La reina Isabel II está decidida a dejar el dolor atrás y tomó una decisión
Tras las controversiales declaraciones de su nieto Harry y la partida de este mundo de su marido Felipe, la monarca británica está atravesando un duro momento.
Los últimos meses han sido muy difíciles para la reina Isabel II. Por un lado, su nieto Harry junto a su mujer, Megan Markle, brindaron una entrevista a Oprah que fue el puntapié para sacar a la luz muchos secretos de la realeza. Por el otro, su marido, el príncipe Felipe falleció hace poco menos de dos meses. Sumado a esto, las restricciones por la pandemia no le han permitido realizar muchas actividades para mantener despejada su cabeza.
Por este motivo, a medida que las restricciones comienzan a relajarse en el Reino Unido, la monarca pretende recargar su agenda de trabajo y compromisos. Si bien supo adaptarse al trabajo online, ella está ansiosa por volver a los actos presenciales y a conocer gente nueva. "Su Majestad tiene un fuerte deseo de volver a salir”, reveló un informante de la realeza a Daily Telegraph.
El fin de semana pasado, ya comenzó con las actividades. La reina visitó Portsmouth y subió al buque insignia de la Royal Navy HMS Queen Elizabeth. En los próximos días, se conocerán los próximos compromisos reales que, según se espera, serán de un perfil alto.
Entre las obligaciones que tendrá la soberana, se cree que está la reunión con Joe Biden, el presidente de los Estados Unidos, y otros líderes en la cumbre del G7. También se cree que retornará a Escocia para realizar diversas ceremonias. Además, el próximo 12 de junio se llevará a cabo el Trooping the Colour en el Horse Guards Parade en Londres y será llevado a cabo por los regimientos del Ejército británico y de otros países del Mancomunidad de Naciones.
Si bien se especulaba que con su edad, Isabel iba a comenzar a concederle mayor lugar al príncipe Carlos, su hijo y heredero, todo indica que sus planes son otros.