Salsa cremosa y sabrosa: receta de salsa de ajo infalible.
Receta de salsa de ajo cremosa, fácil y rápida, perfecta para acompañar carnes, papas, panes o vegetales. Lista en pocos minutos y muy sabrosa.

Salsa de ajo casera: receta rápida y con pocos ingredientes.
ShutterstockLa receta de salsa de ajo es una preparación práctica, rápida y muy versátil, ideal para acompañar una gran variedad de platos. Se puede adaptar a diferentes estilos y dietas, y su sabor intenso y cremoso transforma cualquier comida en una experiencia más sabrosa.
La salsa de ajo es una de esas preparaciones que, aunque sencillas, logran realzar de forma notable el sabor de muchos platos. La preparación de salsa de ajo es ideal para quienes buscan un acompañamiento potente, aromático y cremoso que funcione bien con carnes, vegetales, panes, picadas o snacks. Esta salsa puede prepararse con pocos ingredientes y en muy poco tiempo. Además, existen muchas variantes según el estilo de cocina o las preferencias personales: algunas versiones son más suaves y ligeras, otras más densas e intensas. Lo más importante es balancear correctamente los sabores y trabajar con ingredientes de buena calidad. Aprenderás cómo hacer una salsa de ajo clásica, emulsionada con aceite, sin huevo, con textura suave y sin necesidad de cocción. Perfecta para guardar en la nevera y tener siempre lista.
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Ingredientes
4 dientes de ajo grandes, 100 ml de leche (puede ser vegetal), 200 ml de aceite neutro, 1 cucharada de jugo de limón o vinagre blanco, sal a gusto, pimienta (opcional).
Paso a paso para que prepares salsa de ajo
- Pela los dientes de ajo con cuidado, quitando la piel por completo. Si deseas un sabor más suave, puedes retirar el brote interno (el corazón verde) de cada diente, ya que suele ser más intenso y puede generar un sabor amargo o fuerte en la mezcla final.
- Selecciona un aceite neutro, como aceite de girasol, canola o maíz. Evita los aceites con sabor muy marcado, como el de oliva extra virgen, ya que puede opacar el sabor del ajo o provocar una textura demasiado densa en la emulsión.
- Introduce en el vaso de una licuadora de mano (o en el recipiente de una licuadora común) los dientes de ajo pelados, la leche, el jugo de limón o vinagre y una pizca de sal. Si te gusta el sabor ligeramente picante, también puedes añadir una pizca de pimienta blanca o negra.
- Con todos los ingredientes base en el recipiente, comienza a procesar con la licuadora. Hazlo a velocidad baja o media para que se integren bien y se deshagan los trozos de ajo. Asegúrate de que la mezcla esté completamente homogénea antes de avanzar al siguiente paso.
- Sin dejar de licuar, comienza a incorporar el aceite en forma de hilo fino y constante. Este paso es clave para que la mezcla emulsione y adquiera una textura cremosa. Verás cómo, poco a poco, la mezcla se vuelve más espesa, blanca y uniforme. Si usas una licuadora de mano, mantenla fija al fondo al principio, y luego muévela suavemente hacia arriba para integrar bien.
- Una vez que la salsa esté lista, pruébala y ajusta la sal o el jugo de limón si es necesario. Si te parece muy espesa, puedes agregar una cucharada más de leche y licuar unos segundos. Si prefieres una textura más líquida, aumenta la cantidad de líquido poco a poco hasta lograr el punto deseado.
- Guarda la salsa de ajo en un frasco de vidrio limpio con tapa. Puede conservarse en la heladera durante 5 a 7 días. Se recomienda no dejarla fuera del refrigerador por mucho tiempo, ya que no contiene conservantes.
De la cocina a tu mesa
La receta de salsa de ajo combina perfectamente con carnes a la parrilla, papas al horno, empanadas, verduras asadas, wraps, hamburguesas o como dip para snacks. También puede utilizarse como aderezo para ensaladas o como base para otros tipos de salsas más complejas.
Puedes agregar perejil fresco picado para darle color y frescura, o una cucharadita de mostaza para intensificar el sabor. Si te gustan las texturas más suaves, reemplaza el ajo crudo por ajo asado. Para una versión vegana, simplemente usa leche vegetal sin azúcar y sin saborizantes. ¡Y a disfrutar!