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En primera persona: cómo funcionaba la millonaria estafa que denunció un grupo de amigos en Mendoza

Una de las víctimas de la presunta estafa millonaria apuntó fuertemente contra Carlos Mauro Llopiz, imputado como responsable de un esquema Ponzi.

Un denunciante de la estafa explicó como Carlos Mauro Llopiz lo contactó y se ganó su confianza.

Un denunciante de la estafa explicó como Carlos Mauro Llopiz lo contactó y se ganó su confianza.

La investigación por las denuncias de estafa contra Carlos Mauro Llopiz avanza día a día y en los tres casos que analiza la Justicia el dinero presuntamente defraudado alcanzaría un total de 224.000 dólares. Pese a eso, uno de los damnificados mantuvo una charla con MDZ y aseguró que el monto es mayor y supera los US$ 500.000.

El denunciante que habló públicamente por primera vez —manteniendo en reserva su identidad—, afirmó que toda la situación vivida a partir del ardid, generó graves daños entre los tres jóvenes que acudieron a la Justicia, quienes pertenecen a un mismo grupo de amigos en el que Llopiz se introdujo para perpetrar el engaño, surge de ese relato.

En contrapartida, desde la defensa de Llopiz afirman que existen inconsistencias en las versiones de los denunciantes, motivo por el cual sumarán al expediente una serie de pruebas en los próximos días, con la intención de derrumbar la teoría oficial.

El caso tuvo sus primeros avances y los elementos reunidos por el fiscal de Delitos Económicos Juan Ticheli alcanzaron para imputar el miércoles 15 de este mes a Llopiz por el delito de estafa genérica reiterada, agravada por abuso de confianza y con apariencia de empresa y negociación. A partir de esto, las partes buscan reforzar sus respectivas hipótesis.

De la acusación del representante del Ministerio Público Fiscal (MPF) surge que el sospechoso cometió estafas con las características de un esquema Ponzi, el cual consiste en una operación fraudulenta donde las ganancias prometidas a los primeros inversionistas reciben pagos a partir del capital que entregan nuevos miembros. Estos últimos son captados por el o los estafadores ganando su confianza mediante la divulgación de experiencias positivas que tuvieron los clientes iniciales.

No obstante, fuentes allegadas a la defensa de Llopiz, a cargo de los abogados Juan Bautista Ferrari, Bernardo Ramón y Adriano Spedaletti, señalaron que en este caso "no se dan los parámetros técnicos como para considerarla" un esquema Ponzi.

En ese contexto, el presunto estafador permanecía en libertad y sujeto al proceso que se le inició, por lo que se le fijaron algunas reglas de conducta a seguir, tales como dar aviso a la Justicia en caso de que desee salir de la provincia o el país, para corroborar si están dadas las condiciones y así recibir la autorización correspondiente, agrega la información.

Por eso, los abogados pusieron todo el tiempo a Llopiz a disposición de las autoridades a cargo de las pesquisas y ofrecieron siete testigos que estarían dispuestos a declarar y aportar material a la investigación, así como también documentos relacionados con las actividades de su cliente y dispositivos electrónicos para que los detectives extraigan los datos que crean necesarios, sentenciaron esas fuentes.

El relato de un denunciante

Por otro lado, uno de los denunciantes de los tres casos que tiene la Justicia en sus manos, prestó su testimonio a MDZ y brindó detalles sobre cómo fue el primer contacto que mantuvo con el imputado, contra quien apuntó duramente por las situaciones que desencadenó con la presunta maniobra fraudulenta.

Durante la conversación, aclaró que conoció a Llopiz en una juntada con amigos: "Se presentaba como un inversionista que movía plata en el mercado de valores", precisó. Y, aunque comentó que en un principio no tenía interés en invertir en la firma del acusado, este se integró a ese grupo de amigos y se ganó la confianza de ellos.

Mientras más tiempo pasaban juntos, Llopiz insistía cada vez más que debían invertir en su emprendimiento, prometiendo que tendrían una rentabilidad de entre el 4% y el 5%. Eso, sumado a la buena imagen que mostraba la empresa fundada por el imputado, llamada Bull Capital, gran parte del grupo de amigos terminó invirtiendo grandes sumas de dinero.

Si bien los denunciantes relataron que en un comienzo entraron pagando pequeñas cantidades de dinero, al conseguir réditos en el negocio, y con Llopiz cada vez más involucrado en su círculo cercano, el monto de las inversiones fue creciendo.

Pero, llegando al segundo semestre de 2024, los pagos se retrasaron y eso empezó a preocupar a los afectados. Según la versión que ofreció uno de ellos a este portal: "En el grupo nos dimos cuenta de que no estaba pagando como antes", motivo por el que empezaron a sospechar.

La investigación por estafas y el daño colateral

A la par que se agravaba la situación, comenzaron las peleas entre el grupo de amigos que, de acuerdo con las denuncias, fue blanco de las estafas. El relato ofrecido a MDZ afirma que los jóvenes terminaron enemistados, ya que algunos de ellos hicieron un arreglo de palabra con Llopiz, quien les ofreció un monto menor al defraudado a cambio de que desestimaran sus intenciones de denunciarlo y así ambas partes evitarían el tedioso proceso judicial.

Esa versión agrega que Llopiz mantenía una deuda de alrededor de 200.000 dólares con otros integrantes del grupo, quienes finalmente descartaron presentarse ante la Justicia.

La situación generó malestar en el grupo de amigos, ya que alguno de ellos entregaron "los ahorros de su vida" a Llopiz con la esperanza de generar ganancias y aumentar su capital. Al perder ese dinero, los damnificados se vieron perjudicados, no sólo económicamente, sino también psicológicamente, de acuerdo con la parte denunciante.

Por otro lado, por fuera de este grupo de amigos, otras personas también habrían sido víctimas del acusado y trascendió que Llopiz recibió fuertes amenazas de algunos inversores que reclamaban la devolución de su dinero, algunos de los cuales recibieron un parte del capital.

Las propiedades de Llopiz

En sus declaraciones, el denunciante contó que, frente a la acumulación de las deudas con los inversionistas, Llopiz prometió que iba a pagar lo que les debía mediante la venta alguno de sus vehículos o inmuebles. Si bien en la base de datos de la Administración Tributaria de Mendoza (ATM) consta que el sindicado autor de las estafas cuenta con tres propiedades a su nombre en Mendoza, el damnificado sostiene que Llopiz adquirió muchos más inmuebles en diferentes puntos del país.

portada Llopis
Carlos Mauro Llopiz, el imputado por la millonaria estafa a empresarios mendocinos.

Carlos Mauro Llopiz, el imputado por la millonaria estafa a empresarios mendocinos.

Frente a las acusaciones de que esas propiedades fueron compradas con el dinero presuntamente defraudado, desde el entorno de Llopiz aclararon que fueron compradas hace más de cinco años.

Con respecto a eso, fuentes judiciales informaron que se establecieron medidas precautorias sobre esos bienes, por las que tres de las propiedades de Llopiz fueron embargadas: dos en la Quinta Sección y otra en Godoy Cruz. Esa decisión transmitió tranquilidad a los denunciantes, ya que les ofrece una suerte de garantía en caso de que el proceso les permita recuperar el dinero presuntamente defraudado.