Caso Fernando Pérez Algaba: más de 200 amenazas de muerte y cerca de 40 hipótesis en la causa

El comerciante Fernando Pérez Algaba, hallado descuartizado en Ingeniero Budge hace dos semanas, había recibido más de 200 amenazas de muerte con mensajes en su teléfono, debía cientos de miles de dólares y lo acusaban de numerosas estafas, por lo que los investigadores manejan cerca de 40 hipótesis distintas del crimen, la mayoría de ellos ligados a cuestiones económicas.

En tanto, la única persona detenida en el marco de la causa es una mujer trans en situación de calle que en algún momento fue poseedora de la valija en la que se encontraron los restos de la víctima, mientras se cierra el círculo sobre otros posibles autores materiales.

Voceros con acceso al expediente admitieron a Télam que existen indicios que orientan la pesquisa a algunas personas, pero aún no cuentan con elementos concretos para concretar más arrestos.

El abogado que representa a la familia de la víctima, Sebastián Queijeiro, reveló que el fiscal a cargo de la causa Marcelo Domínguez maneja muchas hipótesis respecto al móvil del asesinato y que en las últimas horas se logró hacer un "espejo" de uno de los teléfonos celulares de Pérez Algaba, a pesar de que el aparato nunca fue hallado.

Reconstrucción 

Mediante un sistema tecnológico, los expertos de la Policía bonaerense pudieron hacer una copia de la información guardada en la nube del teléfono que la víctima utilizaba en la Argentina, por lo que ahora se intentará bajar todo tipo de mensajes que permitan establecer quienes fueron las personas que lo contactaron el 18 de junio, cuando fue visto por última vez.

Los pesquisas hasta ahora lograron establecer que ese aparato telefónico impactó en una antena en General Rodríguez, cerca de las 18 de aquella jornada. 

Las fuentes adelantaron que durante este fin de semana los sabuesos estarán dedicados además a analizar en profundidad el contenido de algunos celulares secuestrados y el impacto que tuvieron en las antenas en los días previos y posteriores al homicidio de "Lechuga", entre ellos los pertenecientes a las dos últimas personas que lo vieron con vida: su exsocio Maximiliano Pilepich y su exempleado y examigo Nahuel Vargas.

Se trata de un iPhone 8 plus negro perteneciente a este último y de otros dos de la mis marca propiedad del otro mencionado, quien aportó las claves de manera espontánea. 

Ambos, al declarar como testigos, aseguraron que se encontraron con el Pérez Algaba esa tarde en el predio "El Renacer" de General Rodríguez -un loteo de terrenos a la venta que maneja Pilepich- y, tras entregarle 60.000 dólares, se retiraron.

El comerciante, en tanto, se quedó solo a la espera de que alguien pasara a buscarlo y, según dijeron ellos, no volvieron a verlo.

En ese predio, donde hay cuatro contenedores que funcionan como oficinas y dos construcciones de material, los peritos levantaron el 31 de julio pasado varias evidencias, entre ellos, rastros de símil sangre, huellas y pelos, que fueron remitidos para ser analizados con el fin de determinar si pertenecen o no a la víctima, al igual que otras pruebas detectadas en la camioneta Range Rover que Fernando utilizó los últimos días a préstamo de Pilepich.

Además de los movimientos y las comunicaciones de las dos últimas personas que vieron a este hombre vivo, los investigadores siguen trabajando sobre los conflictos por cuestiones económicas que derivaron en amenazas de muerte recibidas. 

Entre los autores de esas intimidaciones está el señalado barrabrava de Boca Juniors Gustavo Iglesias, quien le reclamaba miles de dólares que él y su hijo Nazareno le habían prestado en diversas oportunidades.

En varios de los audios que fueron difundidos en los últimos días e incorporados de oficio al expediente que instruye el fiscal de Lomas de Zamora Marcelo Domínguez, se escucha a Iglesias decirle a Fernando que iba a "cortarle las manos" si no saldaba la deuda.

"Yo no te voy a matar, te voy a hacer algo peor, te voy a sacar los ojos y cortar las manos para que no puedas contar más en tu vida plata, juro por mis hijos que no tengo ningún problema por ir preso", dice una de las escalofriantes frases grabadas por el barra. 

"Vos me traicionaste y me garcaste. Tengo un veneno con vos que te tengo odio", se lo escucha decir en otra comunicación.

No obstante, tras salir a la luz estas grabaciones, padre e hijo se presentaron espontáneamente ante la Justicia para declarar como testigos, dar explicaciones y deslindarse del homicidio.

Otra de las personas que aparece en las amenazas es Adrián Tesei, a quien las fuentes describieron como un "facilitador de negocios" a través de internet conocido de la víctima.

"¿Sabés qué pasa? Que el tema es el siguiente macho: me dijiste 'está tu plata', te llamo al otro día para ir a buscarla y mi plata no está, a ver si me entendés; Adri Tesei hay uno solo, pero conviven en él dos dioses: el Dios bueno y el Dios malo... no me saques el Dios bueno la concha de tu madre, porque me queda el Dios malo y hace daño. No te estoy amenazando, te estoy diciendo que te voy a arrancar la cabeza, la plata es mía y con la mía no se juega", se escucha decir a ese sujeto. 

Al declarar el 28 de este mes, este hombre aseguró que ese mensaje fue grabado por él mismo hace unos dos años "como un acting" o "una gracia" y que "no tuvo destinatario alguno".

A pesar de las advertencias mafiosas detectadas contra la víctima, por el momento no se dispuso el arresto de ninguno de los señalados y sólo se mantiene detenida a Alma Nicol Chamorro, la mujer trans acusada de ser "partícipe secundaria" del crimen, luego de ser sindicada por sus familiares como la dueña de la valija donde se encontraron partes del cuerpo el 22 de julio último en un arroyo de Ingeniero Budge.

Días atrás, el juez de Garantías 4 de Lomas de Zamora, Sebastián Monelos, rechazó un pedido de la defensa oficial de la acusada para ser excarcelación por cuestiones de salud.

Ahora, con un nuevo abogado particular, se aguarda que la detenida pida ampliar su indagatoria y declarar para intentar desvincularse del expediente.

La desaparición de "Lechuga" fue denunciada por la dueña del departamento que éste le había alquilado en Ituzaingó de manera temporal entre el 12 y 19 de julio últimos, quien al no tener noticias suyas y no recibir respuesta a sus mensajes, decidió acudir a la Policía.

Los voceros dijeron que de la autopsia realizada al cuerpo surgió que Pérez Algaba fue ejecutado de dos disparos por la espalda y que fue descuartizado tras su muerte.