Estos son todos los detalles sobre el crimen de Diego Fernández
Los restos hallados en un terreno en el barrio de Coghlan pertenecen a Diego Fernández Lima, un joven que desapareció en 1984.

Diego Fernández, el joven que desapareció hace 41 años.
XTras 41 años de incertidumbre, un descubrimiento desenterró el crimen de Diego Fernández Lima, el joven de 16 años que fue asesinado en Coghlan. En el mes de mayo, al realizar tareas de remoción y demolición de una medianera en un terreno ubicado en la avenida Congreso 3748, lindero a la casa donde vivió el célebre músico Gustavo Cerati, obreros hallaron restos óseos en una fosa improvisada.
Junto al cuerpo, se encontraron objetos que hace cuatro décadas fueron cotidianos para un adolescente: un reloj Casio con calculadora, un llavero naranja con una llave, una moneda japonesa de 5 yenes, una media y una corbata escolar.
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El hallazgo que reactivó el dolor de una familia
Los peritos de la Policía de la Ciudad recogieron 151 fragmentos óseos, mientras que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) determinó que los restos correspondían a un varón de entre 16 y 19 años, aproximadamente 1,72 metros de altura. Presentaba una herida punzocortante en la cuarta costilla derecha y marcas compatibles con un intento de desmembramiento.
La difusión del caso conectó inesperadamente con un sobrino de Diego, quien reconoció los objetos hallados. Ante esa señal, la justicia tomó una muestra de sangre de la madre y, mediante ADN, confirmó que los restos correspondían a Diego Fernández Lima.
La desaparición de Diego Fernández
El joven desapareció el 26 de julio de 1984 cuando tenía 16 años. Lo último que se supo fue que iba a ir a lo de un amigo del colegio, pero nunca regresó. La denuncia que sus padres intentaron hacer aquella noche fue desestimada por la policía, que les sugirió que se trataba de una fuga.
Sin embargo, el padre de Diego, Juan Benigno “Tito” Fernández Lima, nunca cesó en su búsqueda, apuntando a una secta como posible responsable. Llevaba una libretita donde anotaba toda la información y las pistas que iba recopilando. En 1991, tan solo siete años después de la desaparición de Diego, Tito fue atropellado mientras circulaba en bicicleta, a siete cuadras de la casa en donde fueron hallados los restos de su hijo.
La investigación y un sospechoso bajo la lupa
Con el correr de los días, se supo que el terreno donde fueron hallados los restos de Diego pertenece a la familia Graf. Un excompañero del colegio puso en la mira a Cristian Graf (56). Según trascendió, Cristian y Diego eran compañeros del ENET N° 36 y compartían el fanatismo por las motos.
Cristian es el principal sospechoso, no solo por haber sido compañero de Diego y por vivir en la vivienda donde se hallaron los restos, sino por haber dado tres hipótesis contradictorias. En primer lugar, mencionó que, unos años atrás, en el terreno hubo una iglesia y que los restos podrían pertenecer a un cura. Por otro lado, habló sobre un establo. Y por último, indicó que cuando hicieron la pileta, pidieron un camión de tierra para nivelar y sugirió que tal vez de allí vinieron los restos.
Ante esto, el fiscal a cargo del caso, Martín López Perrando, le solicitó al juez de Instrucción, Alejandro Litvack, que cite a Cristian a indagatoria, no por el homicidio en sí, sino por el encubrimiento del caso junto al ocultamiento de pruebas.
Una lucha que aún no termina
El caso motivó a los familiares a promover la “Ley Diego”, inspirada en la Ley Piazza, para que los casos de desaparición o asesinato de menores no prescriban con el tiempo. Aunque el delito de homicidio prescribió, el objetivo ahora es reconstruir las circunstancias del crimen, determinar responsabilidades y esclarecer lo que ocurrió.
Cronología del caso Diego Fernández Lima
26 de julio de 1984
- Diego Fernández Lima, de 16 años, sale de su casa para ir a lo de un amigo del colegio. Nunca regresa.
- La familia denuncia su desaparición ante la Policía, pero la causa es desestimada bajo la hipótesis de una “fuga voluntaria”.
1984 – 1991
- La familia busca a Diego por su cuenta. Sospecha de una secta que aparentemente funcionaba a pocas cuadras de su casa.
- En 1991, el padre muere atropellado mientras buscaba pistas para dar con el paradero de su hijo.
Mayo de 2025
- Durante obras en un terreno lindero a la casa donde vivió Gustavo Cerati, obreros hallaron restos humanos y objetos personales: Un reloj Casio, una corbata escolar, un llavero, una moneda y una media.
- El hallazgo activa la intervención de la Policía de la Ciudad y del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Julio de 2025
- Los peritos determinan que los restos corresponden a un varón de entre 16 y 19 años, de 1,72m de altura, con heridas punzocortantes y marcas compatibles con un intento de desmembramiento.
- La fiscalía reabre la investigación como presunto homicidio.
Agosto de 2025
- La familia reconoce algunos objetos del hallazgo, y mediante ADN se confirma que los restos son de Diego Fernández Lima.
- Se identifica al principal sospechoso: Cristian Graf, excompañero de colegio de Diego.
- Obreros y testigos declaran sobre la ubicación y las condiciones del hallazgo, describiendo la fosa y la actitud nerviosa del sospechoso durante la obra.
- La familia de la víctima impulsa la “Ley Diego”, que busca que los casos de desaparición o asesinato de menores no prescriban con el tiempo.