Daniella Mastrocchio reveló cómo superó el vacío tras la fama de Chiquititas

El detrás de cámaras de la televisión está lleno de historias donde hay personalidades que despegan hacia el estrellato y otras a las que le toca afrontar tiempos complejos, donde la decepción y la carga emocional de un futuro incierto puede tener consecuencias.

Dentro de esas historias de lucha entre sombras está la de la actriz Daniella Mastricchio, quien se hizo popular hace casi tres décadas de la mano de Cris Morena con el recordado personaje de Sol Rivera en Chiquititas.

Justamente la artista, a sus 36 años, habló sobre lo difícil que fue el proceso de reinventarse y asimilar aquel golpe. Hoy el presente la tiene enfocada en el mundo de la música justamente donde pudo volcar sus vivencias.

La actríz tuvo su debut musical con De Corazón, su primer corte, donde aprovechó para reflexionar a corazón abierto, sobre las dificultades que se fueron presentando con las críticas desmedidas y una pelea familiar que continúa presente.

Con respecto a su nueva incursión, que tendrá el ansiado debut en el Teatro Multiescena el próximo 21 de diciembre, Mastricchio admitió ser un antes y un después en su carrera y anticipó: “Esta canción habla mucho de mi historia. Me costó mucho sacarla por todo lo que significa, porque me moviliza”.

El camino no fue fácil para la artista que dio su primeros pasos en la recordada novela infantil: “Fue un proceso muy largo que tuve, personal, entender muchas cosas mías, sanar. Uno aprende a vivir con ciertas cosas, y ahí está la salida”.

“Es mi historia. Sé que hay gente que puede estar molesta con mi historia, que quizá no agrada que uno abra su corazón, pero estuve 36 años tratando de agradar a gente con la que puedo empatizar con lo que siente, pero mi historia es mía. Hice click cuando empaticé conmigo”.

Daniella Mastricchio no se olvidó de sus inicios, pero con el correr del tiempo, terapia de por medio, aprendió a enfocarse en el horizonte: “No puedo cargar con el peso de los que los demás quieren que sea. Bastante tengo con lo mío como para andar haciéndome cargo de los demás”.