El crimen que conmociona al país, enlutó el cierre de las campañas y podría esclarecerse sin perpetuas
El crimen de Morena Domínguez (11) generó impacto en el país y silenció los últimos días de campaña de cara a las PASO de este domingo. Más allá de la gravedad del hecho, los presuntos asesinos podrían zafar de la prisión perpetua.
El crimen de Morena Domínguez (11), atacada por motochorros el miércoles pasado en la mañana cuando iba camino a la escuela en Lanús, no solo conmociona al país, sino que también rompió varios esquemas. Cuando se esperaba una semana intensa desde lo político, con actos rimbombantes de cierre de campaña, anuncios estridentes y el último lanzamiento de dardos a los adversarios, los precandidatos debieron llamarse a silencio.
Los presidenciables decidieron suspender los eventos por respeto a la familia de Morena y porque entendieron de que no se trata de una víctima más de la inseguridad. Cada vida que se va en manos de los delincuentes golpea, pero que en este caso sea la de una niña que tenía todo un futuro por delante, indefectiblemente, genera otras sensaciones, es distinto el impacto.
Los políticos entendieron esto y, aunque parezca extraño por estos tiempos, unificaron criterios y mensajes: no hubo cierre de campaña antes de las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) y todos se mostraron acongojados y enviaron sus condolencias. Siendo escéptico, pienso que mostrarse dolidos y consternados también les puede resultar una buena estrategia para empatizar pensando en sumar votos, aunque en esta oportunidad elijo creerles y reconocer que su dolor es genuino.
Y a pesar de la angustia y la desazón en todo el país, porque seguramente este crimen será de los que recordemos por mucho tiempo, los hoy acusados no recibirían la pena máxima llegada la instancia del juicio.
Cualquiera pensaría que ante la gravedad del hecho, a los responsables no debería caberles otra condena que la prisión perpetua. Sin embargo, hasta el momento la Justicia ha reunido pruebas para imputarles a los hermanos Madariaga un delito que los haría zafar de la sentencia más dura.
Miguel Ángel Madariaga (28) y su hermano Darío Humberto (25) fueron acusados por la fiscal Silvia Bussano, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Lanús, por homicidio en ocasión de robo, que prevé penas de 10 a 25 años de cárcel.
¿Por qué? Porque los sospechosos no iban armados, no llevaban ni cuchillos ni armas de fuegos. Es decir, se deduce que no contemplaban durante el robo matar ni heriir, no lo tenían como posibilidad. ¿Quisieron robarle a Morena? Si, pero no pensaban matarla si el hecho se complicaba, sino que la fatalidad se dio por otras circunstancias.
¿Esto les quita a los detenidos responsabilidad? No; aunque si los haría salvarse de la perpetua.
La víctima murió como consecuencia de un fuerte golpe abdominal que le provocó una hemorragia interna, según determinó la autopsia. Sus asesinos la arrastraron y la golpearon en la panza para sacarle el teléfono celular.
El estudio forense en ningún momento habla de heridas cortopunzantes o por disparos, con lo cual, salvo que la fiscalía encuentre otros agravantes, el destino de cárcel de los hermanos Madariaga sería sin perpetuas.
Estos jóvenes son los únicos imputados por el crimen, más allá de que en las primeras horas de investigación hubos otro cinco aprehendidos, entre ellos, tres menores de edad.
De todas maneras, para el juicio aún falta mucho y solo nos estamos adelantando, imaginando un poco el futuro. Mientras, nos acompañará la tristeza por otra vida trunca por culpa de la delincuencia; aunque esta vez se trata de un vida que recién empezaba a ser vivida. Y duele más.