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Qué hay detrás de la sanción a Edemsa por más de $100 millones

En 2017, el Gobierno y Edemsa firmaron un convenio que suponía "buenos oficios". Pero tras ese acuerdo, la empresa volvió a incumplir. 

jueves, 28 de febrero de 2019 · 18:47 hs

En 2017 el Gobierno de Mendoza y la empresa EDEMSA firmaron un acuerdo que, además de los detalles técnicos, tenía una connotación particular: generar buenos oficios e iniciar una nueva relación de confianza. En ese pacto la empresa consiguió que le dieran tarifa plena y se comprometía a pagar deudas con los usuarios, desistir de reclamos judiciales y ejecutar un plan de otras “urgentes” para que el servicio no empeore. La letra del acuerdo se cumplió, pero no el pacto de confianza no escrito.  La relación entre la empresa, el Estado y los usuarios siguió viciada. Al otro día siguieron los incumplimientos sobre la calidad del servicio y por eso el EPRE multó a EDEMSA con $101 millones por no respetar la calidad de servicio del semestre siguiente al acuerdo. 

Lo que debería ser la normalidad pasó a ser noticia por los antecedentes. Hasta ahora la empresa había esquivado el pago de multas y una de las hipótesis que hacen quienes analizaron las cuentas es que era más barato ser sancionado, que ejecutar las obras y servicios necesarios para mejorar la calidad del servicio como exige el contrato. Mucho más si se tiene en cuenta que las multas no se pagaban. La impunidad, en ese sentido, era la base del negocio.

El convenio firmado establecía la cancelación de las multas adeudadas a los usuarios, por un total de 250 millones de pesos, pero en 5 cuotas. La inercia de incumplimientos no se rompió. De hecho, los 101 millones de pesos que la empresa deberá devolver no se ejecutó por buena voluntad, sino por obligación judicial. Es que EDEMSA en realidad debería haber bonificado ese dinero a los usuarios en noviembre del 2017. Como no lo hizo, se los intimó  y se ejecutó la deuda vía apremio judicial.

En el Gobierno no dejan de darle trascendencia política a lo que ocurrió, sobre todo por el contexto. Es que el grupo empresario que tiene el control de EDEMSA ha tenido relaciones sinuosas con distintos gobiernos. Ahora, aseguran, ese vínculo es "netamente institucional y solo a través de los funcionarios del área de Servicios Públicos y el EPRE".

Dudas y ganancias

Lo que tampoco cambió en estos últimos meses fue el exponencial aumento de la facturación de la empresa. Según la rendición de cuentas presentada en septiembre, “las Ventas se incrementaron en un 91% producto de la aplicación completa de los aumentos de los costos de abastecimiento de 2017”. Por eso el resultado bruto aumentó un 145%, “pasando de $ 420,4 millones en los primeros 9 meses del año 2017 a $ 1.030,6 millones en el mismo período del corriente año”, menciona el balance. A pesar de ese resultado positivo, EDEMSA dice que tuvo un resultado operativo de $200 millones de ganancias. 

El aumento del rigor sobre la empresa ocurre en un contexto particular, donde el Gobierno debe decidir si mantiene la confianza sobre los empresarios que tienen a cargo la gestión de la empresa o no. Para ello hay una auditoría en marcha, donde analizan los números de la empresa, principalmente el destino de los recursos y el por qué de la deuda que arrastra a pesar de haber tenido un fuerte aumento en la recaudación. Pero también auditan la parte técnica, sobre calidad de servicio, activos y estrategia de la empresa concesionaria.

Dentro de la sociedad controlante de EDEMSA hay movimientos. Así, por ejemplo, se terminaron de romper los vínculos entre el área de negocios eléctricos del grupo liderado por José Luis Manzano (Andina) y el área petrolera (que era Andes Energía y pasó a ser Phoenix). Para ello hubo una compensación de U$S 1.037.977 por el cual Phoenix busca “terminar y resolver todo pasado, presente, futuro o potencial reclamo recíproco” entre las empresas. Es decir, que la petrolera de deshizo de cualquier vínculo con EDEMSA y sus conflictos. Esa firma tiene entre sus activos a Petrolera El Trébol, que hizo punta en Mendoza en el desarrollo de Vaca Muerta.

Pero no es el único negocio cruzado pendiente de resolver, pues también mencionan créditos “por anticipos de honorarios” con Andes Energía y con Grecoil (otra de las petroleras de Manzano). Los movimientos de activos entre las empresas relacionadas es motivo de auditoría también.