China

Pese a la prohibición y los gases, hubo una nueva protesta en Hong Kong

La manifestación hacia Yuen Long, una localidad situada en los Nuevos Territorios, en el norte de la península de Hong Kong, representó una verdadera paradoja, porque mientras el objetivo era rechazar la violencia la Policía intentó dispersar la concentración con el lanzamiento de gases lacrimógenos.

sábado, 27 de julio de 2019 · 13:36 hs

Miles de ciudadanos de Hong Kong desafiaron hoy a las autoridades, que había prohibido la protesta, y volvieron a las calles para exigir el retiro del cuestionado proyecto de extradición a China continental y rechazar los actos de violencia en las anteriores movilizaciones.

La manifestación hacia Yuen Long, una localidad situada en los Nuevos Territorios, en el norte de la península de Hong Kong, representó una verdadera paradoja, porque mientras el objetivo era rechazar la violencia la Policía intentó dispersar la concentración con el lanzamiento de gases lacrimógenos.

La elección del destino de la marcha también fue todo un símbolo: el domingo pasado, decenas de hombres armados con palos de bambú y varas de metal irrumpieron en la estación de tren para disolver a golpes la protesta.

Al menos 45 personas resultaron heridas, incluido el diputado opositor Lam Cheuk Ting.

Los organizadores de la protesta, el Frente Civil para los Derechos Humanos, acusaron a las autoridades de Hong Kong de emplear a estos "matones" desde la Revolución de los Paraguas de 2014 para sofocar la disidencia.

Hoy, cerca de 3.000 agentes se desplegaron en torno a la localidad hongkonesa para evitar nuevos incidentes, y según el diario South China Morning Post, citado por la agencia DPA, una avanzada de 400 manifestantes se acercó peligrosamente a Yuen Long.

"¿Por qué protegen a las triadas?", le reprocharon a los agentes. Las triadas son organizaciones criminales que concentran el negocio del narcotráfico y la trata de personas, entre otros delitos.

Hong Kong, una ex colonia británica ahora bajo soberanía china pero con un régimen especial, es escenario de numerosas manifestaciones desde el 9 de junio, cuando un millón de personas se concentró en el corazón financiero para exigir la retirada de un proyecto de ley que permitiría entregar a la China continental a todos los acusados o condenados que pasen por el territorio.

El Gobierno de Carrie Lam suspendió el trámite parlamentario pero no retiró el proyecto de ley, por lo que las manifestaciones siguieron y hasta sumaron el reclamo de renuncia de la líder regional por su gestión de la crisis.

Baijing, por su parte, respaldó a Lam y acusó al Reino Unido y Estados Unidos, entre otros países occidentales, de maniobrar a favor de las protestas.