¿Cómo hago para que mi perro no se coma las plantas del jardín?
Te dejamos algunos consejos para controlar la situación.
Algunos perros son notoriamente tranquilos y no ocasionan ningún tipo de problema, mientras que otras razas pueden presentar desafíos debido a su energía y naturaleza juguetona. Los animales más activos a menudo disfrutan de juegos vigorosos y, en ocasiones, pueden involucrarse en travesuras que incluyen la rotura de objetos en el hogar.
Además, algunas mascotas tienen una afinidad especial por el entorno exterior, mostrando un interés particular en el jardín. Este comportamiento puede traducirse en carreras animadas por la zona, lo que, desafortunadamente, a veces resulta en daños a las plantas. A continuación, dejamos varios consejos para aquellos dueños de perros que aman destruir la jardinería.
Identifica plantas tóxicas
En primer lugar, es crucial asegurarte de que las plantas en tu jardín no sean tóxicas para los perros. Investiga sobre las especies que tienes y, si descubres que algunas son perjudiciales, considera reemplazarlas con opciones seguras y no tóxicas. Algunas especies vegetales pueden causar problemas gastrointestinales, respiratorios y neurológicos y, en algunos casos, pueden incluso ser letales.
Usa repelentes naturales
Rocía repelentes naturales, como vinagre o agua con pimienta, alrededor de las plantas. Estos olores suelen ser desagradables para los perros y pueden disuadirlos. De esta forma, puede que tu mascota comience a cambiar su lugar de juego, y en vez de correr por el jardín, comience a entretenerse en otra parte de la casa.
Barrera física
Coloca vallas o cercas alrededor de las áreas donde hay plantas. Esto puede ayudar a mantener a tu mascota alejada de las plantas que se quiere comer. Puedes colocar una vaya o incluso puedes hacer una barrera con ayuda de cinta, una malla gallinera o incluso una tela. Con este impedimento físico, el animal no podrá ingresar a la zona prohibida.
Entrenamiento
Enseña a tu perro comandos básicos como "no" o "deja". Refuérzalos positivamente cuando obedezca, por ejemplo con un premio o snack, para que el animal asocie ese comportamiento con algo positivo. Evita castigarlo negativamente, porque puede causar un efecto rebote. Por otro lado, cuando le digas "no" o el comando que hayas pensado, puedes distraerlo con otro estímulo, como un juguete o algún objeto que le guste.