Deliciosa ensalada César original: historia y receta para preparar
Ensalada César fresca y crujiente, con aderezo cremoso y croutones caseros. La receta perfecta para un plato clásico que encanta en cualquier ocasión.

Esta receta combina hojas crujientes de lechuga romana, croutones dorados, queso parmesano y un aderezo con personalidad, creando un plato equilibrado y lleno de sabor. Esta ensalada es perfecta como entrada, acompañamiento o incluso como plato principal si se le añade pollo o camarones.
La ensalada César es una de esas preparaciones que nunca pasan de moda, ideal para quienes disfrutan de preparaciones simples pero sabrosas. Siguiendo el paso a paso vas a encontrar todo lo necesarios para lograr una versión casera y auténtica, con ingredientes accesibles y un resultado final que nada tiene que envidiarle a la de un restaurante.
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El secreto está en la frescura de los ingredientes y en un buen aderezo casero, cremoso y sabroso. Ya sea para una comida ligera entre semana o para una cena especial con amigos, esta ensalada se convertirá en una de tus favoritas. Descubre cómo hacer una ensalada César en casa que sorprenderá a todos con su sabor y textura. ¡Vamos con la receta!
Ingredientes
Lechuga romana fresca, 1 planta grande (o 2 pequeñas), croutones (pan tostado en cubos), 1 taza, queso parmesano rallado o en lascas, 50 g, filetes de anchoa, 2 (opcional pero tradicional), yema de huevo, 1 (a temperatura ambiente), ajo, 1 diente, mostaza de Dijon, 1 cucharadita, Jugo de limón, 2 cucharadas, salsa Worcestershire (salsa inglesa), 1 cucharadita, aceite de oliva, 4 cucharadas, sal y pimienta negra, a gusto.
Sigue los pasos para preparar esta ensalada César
- Lava bien la lechuga romana con agua fría. Es importante secarla completamente (idealmente con un centrifugador de ensaladas o papel de cocina) para que el aderezo se adhiera mejor. Corta las hojas en trozos grandes o déjalas enteras si prefieres una presentación más tradicional.
- Si no usas croutones comprados, puedes hacerlos fácilmente en casa. Corta pan del día anterior en cubos pequeños. En una sartén o en el horno, tuéstalos con un chorrito de aceite de oliva, sal y un poco de ajo en polvo o hierbas secas, si deseas. Cocina hasta que estén dorados y crujientes. Reserva.
- En un bol pequeño, machaca el diente de ajo junto con los filetes de anchoa hasta formar una pasta. Añade la yema de huevo, el jugo de limón, la mostaza de Dijon y la salsa Worcestershire. Bate enérgicamente (con batidor de mano o tenedor) hasta integrar. Luego, agrega el aceite de oliva en forma de hilo fino mientras sigues batiendo, como si fuera una mayonesa. La mezcla debe emulsionar y volverse cremosa. Salpimienta al gusto. Si prefieres una textura más suave, puedes licuar el aderezo.
- En una ensaladera grande, coloca las hojas de lechuga seca. Añade la cantidad deseada de aderezo y mezcla con cuidado para que todas las hojas se impregnen sin romperse. Incorpora los croutones y el queso parmesano en lascas o rallado grueso.
- Para convertir esta ensalada en un plato principal, puedes agregar tiras de pechuga de pollo a la parrilla, camarones salteados o incluso tofu dorado para una versión vegetariana. Incorpóralos sobre la ensalada ya montada.
De la cocina a tu mesa
La ensalada César debe servirse justo después de ser armada para conservar el contraste entre la frescura de la lechuga y el crocante de los croutones. Puedes decorarla con un poco más de queso o unas gotas extra de aderezo por encima.
Esta receta de ensalada César es un clásico infalible que se puede adaptar a distintos gustos y ocasiones. Desde una versión tradicional hasta una más completa con proteínas, siempre resulta fresca, sabrosa y con una combinación de texturas que encanta. Ideal para compartir o disfrutar solo, esta receta es un básico que vale la pena dominar.