Opinión

Romina de Gran Hermano: entre las dicotomías del kirchnerismo y el recorte del reality

Un repaso por las contradicciones de la exdiputada que es parte del programa más visto del país, y el llamativo volantazo del ciclo que optó por hacer una sistemática omisión de las opiniones políticas de sus participantes.

Laureano Manson
Laureano Manson miércoles, 22 de febrero de 2023 · 12:00 hs
Romina de Gran Hermano: entre las dicotomías del kirchnerismo y el recorte del reality
Romina Uhrig, la participante de Gran Hermano que pefila como una de las finalistas del reality. Foto: Captura TV

El protagonismo de la exdiputada Romina Uhrig en el ultra popular programa Gran Hermano (Telefe), ha desatado más de una controversia alrededor de su pasado fuera de la casa. A su vez, algunas actitudes de la exfuncionaria, que en las últimas horas deslizó sobre una de sus hijas conceptos que fueron tildados de "gordofóbicos", ponen en foco las dicotomías del kirchnerismo entre discurso y acción; así como también las contradicciones de un reality que optó por hacer un recorte de las opiniones políticas de sus integrantes.

En cuanto a valores contrapuestos, Romina Uhrig se ha mostrado como una madraza en Gran Hermano, cocinando a sus compañeros y fregando el piso del espacio que habitan. Pero desde otro costado, y más allá del innegable amor que siente por sus hijas, genera la impresión de que podría endilgarles su conflicto con los cuerpos. En más de una oportunidad, la exdiputada le ha preguntado a los jugadores que reingresaron a la casa, si  la ven más rellena. Pero ahora fue más allá, al mostrar sin filtro frente a cámara su desaprobación a una de sus nenas, a quien calificó de "gorda".

En cuestión de horas, pudimos ver a Romina dialogando con su sobrino que recientemente entró a Gran Hermano, consultándole al joven en tono de sentencia sobre el cuerpo de una de sus hijas. Y poco después, en plena gala del programa, cuando el mencionado pariente le obsequió a la exfuncionaria un collage con fotos de sus niñas, ella no dudó en insistir sobre el cuerpo de una de ellas al remarcar: "Está más gordita". Rápido de reflejos, el conductor Santiago del Moro corrigió el concepto de la participante subrayando: "Está más grande, Ro".

Más allá de la dicotomía entre su imagen de madraza de los chicos de Gran Hermano, y la cuestionable apreciación sobre una de sus propias hijas, lo que llama la atención es que Romina Uhrig haya ocupado una banca sin siquiera haber asimilado que el paradigma del juicio sobre los cuerpos es asunto del pasado. 

Pero las contradicciones de Romina Uhrig también se extienden a otros aspectos en el desempeño que tuvo como funcionaria, previo a su ingreso a la gran vidriera de Gran Hermano. Entre 2019 y 2021, la ahora jugadora del reality fue diputada nacional por el Frente de Todos. Uhrig asumió tras la renuncia a su banca de Fernando Espinoza, y fue parte de la Cámara baja por haber integrado la lista afín al kirchnerismo de legisladores nacionales de Unidad Ciudadana, ocupando el lugar número 15. Por otro lado, según el Índice de Calidad Legislativa que aporta el medio especializado Parlamentario, la exdiputada no dio ningún discurso en el Congreso, a la vez que tampoco propuso proyectos legislativos, aunque acompañó unas cuantas propuestas del bloque oficialista. 

Sobre su desempeño como diputada de las filas del kirchnerismo, al ingresar a Gran Hermano, Romina se jactó de haber militado la ley de cupo laboral trans, pero omitió que se abstuvo de votar cuando se sancionó la legalización del aborto. De esta manera, la integrante del programa líder en rating de la televisión argentina, eligió no decir una sola palabra sobre su paso al costado en la aprobación de la interrupción voluntaria del embarazo, uno de los temas medulares en la agenda de sus compañeros de banca.

Por último, a las dicotomías de Romina Uhrig, se suman las que puso en marcha Gran Hermano, que tras haber seleccionado a la exdiputada como integrante del reality, luego optó por hacer un sistemático recorte de las opiniones políticas de los participantes. Evidentemente, la producción del programa hizo una rápida lectura de la gran audiencia, y en aras de no caer en "la grieta", procedió a invisibilizar el tema. Aunque Alfa, reciente expulsado, y contrapunto ideológico de Romina, se encargó de representar a la oposición con conceptos todavía más repudiables que los de su contrincante, incluyendo un abanico que va de la homofobia a la gordofobia, pasando por un amplio repertorio de discursos de odio que terminaron dándole su merecida salida de la casa más vista del país.

 

Archivado en