Le dijeron que devolviera lo estafado o iba a la cárcel y eligió esto

Se ha escrito bastante sobre el modo en que funciona la mente de un estafador. Con todo, cada tanto aparece un caso que vuelve a traer preguntas sobre este tipo de delincuentes que consiguen fortunas de manera ilícita y luego nadie sabe qué hacen con ellas. Es lo que parece haber ocurrido con Andrés Sarmiento Grilli (38), quien recibió sentencia a través de un juicio abreviado en marzo de este año y que esta semana fue trasladado a la cárcel por no haber devuelto los 11 millones de pesos que se robó.

Así lo dispuso el juez Gabriel Bragagnolo. De este modo, el comerciante que ofrecía beneficios extraordinarios en supuestas compras de hierro dormirá esta noche en un calabozo, y comenzará a cumplir de forma efectiva la condena de 3 años que se le había impuesto.

En su momento, la fiscal de Delitos Económicos Susana Muscianisi demostró que el modus operandi de Sarmiento Grilli se repitió en por lo menos 19 casos ocurridos entre 2017 y 2020.

Una vez que recibía el dinero, no respondía llamados ni mensajes

El detenido elegía a sus víctimas y les ofrecía un negocio pingüe operando con hierro, vendiéndose como un simpático y astuto businessman. Les decía que con un monto inicial, él devolvería esos fondos con creces. Pero una vez recibida la inversión, se borraba. No respondía llamados ni mensajes. Y algo similar hizo con personas que le encargaban electrodomésticos a precios muy tentadores: los aparatos sencillamente no existían. 

Así se cree que consiguió hacer millones. Cuando hubo sentencia, el juez Bragagnolo dictó la condicionalidad pero la asoció a que el condenado hiciera una "propuesta resarcitoria" a las víctimas. Nunca ocurrió. En un principio, la fecha máxima que le habían otorgado para hacer las propuestas era el 31 de marzo, con 18 meses para devolver la plata.

Evidentemente, Sarmiento Grilli no cumplió y ahora irá preso.  

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