Horacio Cabak confesó datos reveladores de cómo su esposa le descubrió infidelidades

Una trama singular, que explotó por los aires, que se transformó en comidilla de la opinión pública y que iluminó a Horacio Cabak en una posición nunca antes experimentada. Ha transcurrido un tiempo considerable desde que su esposa “denunció” unos chats comprometedores.

El conductor de La jaula de la moda atravesó por una etapa compleja, de mucho análisis, de un debate en las redes sociales y de mucha exposición en los programas de espectáculo. El modelo logró recomponer la relación con su mujer y todo parece sepultado en el mal pasado.

Empero, este sábado reflotó el tema en su visita a Podemos hablar, el ciclo que conduce Andy Kusnetzoff en Telefe, a raíz de una pregunta de Mica Viciconte. La pareja de Fabián Cubero intentó sumergirse en ese escándalo, aunque no supo encontrar las palabras exactas.

Frente a las vacilaciones de Mica, Horacio se hizo cargo rápidamente y soltó algunos conceptos novedosos de todo ese entuerto y exclamó en el piso del programa: “Hubo un pequeño malentendido, que se solucionó rápidamente. Hoy estamos todos perfectamente”.

Andy entendió que debía intervenir y procuró ahondar en la circunstancia sin herir ni llevar a cabo un escarnio, por eso le consultó sí se arrepentía. Frente a esa propuesta, Cabak reconoció a viva voz: “Sí obvio que me arrepiento, porque hice boludeces que perjudicaron a la gente que más quiero. Obvio que me arrepiento”.

Todo se remonta a esos datos que surgieron en esa época, principalmente de la mano de Ángel de Brito, quien tuvo comunicación directa con Verónica Soldato, la madre de los hijos de Horacio. En ese momento, el conductor de LAM brindó pormenores sustanciosos.

Ahí, Ángel narró que el problema se originó cuando Cabak le dio un celular a su esposa, porque se la había roto el suyo, y ahí Verónica se topó con chats privados comprometedores, a tal punto que se encerró en una habitación a revisar conversaciones y fotos.

En ese interín, el hombre de La jaula de la moda prendió una computadora y se lanzó a eliminar rápidamente diálogos fuera de lugar con otras mujeres. Una mecánica desesperada para ocultar huellas, para borrar pruebas de su accionar, que ya se eneterró en el pasado.