El reflexivo mensaje de Teresa Calandra sobre las cirugías estéticas: "Es una..."
La ex modelo y actriz Teresa Calandra compartió un fuerte mensaje sobre las cirugías estéticas.
En tiempos en los que se debate sobre las cirugías estéticas y en la extrema preocupación por la apariencia, la ex modelo y actriz Teresa Calandra sorprendió con un reflexivo mensaje sobre este tema tan sensible por estos días.
“Yo te juro que estaba bárbara, pero cometí un error: me hice bótox”, dijo Teresa Calandra en un video publicado en TikTok. “¿Querés que te lo muestre? Observá bien. “Gracias a Dios, no me lo hice nunca más”, agrego.
No obstante, no fue eso lo único que tenía para decir la ex modelo y actriz. “Todas las fotos de mis 50 años y el Martín Fierro. No se hagan bótox. Miren la frente; no es mi expresión. No es mi expresión. Vos mirá bien y te cambia toda la expresión de la cara. Una cirugía, no pasa nada. Pero, ¿te hacés bótox, te inflás la boca? Alpiste, perdiste”, remarcó.
“Torytelling de cuando me hice bótox. No lo hagan, es una trampa”, remató Teresa Calandra en su sorpresivo mensaje compartido en las redes sociales, con algo de reflexión y bastante de advertencia.
Hace un tiempo, en una charla con La Nación, Teresa Calandra había hablado de las cirugías estéticas que se realizó. “A los 41 años me hice el lifting mannequin. Es un lifting muy suave de ojos. ¿Qué podés tener a los 44 años? Pero yo me veía en los monitores de ATC, cuyas cámaras eran de 1978, y no salía bien”, comentó.
“Antes de entrar al programa de Pamela David me quise operar el cuello y el médico también me sugirió hacerme la cara, entonces me hicieron un pequeño lifting. Soy enemiga del bótox, de cambiar las facciones”, agregó la actriz.
Sin embargo, Teresa Calandra aclaró que no está en contra de la decisión de modificar aspectos, pero con precauciones. “Si hay algo que molesta y que da inseguridad, hay que modificarlo, el bisturí es bueno, siempre que no cambie la expresión”, remarcó.
Por último, en aquella charla con La Nación había hablado sobre el inevitable paso del tiempo. “Me da miedo el deterioro, llegar a ser una carga para mis hijos y depender de otras personas. A eso le tengo mucho respeto y hasta temor, pero no a la muerte, para nada, en absoluto”, concluyó.