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Tensión en el Caribe: aviones militares de Estados Unidos cercan a Venezuela

Los sobre vuelos de un bombardero B-52 y cazas F/A-18 de Estados Unidos sobre el Caribe reavivan la tensión con Venezuela.

Aviones militares de Estados Unidos sobrevolando el Caribe reavivan la tensión con Venezuela en plena ofensiva contra el narcotráfico.

Aviones militares de Estados Unidos sobrevolando el Caribe reavivan la tensión con Venezuela en plena ofensiva contra el narcotráfico.

@flightradar24/EFE

Desde hace al menos dos meses se vienen acumulando tensiones en el Caribe, en medio de la ofensiva que impulsa el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra el narcotráfico. En el centro de esa estrategia aparece el llamado Cártel de los Soles, que, según Washington, está liderado por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

En la noche del lunes y la madrugada de este martes, esa tensión volvió a escalar: varios aviones militares estadounidenses sobrevolaron las aguas del Caribe entre la costa venezolana y la isla de Curazao, separadas por unos 65 kilómetros. El movimiento fue registrado por la plataforma de rastreo de vuelos FlightRadar24, que monitorea en tiempo real el tráfico aéreo mundial.

Estados Unidos aumenta sus esfuerzos para limitar al narcotráfico en el Caribe

El operativo coincidió con el día en que Estados Unidos hizo efectiva la designación del Cártel de los Soles como organización terrorista. De acuerdo con la acusación estadounidense, se trata de una red de narcotráfico bajo el mando de Maduro. En ese contexto, se detectó el desplazamiento de al menos un bombardero B-52, dos cazas F/A-18 y un E-2, una aeronave utilizada para alerta temprana y control de operaciones.

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Uno de los aviones movilizados por Estados Unidos es el B-52.

Uno de los aviones movilizados por Estados Unidos es el B-52.

El sobrevuelo tuvo lugar mientras se multiplican las cancelaciones de vuelos de aerolíneas internacionales hacia y desde Venezuela. El sábado anterior, la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos había pedido a las compañías "extremar la precaución" al sobrevolar el territorio venezolano. Desde entonces, al menos 22 vuelos que debían despegar desde Caracas fueron cancelados.

Los vuelos militares despertaron un enorme interés público: más de 70.000 personas siguieron en tiempo real el recorrido de las aeronaves a través de FlightRadar24.

Las relaciones entre Caracas y Washington atraviesan uno de sus puntos más críticos, en medio de un despliegue militar inédito de Estados Unidos en aguas del Caribe, justificado por la Casa Blanca como parte de su campaña contra el narcotráfico en la región.

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Los vuelos de los aviones de Estados Unidos fueron seguidos por más de 70.000 personas. 

Los vuelos de los aviones de Estados Unidos fueron seguidos por más de 70.000 personas.

En paralelo a los movimientos en el aire y en el mar, el jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, Dan Caine, visitó Puerto Rico el lunes y tenía previsto reunirse este martes con la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, dos aliados clave de Washington en el Caribe.

Los aviones de Estados Unidos que participaron

Uno de los protagonistas fue el bombardero estratégico B-52, un avión emblemático de la Fuerza Aérea estadounidense, diseñado para operar a gran altitud y cubrir largas distancias sin necesidad de aterrizar. Su sola presencia en la zona alimentó la sensación de que Washington estaba enviando una señal de fuerza.

El B-52, capaz de transportar una importante carga de armamento y de participar en operaciones de disuasión y patrullaje, se convirtió en el símbolo más visible de este movimiento militar. Su participación en el operativo refuerza la idea de que Estados Unidos quiso mostrar capacidades de largo alcance muy cerca del espacio aéreo de Venezuela, en un contexto ya marcado por acusaciones cruzadas y sospechas de escalada.

Junto al bombardero también se registró la presencia de un caza F/A-18, un avión de combate polivalente utilizado por la Marina de Estados Unidos para misiones de escolta, vigilancia y ataque táctico. Este modelo destaca por su capacidad de despegar desde portaaviones y adaptarse rápidamente a distintos tipos de operaciones, lo que lo convierte en una pieza clave del despliegue estadounidense en escenarios sensibles.

La combinación de velocidad, maniobrabilidad y potencia de fuego del F/A-18 lo vuelve especialmente útil para patrullar zonas de tensión, reaccionar ante posibles amenazas y respaldar a otras aeronaves como el B-52. Su sobrevuelo en las proximidades de Venezuela fue leído por analistas y observadores como un mensaje claro: Washington no solo muestra músculo estratégico a larga distancia, sino también capacidad inmediata de respuesta en el Caribe.