La Mendoza que nos toca vs la Mendoza que queremos
Para sacar a Mendoza de la crisis en la que se encuentra no solo es necesario un compromiso multipartidario. Es preciso que los diferentes sectores económicos de la provincia salgan del letargo en el que se han sumergido y vuelvan a empujar en conjunto para remover el óxido y poner en movimiento los engranajes productivos. Pensando Mendoza II no fue más que un espacio que se ofreció para debatir, discutir y reflexionar sobre los cambios que deben realizarse, para así esbozar un rumbo común con cimientos sólidos y que en el futuro la discusión gire en torno a las formas de llegar a ese objetivo.
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Hay en algo en lo que todos los participantes coincidieron: Mendoza está mal. A diario los mendocinos tienen que lidiar con problemas de inseguridad, fábricas que cierran sus puertas, fincas que se abandonan, un Estado en terapia intensiva y billeteras que no llegan a fin de mes. Con este diagnóstico, es entendible que exista un periodo destinado a apagar incendios y poner parches para que el barco no termine de naufragar. Pero como explicó el empresario Luis Robbio, "no todos deben ser bomberos y alguien debe mirar para adelante".
En otras palabras, no basta con recortar el gasto público, terminar los gastos superfluos y ordenar las cuentas del Estado. Hay que levantar la vista y buscar la manera de reactivar al sector privado y que se vuelva a generar trabajo genuino. En este sentido, como presidente de la compañía de software Belatrix, Robbio habla desde una de las industrias innovadoras que pueden emerger como posible generadora de empleo en Mendoza.
Ese es el principal desafío y no es fácil de conseguir. Así lo reconoció el ministro de Hacienda Martín Kerchner y su par de seguridad, Gianni Venier. Al compartir un almuerzo con periodistas de MDZ en La Lucía, este último dejó claro que el primer paso para combatir el delito es fortalecer los mecanismos punitivos. Si bien corrió el eje de la discusión y subestimó el resultado de la prevensión social del delito a través de trabajos de otras disciplinas como la educación y el deporte, aseguró que para disminuir la delincuencia es fundamental que existan posibilidades de empleo. Alternativas de vida para que las personas puedan tener una vivienda, bienes propios y expectativas.

El problema es que durante años la actividad privada fue disminuyendo su ritmo mientras que de forma inversamente proporcional aumentaba la planta de empleos en el Estado. Según Kerchner, ese es uno de los principales inconvenientes que debieron afrontar al asumir en el Gobierno: la planta permanente sobredimensionada. "Lo que tuvimos que hacer es frenar las incorporaciones y redistribuir el recurso humano que hoy existe. Con el paso de los años, cuando crezca la provincia, se volverán a equiparar los niveles óptimos", explicó.
Para ello, es fundamental ampliar la matriz productiva. Hoy en día el precio del petróleo es bajo, la fruticultura está en picada y la vitivinícultura no alcanza para salir a flote. En el Gobierno apuestan a fortalecer otras alternativas como las energías renovables o el turismo, pero también hay que adaptarse al presente y desarrollar nuevas industrias, como la de Robbio.
Sin embargo, tampoco hay que descuidar las actividades que hoy existen y que se han venido a menos. En el Valle de Uco preocupa la situación de Alco y cada vez son más las fincas de frutales que son abandonadas por su baja rentabilidad. Según un estudio de la Universidad Nacional de Cuyo, en las últimas décadas los productores no pudieron capitalizarse y fueron perdiendo calidad en sus productos por no invertir en agregar valor a los mismos. Ante esta situación, los hijos de estos finqueros perdieron el interés de seguir con la producción y buscaron nuevos rumbos.
Quizá así se pueda explicar la falta de interés para tomar los créditos a tasas convenientes que ofrece la provincia, pero que no encuentran adherentes.
Achicar la planta de personal en el Estado, reactivar obras, fomentar el turismo, desarrollar industrias nuevas, recuperar emprendimientos rurales, incursionar en energías renovables y ordenar las cuentas públicas son algunos de los vectores que marcan el camino a seguir. Esto solo puede lograrse dejando de lado mezquindades políticas y convocando al sector privado para trabajar codo a codo. Mientras tanto, la provincia seguirá dependiendo de la buena voluntad que quiera mostrar el Gobierno Nacional. En palabras de Raúl Baglini, "Mendoza debe recuperar su poder de lobby".