Una multitud velaba a un rabino y el alcalde neoyorkino la dispersó

Las fotos son elocuentes. La despedida multitudinaria a un rabino jasídico de Brooklyn encendió la discusión sobre el equilibrio entre libertad religiosa y responsabilidad ciudadana. Ayer, cientos de personas le daban el último adiós a Chaim Mertz -que según algunas fuentes murió de coronavirus- cuando el alcalde de Nueva York les advirtió que ese tipo de reuniones "no serían toleradas". 

“Algo absolutamente inaceptable ha sucedido en Williamsburg esta noche: un gran funeral en medio de esta pandemia. Al enterarme, he ido personalmente para asegurarme de que la multitud era dispersada. Y lo que he visto NO SERÁ tolerado”, se indignó el alcalde Bill De Blasio en Twitter.

"El periodo de las advertencias ya pasó"

“Mi mensaje a la comunidad judía, y a todas las comunidades, es así de simple: el periodo de las advertencias ya pasó”, sentenció De Blasio. Se refería al esfuerzo que viene haciendo la policía de la ciudad para evitar que se multipliquen este tipo de ceremonias, que ponen en grave peligro a la población y sin embargo se repiten. "Los arrestaremos si es necesario", avisó el funcionario.

Ayer no se registraron detenciones, aunque ya se han hecho citas legales para sujetos que se resistieron a dispersarse y a respetar el aislamiento social.

Críticas de la colectividad

Muchos ortodoxos interpretaron la intervención del alcalde como un ataque, respondiendo que "las normas de aislamiento se incumplen permanentemente en otros espacios públicos de la ciudad". Igual la mayoría de los cuestionamientos no fueron contra las medidas en sí, sino sobre el hecho de que en sus tuits el alcalde mencionara de manera explícita a los judíos.

De Blasio confesó que la situación lo había angustiado. "No es como si la gente se reuniera en el parque. Fueron miles de personas. Lo que vi, no lo he visto en ningún otro lugar”.

Al cierre de esta nota, la ciudad de Nueva York registraba 18.076 muertos por covid-19.