Por qué desde un sector de la Justicia mendocina defienden el uso de celulares en las cárceles

El tema está en agenda. Días atrás, el diputado nacional del PRO, Álvaro Martínez, presentó un proyecto de ley en la Cámara de Diputados de la Nación que busca modificar el Código Penal e introducir como una falta con condena penitenciaria el introducir (1 a 3 años de cumplimiento efectivo) y utilizar el celular dentro de las cárceles (pena de 2 a 5 años) de todo el país. A raíz del tema, Sebastián Sarmiento, Juez de Ejecución Penal de la Provincia de Mendoza, dialogó con MDZ Radio y expuso una postura totalmente distinta. 

"No tenemos números que indiquen que hayan crecido los delitos comandados desde cárceles por el uso de celulares dentro de las penitenciarias de Mendoza", sentenció Sarmiento en los micrófonos de MDZ, quien se desempeña como Juez de Ejecución Penal en la provincia, quien tiene a cargo todos los aspectos relativos a la ejecución de la sentencia y resuelve sobre los pedidos del régimen progresivo de la pena que está establecido en la ley. Una vez que la sentencia esta firme, se crea un expediente de Ejecución en el que se asigna un magistrado que supervisa el cumplimiento de la misma. En esencia, su tarea es controlar el cumplimiento de la pena. 

Sarmiento indicó que "decir que aumentaron los delitos organizados dentro de las cárceles de Mendoza no tiene una base razonable o un dato verificado. Eso se dice sin un dato real. Pero sí tenemos en concreto que el uso del celular dentro de las cárceles de Mendoza ha servido como herramienta pacificadora".

Sobre el proyecto de ley presentado por Álvaro Martínez, el juez Sebastián Sarmiento puntualizó que "entiendo que cada dos años hay elecciones en Argentina y que este tipo de proyectos tienen mucha coyuntura electoral, pero sin una base seria de análisis, sin opiniones de especialistas, no sirven. Llevo 28 años en el tema y veo que hay personas que sin formación opinan libremente y que lo quieran transformar en una ley es un poco riesgoso".

Sarmiento destacó que el celular aporta mucho valor en la convivencia en las penitenciarías locales: "Nunca en la historia las cárceles de Mendoza han estado en una situación tan pero tan delicada en términos de hacinamiento. Nunca hemos tenido tantas personas durmiendo en el piso como sucede ahora, pero aún así ya sea por el trabajo penitenciario o por otros motivos, las cárceles están pacíficas".

"Estamos hablando de algo tan básico como es el contacto con la familia. Negar la realidad digital que hoy atraviesa el mundo me parece hasta ridículo. Hay países de Europa que empezaron a plantearse si la tecnología es una de las principales formas de reinserción social. Es una discusión compleja y algunos la toman muy a la liviana. El único derecho que pierde una persona detenida es el de la locomoción. Todos los demás, como el contacto con la familia, tiene que ser garantizado. Imagínense a cualquier mendocino sin teléfono celular durante una semana, cómo cambiaría notablemente su vida", justificó después. 

"Hay un desconocimiento total del tema. Son más de 3.000 celulares que fueron autorizados durante la pandemia. Por supuesto que hay celulares ilegales o clandestinos que existen con anterioridad. El resto está autorizado mientras dure la emergencia sanitaria, la cual fue prorrogada este año también, pero la discusión es más profunda: hay que discutir si en estos tiempos es un derecho esencial o no teniendo que Internet se ha convertido en un servicio público. Este tiempo donde se blanqueó que los reclusos pueden tener celular sirvió para entender que es mejor regular una situación que de hecho sucedía. Ha dado mejores resultados esto que el sistema anterior. Ahora se tiene registrado los ID de los celulares que hay en las cárceles mendocinas, algo que antes no se tenía", cerró en diálogo con MDZ Radio.

Desde otros sectores de la Justicia aclararon a MDZ que no se encuentran totalmente a favor del uso de teléfonos en las cárceles ya que han probado que se pueden dar órdenes o llevar adelante distintos hechos delictivos mediante un celular. De hecho, un grupo de fiscales se ha mostrado en desacuerdo con la medida.