Como nuevas: trucos para limpiar y blanquear las medias
Caminar sin zapatillas es uno de los placeres más grandes, sin embargo, luego tendremos un gran dolor de cabeza cuando intentemos limpiar las medias o calcetines y blanquearlos.
Decir que solo los niños son los que ensucian las medias o calcetines es bastante injusto. La sensación de libertad y el tenue abrigo nos tienta a quitarnos los zapatos y disfrutar de este placer. Sin embargo, cuando las lavamos esperando que vuelvan a estar relucientes es cuando comienzan los problemas. Para limpiar a fondo y lograr los mejores resultados sigue estos consejos.
Blanquear las medias cuando están muy sucias es un tema que atormenta a cualquiera y que ni la lavadora puede arreglar con facilidad. Desinteresarnos y volverlas a utilizar sin un lavado adecuado implicará que pronto tendremos que tirarlas a la basura porque su vida útil se ve afectada enormemente.
A pesar de tener buenas intenciones tampoco nos alienta la idea de fregar durante largas horas estas prendas. Siguiendo estos pasos lograrás limpiar todos los rastros y manchas de los calcetines, aunque deberás tener algo de paciencia.
Primero tendrás que realizar un procedimiento de prelavado, sumergiendo en vinagre toda la ropa que quieras blanquear. Usa vinagre de alcohol ya que los de vino o manzana pueden estropear o teñir más las prendas.
Pasada una hora, escurre las medias, tira el vinagre y vuelve a ponerlos en remojo usando agua, bicarbonato de sodio y jugo de limón. Necesitarán estar allí al menos una hora más.
Finalmente, pasado este tiempo, puedes lavarlos con agua y jabón o detergente o meterlos al lavarropas. En factor importante que colaborará en el blanqueamiento es el sol, cuélgalos y espera a que sequen en un lugar bien expuesto a la luz.
Si a pesar de haber seguido todos estos pasos, notas de aún quedan manchas oscuras o se ven percudidos el jabón blanco o en pan terminará dando los resultados que deseabas. Usa agua bien caliente para provocar que el jabón produzca mucha espuma, sumerge los calcetines y déjalos reposar durante una hora, quita el exceso de agua y, sin enjuagar, ponlos a secar al sol.
Una vez que estén bien secos, enjuaga y vuelve a secar. Quedarán impecables.