Drácula no ha muerto
"Drácula, el musical", la aclamada y premiada obra de Pepe Cibrián y Ángel Mahler, se encuentra en Mendoza para brindar sus últimas funciones después de más de tres décadas en escena.
Llevo años escuchando sobre "Drácula, el musical". Por distintas razones en mí vida nunca pude ir a esta obra, pero este año, donde las oportunidades me desbordan, decidí salir de esa zona de confort y fui a ver ese show del que tanto hablaban este jueves.
Piel de gallina sólo con ver el comienzo de esta icónica obra de Pepe Cibrián y Ángel Mahler. Incluso hasta algunas lágrimas por el hecho de saber de que este espectáculo se está despidiendo "para siempre" de los escenarios. Y también una sensación de culpa por no haber ido antes a verla. ¿Cómo me pude perder este indispensable de la cultura nacional que lleva más de 30 años en cartelera?
No debo haber sido la única que experimentó esa sensación. La sala del Teatro Mendoza, repleta de gente, no se detuvo ni un segundo a ver su teléfono: la tecnología quedó totalmente opacada por la magia del teatro.
Y es que la escenografía, la música y el despliegue actoral de más de una docena de personaje magnetizó a toda la audiencia presente.
Cuando todo indicaba un final emocionante y con el telón cerrándose por completo, una voz anunció un breve intervalo de 10 minutos. Un respiro que fue la antesala de la parte más intensa del espectáculo.
La música y las luces mantuvieron hasta el último minuto el ambiente de tensión en el público. Luego de casi tres horas, el final se llevó todos los aplausos como en cada función desde 1991.
Si bien he concurrido a otros espectáculos, puedo afirmar que "Drácula, el musical" es uno de las obras más conmovedoras e impactantes de la escena nacional.
No necesito más razones para apoyarme en la hipótesis de que esta no va a ser la "bala de plata" que mate a Drácula. Hasta Juan Rodó, quien encarna al personaje principal desde los inicios, coincide en este punto: si el público la sigue eligiendo y la pide, "Drácula, el musical" continuará conquistando los escenarios.