Cómo es el lujoso barrio privado al que se mudó Nicole Neumann con Manu Urcera

Cientos de estímulos y situaciones significativas acontecen en la cotidianidad de Nicole Neumann, que atraviesa un periodo muy singular, con la simbología específica de su cuarto embarazo, en el que transita por el sexto mes, la reciente boda y a lo que le sumó también una mudanza.

Trasladar todo lo que compone un hogar a otra propiedad implica un esfuerzo mayúsculo, una montaña enorme de complejidades de logística. A pesar de esas adversidades, la modelo decidió emprender ese camino para iniciar un nuevo capítulo en su vida, al lado de su flamante esposo José Manuel Urcera.

Evidentemente, el matrimonio optó por crear desde cero una casa en conjunto, por lo cual Nikita se zambulló de lleno en la tarea de embalar una y mil cajas, proteger todas las pertenencias y coordinar con el servicio especializado para rellenar con todo lo necesario el espacio que eligieron con su marido.

Neumann y el piloto de Turismo Carretera buscaron en la zona norte el lugar ideal para empezar esta historia, así se supo que la blonda seleccionó la ciudad cerrada de Nordelta, ese emprendimiento que enloquece a los famosos y se dirigió en esa dirección.

Dentro de ese mundo enorme, Nikita encontró su nidito en el exclusivo barrio La Isla, uno de los más cotizados, en el que todos desean instalarse y que brinda una gama enorme de atributos que lo convierten en aspiracional, por lo cual todos anhelan conseguir una propiedad en esa zona.

En pos de evitar ahondar en su privacidad, la famosa anticipó a sus millones de seguidores de esta decisión rotunda, allá por finales de febrero, cuando filmó diferentes ambientes de su anterior casa llena de contenedores y con artículos embalados, lo que refería a una inminente mudanza.

Con el transcurso de los días, Neumann logró solucionar todo y la familia ensamblada que constituyó con Urcera ya reside en ese punto lujoso del norte del conurbano. De hecho, la blonda filmó una recorrida por las callecitas internas de su vecindario para ratificar, en su lenguaje, que la vida ha cambiado.