Qué hizo Luis Ventura para revertir el "horrible" rating de su nuevo programa en América
Tras dos días de bajas mediciones, Luis Ventura modificó el estilo.
Una apuesta arriesgada, una necesidad de rellenar un hueco, de cubrir una salida tremenda de una figura descomunal como Alejandro Fantino. Las noches de América requerían una reorganización y así armaron Los invasores de la TV, con Luis Ventura y María Belén Ludueña.
La dupla llamó la atención, por el origen dispar, disímil, de ambos, con uno dedicado toda la vida al espectáculo, a la farándula y otra con un perfil mucho más serio y pesticolar con años de conducción de noticieros. La periodista también quedó acéfala con la eliminación del ciclo de Guillermo Andino, a quien le rescindieron el contrato de más de dos décadas.
Con todos estos condimentos, el canal de Palermo entendió que podría funcionar esta mezcla singular, a la que le añadieron una fórmula poco específica, porque procuraron darle una pizca de humor, de entretenimiento, de relax para el prime time.
Evidentemente la receta no funcionó, porque en las primeras dos emisiones promedió 0.7 y 0.8 puntos de rating, un guarismo que muchas señales de cable superan a diario. Es cierto que también compiten contra el monstruo de la televisión, Gran Hermano.
Preocupado por su reputación, Luis activó la maquinaria y se puso a pensar soluciones, variantes para evadir ese hundimiento, ese escaso acompañamiento de los televidentes, que en un horario central como las diez de la noche encendieron poco y nada América.
Por eso el miércoles, el célebre Ventura demostró su muñeca y ya desde el comienzo mismo dejó en claro que no seguiría con esa intencionalidad de entretener livianamente, como ese baile fallido con el que comenzaron el lunes y que generó ciertas críticas.
Anoche, Los invasores se adaptó a un envío mucho más periodístico, con el tratamiento más hondo de temas de actualidad, como una dedicación de muchísimos minutos al caso de Fernando Baéz Sosa, con móviles más serios, como el que pactaron con Mauricio D’Alessandro para analizar el juicio.
Ese viraje optimizó bastante el número que pasó de 0.8 a 1.3 en el share. Una evolución que celebraron en los pasillos de América, por el bien de este ciclo nuevo, que da sus primeros pasitos.