"Me voy a morir con esto", el desgarrador relato del hermano de Diego Fernández en plena investigación
Javier Fernández habló en MDZ y contó el calvario que vivió su familia desde la desaparición de Diego en 1984 hasta el hallazgo de sus restos en el barrio de Coghlan.

Javier, hermano de Diego Fernández.
Analía Melnik/MDZEl miércoles pasado, se confirmó que los restos hallados bajo una medianera en una vivienda lindera a la casa donde había residido el célebre músico Gustavo Cerati, pertenecían a Diego Fernández Lima, un joven de 16 años que fue asesinado en el barrio porteño de Coghlan.
Con el correr de los días, se supo que el terreno donde fueron hallados los restos de Diego pertenece a la familia Graf. Un testigo puso en la mira a Cristian (56), un excompañero del secundario de la víctima. En las últimas horas, el fiscal Martín López Perrando pidió que se cite al principal sospechoso a indagatoria, no por el homicidio en sí, sino por el encubrimiento del caso junto al ocultamiento de pruebas.
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A 41 años del crimen, Javier Fernández, hermano de la víctima, en una entrevista MDZ, relató el largo camino de dolor, lucha y búsqueda que culminó con el hallazgo de los restos de su hermano. Ahora impulsa la "Ley Diego" para que crímenes como el de su hermano no prescriban.
El calvario empezó una noche de 1984
El 8 de noviembre de 1984, Diego no volvió a casa. La familia empezó a alarmarse cuando no llegó a cenar. "A las 9 ya sabíamos que algo había pasado", detalló Javier. Pero la Policía desestimó la denuncia: "Le dijeron a mi papá que seguramente se había ido con una chica, que ya iba a volver".
"Diego era como un hermano mayor para mí. Tenía 16 años cuando desapareció, yo 10. Jugábamos al fútbol en casa, me iba a buscar al colegio en bici. Era alegre, normal", recordó Javier. La desaparición de Diego en 1984 marcó a fuego a su familia. "Todos los días pienso en él. Durante años conservé la esperanza de que estuviera vivo", señaló.
El padre que murió buscando a su hijo
Juan Benigno “Tito” Fernández Lima, el padre de Diego, nunca dejó de buscarlo. Pensaba que había sido secuestrado por una secta que operaba cerca de donde fue visto por última vez. Llevaba una libreta con pistas, anotaciones. Murió en un accidente, a sólo siete cuadras de donde aparecieron los restos de su hijo. "Fue muy duro, nunca pude superar la angustia", relató, emocionado.
El hallazgo de los restos de Diego Fernández y una verdad inesperada
En 2025, un obrero encontró restos óseos al excavar en un terreno ubicado en avenida Congreso 3742, en Coghlan. Era la propiedad lindera a la que vivió Gustavo Cerati entre 2002 y 2003. "Gracias a ese obrero, hoy sabemos qué pasó. Todavía no pude abrazarlo, pero necesito hacerlo", manifestó Javier.
Con el correr de los días, se supo que el terreno donde fueron hallados los restos pertenece a la familia Graf. La causa dio un giro cuando excompañeros del colegio pusieron en la mira a Cristian Graff (56), un excompañero del secundario de la víctima.
La ley Diego: una propuesta para la justicia
El caso está prescripto, por lo que Javier busca impulsar la "Ley Diego". "Como la Ley Piazza, para que los delitos contra menores no prescriban. Si se encuentran restos, debe poder juzgarse al responsable, aunque hayan pasado décadas", indicó.
La fuerza de la memoria colectiva
"No estoy solo como lo estuvieron mis padres. Hoy hay redes, medios, gente que me escribe todo el tiempo. Eso es una caricia al alma", expresó Javier. Y concluyó con un pedido: "Necesito justicia y verdad. Por Diego, por mi papá, por mi mamá, por todos".