Daiana Abregú, la dudosa muerte en una comisaría que impacta al país

Daiana Soledad Abregú tenía 26 años y un hijo de 9 años. El 4 de junio salió con sus amigos a bailar porque se iba a mudar para continuar con sus estudios, pero no lo logró: la arrestaron por disturbios en la vía pública y al día siguiente fue hallada muerta en una comisaría. Aunque al inicio explicaron que se había suicidado, una segunda necropsia se acercó más hacia un homicidio.
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El lunes, cinco policías fueron detenidos acusados del homicidio de la joven de 26 años, luego de que la segunda autopsia derribara la versión inicial de un suicidio y confirmara que fue asesinada. Los voceros identificaron a los acusados como Vanesa Soledad Nuñez, Juliana Zelaya, Adrián Osvaldo Núñez, Pamela Di Bin y Leandro Fhur, quienes se desempeñaban en la Estación de Policía Comunal de Laprida al momento del hecho.
Los cinco serán indagados este martes por la mañana por el delito de "homicidio doblemente agravado por su comisión con alevosía y por tratarse de miembros de la fuerza de seguridad policial en abuso de sus funciones".
Abregú era madre de un niño de 9 años y fue hallada ahorcada en una celda de la Estación de Policía Comunal de Laprida, una localidad ubicada a 430 kilómetros al sudoeste de la provincia de Buenos Aires. Las primeras investigaciones indicaron que la joven fue aprehendida cerca de las 7 de la mañana del 5 de junio porque se encontraba alcoholizada y realizando disturbios en plena vía pública.
Finalmente, cerca de las 16 un subinspector ingresó al calabozo y la halló ahorcada, por lo que dio aviso al sistema de emergencias médicas, que arribó al lugar y, tras intentar reanimarla durante 20 minutos, confirmó su fallecimiento.
Una muerte dudosa
Hasta ese momento, la primera versión indicaba que la joven se había suicidado. Sin embargo, una segunda autopsia confirmaría lo contrario. Los forenses establecieron que en el cuerpo de la joven "se constataron hallazgos compatibles con un síndrome general asfíctico", sin que se advirtiera surco de ahorcadura, lesiones en partes blandas (músculos del cuello) ni alteraciones en laringe ni del hueso hioide, lo que descarta de plano que se haya colgado con su campera, tal como indicaba la versión policial y avalara la primera autopsia.
Ante esa evidencia, el fiscal de la Unidad Especializada en Violencia Institucional de Azul, José Ignacio Calonje, solicitó los arrestos de los policías a la jueza San Román.
En el escrito del fiscal se destaca: "Adviértase lo trascendente del resultado de la pericia realizada en segunda instancia sobre el cuerpo de quien en vida fuera Daiana Soledad Abregú, en discordancia con consideraciones emitidas en el primer acto de operación de autopsia (...) reconduce el panorama y sustenta la plataforma fáctica del hecho que nos ocupa, siendo contundente en cuanto a la causal de muerte 'síndrome general asfíctico'".
Además, Calonje tuvo en cuenta los dichos de la madre de Abregú y demás testigos que aseguraron que la joven no había evidenciado conductas suicidas ni depresivas, por el contrario, planeaba mudarse en esos días a la ciudad de La Plata con su hijo para estudiar Enfermería y buscar trabajo.
Al describir el hecho, el fiscal sostuvo que aprovecharon "el estado de indefensión de la damnificada, por encontrarse privada de su libertad, sin posibilidad de ser asistida por terceras personas o pedir auxilio, posiblemente esposada; realizando los encartados maniobras de asfixia sobre la víctima, ocasionándole la muerte al provocarle un edema hemorrágico pulmonar con motivo de un síndrome general asfíctico".