Suarez, el equilibrista que apoya a Larreta pero no se quema con él

Rodolfo Suarez es un equilibrista. Es una gobernador importante de "Juntos por el Cambio", pero no quiere gritarlo a viva voz, ni salir en los programas políticos como tal. Acorde a esta dualidad, no saca los pies del plato en la oposición, pero esquiva todo el tiempo los conflictos frontales con la Casa Rosada.

Este breve perfil explica por qué el gobernador participará este viernes de la firma del acuerdo de consenso fiscal impulsado por el Gobierno Nacional, justo cuando un aliado suyo, el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, está en la cima de una pelea con la Nación por los recortes de coparticipación federal.

Rodríguez Larreta no va a firmar nada con Alberto Fernández, por la pelea de los fondos para la seguridad que le recortaron. En cambio, Suarez sí participará del acto. Hay que aclarar que la gran mayoria de los gobernadores ha comprometido su presencia y que no será el único radical presente: harán lo mismo que él Gustavo Valdés (Corrientes) y Gerardo Morales (Jujuy).

A Suarez ni se le pasa por la cabeza un gesto de rebeldía. Más allá de que comparta las opiniones de Larreta y crea que cualquier gobernador está en riesgo de padecer situaciones similares a la suya.

Además el gobernador, quien como todos firmará un compromiso de evitar juicios a la Nación y limitar el endeudamiento en dólares, no pierde la esperanza de que la Nación acepte el reclamo por los fondos de emergencia que, considera, la Casa Rosada todavía le adeuda.

La plata del programa nacional para la pandemia (ATN y créditos blandos) que aún no recibe podría solucionarle el problema del pago de los aguinaldos de fin de año para los estatales. Tiene que llevarse bien con el Gobierno Nacional para conservar esta ilusión. De última, hay un gobernador de su partido que resigna mucho más que él para no perder los fondos que necesita para sobrevivir: Morales. 

En este contexto, Suarez se atiene a sus propias reglas: "Prefiero ser respetuoso y precavido", declaró a MDZ en octubre. Lo dijo después del fugaz cruce que tuvo con la Casa Rosada por el endurecimiento de la cuarentena y el presunto retorno a Fase 1 de Mendoza.

Aquella vez, evitó que lo subieran al ring mediático para enfrentar al kirchnerismo. Aunque suele tener chispazos con otros radicales en Mendoza por no endurecer el discurso y por seguir caminando sobre ese filo angosto que ha elegido transitar: la cuerda del equilibrista.