Justicia

"Le arruinaron la vida": el calvario de una víctima de abusos y trata a la espera de un nuevo juicio en Mendoza

Una joven fue víctima de trata y de abusos por parte de las parejas de su madre y de su hermana mayor, quien está detenida acusada de ser su entregadora. Otra de sus hermanas contó su infierno a MDZ.

Cristian Minich
Cristian Minich domingo, 3 de noviembre de 2024 · 07:00 hs
"Le arruinaron la vida": el calvario de una víctima de abusos y trata a la espera de un nuevo juicio en Mendoza
Una joven fue víctima de abusos en su adolescencia y ahora espera que sea condenado uno de sus victimarios, mientras que otro está por cumplir su condena Foto: Imagen ilustrativa MDZ

Tiene apenas 21 años, pero su vida ha sido un verdadero calvario. Víctima de abusos sexuales por parte de las parejas de su madre y de su hermana mayor, quien está detenida por ser la entregadora, la joven vive aterrada a medida que se acerca el cumplimiento de la pena de uno de sus victimarios y a la espera del juicio del otro, un chofer que está con prisión preventiva. Los hechos ocurrieron en Rivadavia cuando era adolescente, pero la segunda causa la lleva la Justicia de Mendoza. Otra hermana de la víctima habló con MDZ y contó el infierno que padece la chica.   

"Me he cansado de verla sufrir", dice A., la hermana que la refugió en su casa y quien afirma que la joven tiene mucha ansiedad, entra en crisis, llora y grita. Y agregó: "Y yo no puedo ayudarla, solo contenerla. Le arruinaron la vida". 

Según confirmaron desde el Ministerio Público Fiscal, en la segunda causa hay dos detenidos: Alejandro Felici, quien era chofer justamente en la Justicia mendocina, y M.A., la hermana mayor de L., quien habría facilitado los abusos tanto en esta causa como en la primera, en la que fue condenado a 9 años de prisión Daniel García por trata de personas. Cabe mencionar, que también sobre la madre de la víctima pesa una condena por trata. 

Un chofer abusador y una hermana "entregadora"

El caso del chofer Alejandro Felici se remonta al año 2016 y fue denunciado un año después por la víctima. "Cuando mi hermana estaba en San Rafael, donde vivió en un hogar -San Cristobal-, se animó a denunciar a un funcionario público de Rivadavia en el año 2018. Pero qué pasa, allá en el sur no le querían tomar la denuncia porque no era el lugar en donde habían pasado los hechos", comienza el relato de A. 

El apuntado era un chofer del Poder Judicial por el que hubo un pedido de captura, pero logró fugarse, aunque fue encontrado a los pocos días. Sin embargo, de acuerdo con el testimonio de la mujer, "su trabajo consistía en llevar y traer expedientes, por lo que manejaba mucha información" y "contaba con protección" a raíz de sus contactos. 

También, A. apuntó contra su hermana detenida al aseverar que "ella sabía todo lo que pasaba. Cuando mi hermana le contó de los abusos ella se rió y le dijo 'para eso estás, por eso recibimos plata'. Ella la entregó a la propia pareja para que se aprovechara".

Además, sostuvo que a la víctima "le pusieron custodia por un año y medio de la Policía Federal y después otro tiempo más de Gendarmería, porque recibía amenazas de mi hermana mayor. Después, en diciembre de 2023 le sacaron la custodia, pero tuvimos que cambiar el chip de su celular porque recibía llamadas y amenazas de números desconocidos. Me he cansado de verla sufrir".

Respecto de la detención de su propia hermana, A. manifestó que "la encontraron en Goya y la detuvieron dos días después de la desaparición de Loan. Se fue a la cuna de la trata". 

Sobre el estado actual de la causa, se confirmó que las prisiones preventivas no fueron apeladas y que ahora se aguarda a que se disponga la elevación a juicio. Sin embargo, fuentes de la investigación estiman que eso se va a demorar "porque la causa es bastante grande". 

Por su parte, Oscar Sívori, el fiscal de Delitos Sexuales de San Martín y quien tuvo la causa a cargo antes de que pasara a la Justicia de Mendoza, sostuvo que "tiene que haber algo muy raro para que alguien salga sobreseído, salvo que aparezcan pruebas muy contundentes, como en el caso de los rugbiers franceses. Acá el delito ya está medio probado".

Abusos, trata de personas y aborto 

Cuando L. fue víctima de los abusos perpetrados por Alejandro Felici con la complicidad de su hermana, antes ya había vivido el infierno por parte de una pareja de su madre: Daniel García. 

"En el año 2017 me hice cargo de mi hermana", dice A. "En ese tiempo ella tenía 14 años y me enteré de lo que estaba atravesando en el lugar donde había vivido con un hombre que era pareja de mi mamá. La situación económica de mi madre era muy precaria y cayó en manos de este señor, por decirlo de alguna manera. Cuando ella tenía que irse a trabajar mis tres hermanos menores, de 6, 12 y 14 años en ese momento, quedaban a cargo de él". 

Sobre esa situación, A. contó que "la mayor de ellos tres iba a la escuela, tenía su novio y hacía su vida, obviando todo lo que pasaba dentro de esa casa, donde este señor a mi hermana de 12 en las noches le daba pastillas de clonazepam para dormirla, la dejaba inconsciente y se aprovechaba de ella. De tal forma que llegó un punto en donde ella se quedó embarazada y este tipo la hizo abortar con cinco meses de embarazo".

De acuerdo con la versión que le contó la víctima, "la beba nació con vida en el baño de la misma vivienda y producto de las mismas pastillas que él le había suministrado. Mi hermana empezó a tener contracciones el día anterior y mi hermana mayor sabía todo lo que pasaba. A lo largo de la historia nos vamos enterando de que había una amistad más profunda entre mi hermana y el acusado".

Luego, continuó con el relato: "Ella no tenía ni idea, no sabía qué era lo que le estaba pasando, y bueno, es ahí donde nace la bebé. Ella la expulsa y cuando se levanta y ve que había tenido a su bebé, ve que es una nena y que estaba viva. Él inmediatamente sacó a la pequeña envuelta en una toalla blanca y se la llevó. Le dijo a mi hermana que la había enterrado en el patio de su casa, pero nunca se encontró el cuerpito".

Por si fuera poco, según A. la chica también fue víctima de vejaciones en el hogar El Nevado de San Martín, donde había sido trasladada en el marco de una disputa de A. por la tenencia con la DINAF (Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia): "Después de vivir toda esa pesadilla la llevaron a un hogar, donde sufrió otros abusos por parte de unas internas. De ese lugar se pudo escapar y estuvo como un mes desaparecida. Justo cuando iba a empezar el juicio a García ella se apareció en mi casa y nos presentamos las dos directamente en la audiencia".

Finalmente, sobre el desenlace, contó que "fue un juicio abreviado en el que se pactó una condena de 9 años por trata de personas. García en conjunto con mi hermana M.A. hicieron trata de personas con muchas chicas. Nosotras nunca estuvimos de acuerdo con esa condena".

El temor por una condena que llega a su fin y la expectativa de otro juicio

Actualmente, L. tiene 21 años y, según su hermana, intentó quitarse la vida en tres ocasiones. La última vez, habría sido hace unas pocas semanas. "Ella se merece empezar de nuevo en otro lugar", dice A., "un lugar en donde no la conozcan y no le pregunten sobre su pasado".

Además, una de las revelaciones más estremecedoras es que "ella lleva la cuenta de García día por día, porque ya hace siete años que está preso y tiene miedo de que cuando salga la venga a buscar para matarla".

En el marco de los diversos casos de abusos a los que fue sometida y de los tiempos de la Justicia, A. considera que su hermana "no está preparada para hablar". Y sostiene que "le quitaron a su beba y le arruinaron la vida". También, manifestó que L. "tiene mucha ansiedad, ya no puede esperar, ya esperó mucho. Entra en crisis, grita, llora. Y yo no puedo ayudarla, solo puedo contenerla".

Por otra parte, la mujer habló sobre una idea que desde hace rato ronda por sus mentes: "Ahora nos queremos ir de la provincia". Y dejó un mensaje de cara al juicio contra Alejandro Felici y  M.A.: "Solo espero que esto sirva para que no haya otros casos, otras víctimas como mi hermana".  

Incluso, sostuvo que la joven "está con tratamiento psicológico y psiquiátrico" y cuenta que "ella tenía mucha ansiedad. Ella iba, preguntaba, hablaba con las personas que estaban a cargo de la investigación, pedía explicaciones y preguntaba por los expedientes. Y todo eso fue una situación que a mi hermana imagínese lo que le hizo en la cabeza, era una nena de 12 o 13 años. Ella creyó que su hermana mayor podía ayudarla, porque era una figura prácticamente maternal, y era cómplice de todo".

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