Mendoza: envenenó a su pareja con un producto para autos e intentó cubrir el crimen

El crimen de Rolando Ángel Aquino (35) desconcertó a médicos y efectivos policiales. Si bien se creía que había agonizado producto de una enfermedad, no fue así: su mujer había buscado en internet "cuál es el veneno más letal". Después de varias consultas en la web, decidió comprar un producto para autos y se lo dio "como remedio". El hombre murió hace algunos días.

Aquino estaba descompuesto y vomitaba constantemente. Su estado de salud no era bueno, pero pensaban que se trataba de una enfermedad que tenía en la piel. Por este motivo, el 7 de febrero se trasladó de su casa ubicada en Villa Nueva, Guaymallén hacia un hospital.

Con el correr de las horas su estado no mejoraba y un día después murió. Pese a que se trataba de una terrible noticia, Karen Leylen Oviedo (32) no mostró tristeza. Esta situación generó aún más dudas, por este motivo, efectivos policiales comenzaron una investigación.

Las declaraciones que brindó Oviedo eran sospechosas y cada vez que intentaban indagar sobre el remedio que le daba, la mujer se contradecía. Allí comenzaron las primeras hipótesis: podría tratarse de un caso de envenenamiento.

El misterio comenzó a develarse luego de secuestrarle el teléfono celular. En ese contexto, los peritos tecnológicos observaron que días antes de la muerte de su marido, Oviedo utilizó Google y realizó particulares búsquedas: "cuál es el veneno más letal" y "cómo borrar el historial de búsqueda".

Desde ese instante, la fiscal de Homicidios, Claudia Ríos, sumó pruebas en la causa que complicaban aún más la situación de la mujer. Entre ellas, el testimonio de una empleada que aseguró que Oviedo obligaba al hombre a ingerir una botella de medio litro del producto. Incluso, la trabajadora afirmó que Aquino le decía a su esposa que "lo que le daba le caía mal".

Hallazgo y juicio

Luego de una exhaustiva investigación se logró descubrir que Oviedo había comprado a través de internet un producto anticongelante para vehículos y se lo dio como remedio. Esta sustancia contenía etilenglicol, un químico incoloro, inodoro y con sabor dulce.

La mujer le daba el producto camuflado en jugos de naranja y, a veces, hasta con gotero. Pero, como no tenía sabor, nadie notaba nada extraño. De esta manera, el estado de salud de Aquino comenzó a empeorar.

Luego de la trágica muerte, este fin de semana la fiscal de Homicidios ordenó la detención de Oviedo. La mujer está acusada de homicidio agravado por el vínculo y, será juzgada en un juicio por jurados. De ser hallada culpable, la única pena será la prisión perpetua.