un fuerte respaldo en la primera etapa de la crisis, pero luego vivió varios traspiés: generó una grieta innecesaria con el sector productivo y hubo varios actos de gestión fallidos que pusieron en duda la pericia de muchos de sus funcionarios para estar en los primeros planos.

A nivel provincial se ejecutaron medidas dentro del marco institucional que le corresponde a la jurisdicción y el gobernador Rodolfo Suarez también enfrentó momentos de tensión con la Nación.

Liderazgos

El gobernador Rodolfo Suarez comandó la crisis y sumó poder para decidir con la declaración de la “emergencia total”. Antes que se declare el alerta nacional, en la provincia se preparó un Plan para atender los distintos niveles de la pandemia; desde el aislamiento hasta la atención crítica. Esa estrategia se topó con las restricciones nacionales al intentar comprar equipamiento médico, como los respiradores.

Tras el cierre de las fronteras, el “control de la calle” era otro desafío y no hubo grandes inconvenientes con la policía, más allá de un dato que no deja de llamar la atención de las autoridades: a pesar de las advertencias, miles de mendocinos arrastran causas penales por violar el aislamiento.

A la espera de señales nacionales, en Mendoza se tomaron algunas medidas para amenguar el impacto económico: postergación de vencimientos, prórroga de la moratoria y una línea de ayuda para empresas a través del Fondo para la Transformación. En el Ministerio de Economía hubo algunos cortocircuitos por la falta de sintonía hacia quiénes irá dirigida la ayuda y también por una efímera resolución que ampliaba las excepciones para funcionar a algunas actividades. El Gobernador desautorizo al ministro Enrique Vaquié, quien tuvo que volver sobre sus pasos.

Mendoza no es una isla. Está conectada al mundo y es parte de la Argentina. La economía local sufrirá los efectos de la pandemia y por ellos los mendocinos necesitan que todos los actores trabajen en equipo para mitigar el impacto y recuperar lo más rápido posible el dinamismo en las actividades productivas, tanto de las personas como de todas las empresas.

El presidente Alberto Fernández tuvo sus días  de gloria. Hiperactivo y protagonista único, lideró la primera etapa de la cuarentena y elevó su capital político, que venía en caída producto del pobre inicio de su gestión. Este efecto duró poco. La ideologización de muchas medidas y la nueva grieta que abrió con sus declaraciones rompieron la armonía que llevaba hasta ese momento.

También comenzaron a aparecer las falencias de gestión. Muchos anuncios, pocas concreciones. El ministro del Interior Waldo De Pedro, por ejemplo, no pudo implementar el nuevo mecanismo para circular. Pero lo ocurrido el viernes pasado fue un punto de quiebre, con una exposición sin cuidado de la población de riesgo que desbordó los bancos, con el riesgo de haber podido tirar por la borda el esfuerzo de 14 días de cuarentena.

Los problemas de la economía siguen sumando presión. En este sentido es importante destacar que por primera vez en la historia contemporánea la política se encuentra con su única fuente de ingresos quebrada. Autónomos, pymes, profesionales, grandes y pequeñas empresas, emprendedores. El único motor del perfecto sistema de recaudación que financia el exorbitante gasto político de municipios, provincias y Nación, no está generando ingresos y por ende el sistema está parado; la rueda dejó de girar. La única medida económica del Gobierno fue asistir más a los mismos de siempre. En este entorno, Mendoza debe lidiar con un sistema de gobierno complejo y que no logra resultados.

Urgente una acción sobre la economía a nivel nacional

La administración Federal de ingresos Públicos no da señales de ayuda. Pasados más de 15 días del parate el Gobierno nacional aún no implementa medidas reales y concretas para los actores de la economía. Créditos imposibles de sacar para pagar salarios, donde los flujos de fondos son imposibles de prever, sistema de apoyos al empleo que van cambiando por semana y de difícil y arbitraria implementación. Los actores de la economía real necesitan de políticas que generan puentes para pasar este momento.

En mayo las empresas agotarán las cuentas por cobrar que arrastraban de meses pasados y necesitan tiempo para volver a mover la rueda. Es momento de que Fernández comprenda que hoy todos los actores que aportaban están en riesgo real. Los cañones hay que apuntarlos a ellos, generando decisiones que permitan subsistir y arrancar rápido cuando se levanten las restricciones.

Final de la Pandemia y Suarez y ante una oportunidad única

Por ahora nadie puede prever cómo será el día después de la pandemia. Los países adoptan políticas distintas que van cambiando con el correr de los días. Podemos ver a Holanda buscar el contagio en “olas” de la población denominada “de bajo riesgo”. Alemania testea de manera intensiva y cuida el distanciamiento social y la economía a la vez. 

La medicina, mientras tanto, en una carrera contra reloj va arrojando información respecto a diversos tratamientos y corre para elaborar una vacuna. Lo que sí sabemos es que el remedido no puede ser pero que la enfermedad y que más temprano que tarde el mundo controlará esta pelea.

En este sentido Rodolfo Suarez transita la crisis con un gobierno nacional de distinto signo político y con la necesidad de mantener el equilibrio en la relación con la Nación. El estilo K estará siempre presente; un modo no amigable y no acostumbrado a la reciprocidad.

Como ocurre con todos los gobernadores, para Suarez es una oportunidad para afianzar su liderazgo. El Gobernador deberá contener a los aliados políticos y ser muy duro con aquellos funcionarios que no están a la altura de las circunstancias. Hoy se requiere tomar decisiones de alto nivel y con alto riesgo. No deberá tener miedo en aislar a aquellos que no comprendan y estén a la altura de la crisis.

La acumulación de poder en base a la Ley de Emergencia le da al gobernador la posibilidad de potenciarse individualmente, pero sin perder el diálogo y la capacidad de escuchar a todos los actores. Es importante conformar una mesa de trabajo para "el día después” de la pandemia para que Mendoza arranque con ventaja respecto a otras provincias y competidores del mundo en cuanto a turismo e industria.

La situación es compleja y requiere pericia y actos de grandeza. Nuevos liderazgos basados en el trabajo en equipo, en sumar desde las diferencias, humildad y valentía.

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