Triple crimen: las claves de una trama judicial que conmocionó al país
El triple crimen de Lara, Brenda y Morena desnudó la forma con las que actúan las bandas narco en el país. Uno a uno los detenidos y su rol en brutal asesinato.

El brutal triple crimen de Brenda Loreley Del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Morena Gutiérrez (15) en Florencio Varela, conmocionó al país y desnudó la actividad delictiva de las organizaciones narco en el país.
XEl triple crimen de Florencio Varela se convirtió en uno de los casos más estremecedores de los últimos años y desnudó que el accionar de bandas narco estaba organizado y actuaba con códigos propios de carteles internacionales, moviéndose con impunidad en el país.
El 19 de septiembre pasado, Brenda Loreley Del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Morena Gutiérrez (15) desaparecieron en La Matanza y su pedido de paradero se difundió ampliamente. La conmoción sobrevino pocos días después cuando sus cuerpos fueron hallados enterrados en el patio de una vivienda de Villa Vatteone, partido de Florencio Varela.
Te Podría Interesar
El hallazgo confirmó las sospechas más oscuras: las jóvenes habían sido brutalmente asesinadas en un contexto de violencia extrema.
La autopsia y los primeros hallazgos
Los peritos determinaron que los cadáveres presentaban torturas, mutilaciones y heridas múltiples. En el caso de Lara, la autopsia reveló que murió por shock hipovolémico tras la sección de la arteria carótida, además de cortes punzocortantes en todo el cuerpo.
Entre los elementos recolectados se hallaron cintas plásticas usadas como mordaza, cordones atando tobillos y restos de vidrios, signos de una inmovilización forzada y ensañamiento. El estado avanzado de descomposición dificultó algunos análisis, pero las conclusiones forenses reforzaron la hipótesis de un crimen planificado. Inclusive, uno de los cuerpos tenía signos de que habían intentado incinerarlo.
Aún cuando en las primeras horas se especuló sobre que detrás de estos femicidios había una organización relacionada al narcotráfico con la que las jóvenes habían estado ligadas, la brutalidad con la que se cometió el triple crimen estremeció a la sociedad y motivó movilizaciones en todo el país, con pedidos de Justicia por Lara, Brenda y Morena.
Las primeras detenciones
La investigación avanzó con cierta rapidez. A las pocas horas del espeluznante hallazgo, la Policía bonaerense informó sobre la detención de Miguel Ángel Villanueva Silva (25) y Magalí Celeste González Guerrero (28), dueños de la vivienda donde fueron encontrados los cuerpos. Junto a ellos fueron arrestados Daniela Iara Ibarra (19) y Maximiliano Andrés Parra (18), sorprendidos mientras intentaban limpiar manchas de sangre en la vivienda.
Luego cayó Lázaro Víctor Sotacuro, identificado como chofer del operativo, acusado de trasladar a las víctimas en una camioneta blanca. Su sobrina, Florencia Ibáñez, admitió que el vehículo de su tío fue usado en la maniobra y también quedó detenida.
El sexto implicado fue Ariel Giménez (29), señalado como quien cavó el pozo donde enterraron a las víctimas. Con estas detenciones, la Justicia argentina ya tenía a siete sospechosos vinculados directamente al triple crimen.
La conexión con “Pequeño J”
Mientras las detenciones se multiplicaban, la investigación comenzó a centrarse en la hipótesis de una venganza narco hacia las jóvenes y surgió el nombre del presunto autor intelectual del triple crimen: Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, un joven peruano de 20 años considerado líder de una organización narco transnacional con presencia en el sur del conurbano bonaerense y vínculos en la Villa 1-11-14 de CABA.
Valverde fue arrestado en Lima, Perú, cuando transitaba escondido en un camión en Pucusana rumbo al encuentro de su mano derecha, Matías Ozorio, sin saber que este último, de nacionalidad argentina, ya había sido detenido esa misma mañana.
Apresado en esa ciudad peruana, en las últimas horas se supo que el juez Cristian Chumpitaz dispuso nueve meses de prisión preventiva en el penal de Cañete, con fines de extradición a la Argentina. Su defensa, encabezada por Carlos Sandoval, sostiene que el joven es inocente, que trabajaba en la cosecha de arándanos y en venta ambulante, y que huyó por miedo a la exposición mediática.
En la audiencia, afirmó que su cliente no tenía "ingresos en penales” y basado en esto, el letrado pidió libertad con restricciones, Pero la solicitud fue rechazada debido a que el juez considera que existe riesgo de fuga.
El rol de Matías Ozorio
Otro nombre clave es el de Matías Ozorio, considerado la mano derecha de Valverde, y con quien el jueves "Pequeño J" pensaba reunirse en Lima. El encuentro fue frustrado por la detención de ambos.
Ozorio fue aprehendido en Lima, donde había llegado escapando de Argentina vía Paraguay. Inmediatamente comenzó su proceso de extradición y llegó a Argentina ayer quedando a disposición de la fiscalía de San Justo. En su primera indagatoria, se negó a declarar.
Las autoridades creen que Ozorio participó de manera directa en la ejecución del crimen, aunque todavía se investiga si actuó solo o acompañado.
Su detención se mantuvo en silencio para no alertar a Valverde. Investigadores del caso se hicieron pasar por Ozorio y mantuvieron comunicaciones todo el día para hacerle creer que el encuentro se mantenía en pie. Fue así que lograron dar con el que creen es el autor intelectual del brutal crimen de las jóvenes.
Hipótesis del móvil
La principal línea de investigación apunta a un ajuste narco. Según la hipótesis más fuerte, el crimen se desencadenó por el robo de unos 400 kilos de droga. Incluso se plantea que Lara habría visto mercadería oculta en una vivienda, lo que habría desatado una represalia violenta.
La Fiscalía mantiene abierta la posibilidad de que existan más involucrados: se libraron órdenes de captura contra al menos dos ciudadanos peruanos que habrían brindado apoyo en el operativo.
Mientras en Perú se define la extradición de Valverde, en Argentina avanzan las indagatorias para los siete detenidos. Cada uno enfrenta acusaciones específicas en este estremecedor caso.
La causa se encuentra bajo secreto de sumario, lo que restringe la información pública. Sin embargo, se sabe que la fiscalía trabaja en pruebas y declaraciones testimoniales para establecer la secuencia del crimen y las responsabilidades individuales.
El triple crimen de Florencio Varela no solo expone la brutalidad de un femicidio múltiple, sino que además se inserta en un entramado criminal ligado al narcotráfico. La coordinación entre Argentina y Perú fue clave para avanzar en las detenciones y las extradiciones. Aún resta desentramar varios cabos sueltos para conocer cómo se ideó el triple crimen que todavía tiene muchas piezas por encajar.