Pericias y un testigo importante: qué sucedió este martes en el caso de los rugbiers franceses

Este martes el expediente por el caso de los rugbiers franceses acusados por abuso sexual siguió con movimientos importantes. Pasó por la fiscalía un testigo relevante y comenzaron las pericias psiquiátricas y psicológicas a los imputados. 

Oscar Jégou (21) y Hugo Auradou (20) empezaron a ser sometidos a estos peritajes, que serán trascedentes para la investigación en si y para el análisis del arresto domiciliario, solicitado por la defensa. 

En esta instancia son evaluados por los profesionales los sospechosos, y luego será el turno de la denunciante, una mendocina de 39 años que conoció Auradou el domingo 7 de julio en la madrugada, en un boliche de Maipú. 

Luego de ese encuentro se dirigieron al hotel en el que estaba la Selección de Francia con motivo de su paso por la provincia para jugar ante Los Pumas. Allí, en un alojamiento cinco estrellas de la Ciudad de Mendoza, la mujer sostiene que el joven la golpeó y la abuso en reiteradas oportunidades en una habitación. 

Minutos después habría entrado a Jégou a esa pieza y agredió sexualmente también a la víctima. Horas después, y con los rugbiers ya dormidos, ella pidió un Cabify y se fue a su casa. 

Precisamente el conductor de este vehículo declaró hoy en el Polo Judicial, relatando que llevó a la mujer desde la calle Belgrano hasta su domicilio. En la Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual dijo que fue un viaje "normal" y que no le vio indicios de violencia, aunque precisó que la denunciante iba en el sector trasero. 

En la continuidad de la investigación está previsto que esta semana se sigan presentando testigos y que se produzcan nuevas pruebas, a la espera de que se fije la fecha de la audiencia de prisión preventiva. 

Los rugbiers se encuentran presos en Mendoza desde el jueves pasado, alojados en el Estrada (Estación Transitoria de Detenidos y Aprehendidos) y ante un posible trasladado a una penitenciaría. Están imputados por abuso sexual agravado por el acceso carnal y por la participación de dos o más personas, delito con penas de 8 a 20 años.