Opinión

Chicos católicos, apostólicos y romanos: la fórmula para un bendito viernes

Este viernes y el próximo, la producción local dirigida por Francisco Carrasco y basada en una exitosa puesta porteña, presenta nuevas funciones en el Teatro Selectro. Un elenco que funciona como relojito da en el blanco con una comedia que sostiene un tono juguetón de principio a fin.

viernes, 14 de junio de 2019 · 20:35 hs

La decisión de montar una obra de producción local en una sala con cerca de 400 butacas y funciones en más de una fecha, es de por sí un riesgo para todo productor de estas latitudes. Valentín Mexandeu y Francisco Carrasco decidieron correr el riesgo apoyándose en un texto escrito por Juan Paya, que se ha transformado en una suerte fenómeno de culto en la cartelera porteña con varias temporadas sobre las tablas.

El punto de partida de este espectáculo es tan sencillo como eficaz: un ángel que ha vuelto a la tierra en la figura de un celador, intenta por todos lo medios de convencer a cuatro chicos para que tomen la Primera Comunión. El vínculo entre estos compañeros de clase está lejos de ser completamente amigable e integrador, lo que dará lugar a una muy dinámica sucesión de cuadros en los que se alternan distintas variantes de bullying escolar con el adoctrinamiento típico de todo colegio católico.

Al igual que Las Garganttini y El sagrado testamento, dos sucesos locales que se presentan a sala llena, esta comedia va por la conquista del público general, un territorio a seguir peleando para fortalecer la formación de una platea que sea cada vez más fiel al teatro de factoría mendocina. Mientras las dos producciones mencionadas han encontrado su target en el adulto mayor, Chicos católicos, apostólicos y romanos va por el espectador joven, con una puesta en la que técnicamente se destacan un contundente diseño lumínico y un ajustado trabajo de sonido.

De comienzo a fin, la obra logra sostener un tono juguetón con algunos dardos de ironía que jamás derivan en cinismo. Cada protagonista tiene sus momentos de lucimiento, y la performance del elenco es tan compacta como funcional al relato. Más allá del trepidante ritmo de las escenas y de una energía bien sostenida, el espectáculo discurre con gracia sin imponer a la fuerza la carcajada en la platea. Con un pie en el grotesco y otro en el absurdo, los personajes logran elevarse por encima de la maqueta, para que así las burlas hacia cada compañero - sea gordo, gay o judío - no derrapen hacia el más llano lugar común.

Si bien el ensamble completo funciona como relojito bajo la dirección de Francisco Carrasco, la actuación de Jonathan Maza encuentra uno de los puntos más altos de este show gracias a su desopilante arsenal de recursos gestuales. Al oficio de cada artista, este elenco de sangre joven le suma frescura y algo importante para que una comedia alcance su punto exacto de brillo, porque aquí gran parte del encanto que llega a la platea es producto de la alquimia entre un puñado de actores que evidentemente la están pasando bien en escena.

Chicos católicos, apostólicos y romanos

Chicos católicos, apostólicos y romanos

Próximas funciones: viernes 14 y viernes 21 de junio a las 22 en Teatro Selectro (Capitán Fragata Moyano 102, Ciudad)

Elenco: Diana Moyano, Jonathan Maza, Agustín Diaz, Fabian Calle y Francisco Carrasco

Autor: Juan Paya

Vestuario: Marcelo Mengarelli

Maquillaje: Martina Carrasco

Escenografía: Eleonora Sanchez

Prensa y comunicación publicitaria: Gonzalo Palacios

Diseño de luces y montaje escenográfico: Luciano Cortés

Dirección: Francisco Carrasco

Fotografía: Pablo Tello

Video y edición multimdia: AVI MUSIC

Estudio de grabación: Reloj de Arena

Producción general: Francisco Carrasco y Valentín Mexandeau

Chicos católicos, apostólicos y romanos