Locho Loccisano habló de la secuela de por vida que le dejó un terrible accidente

Las experiencias de vida hicieron de Locho Loccisano una persona resiliente. A pesar de haber sido eliminado de El Hotel de los Famosos, donde perdió ante Walter Queijeiro, hoy Locho dice que se siente “uno de los ganadores”, por diversos motivos. 

Sin dudas, el lugar que ocupó en el reality de El Trece, donde sistemáticamente padeció destratos, bullying y feas actitudes de parte de varios de sus compañeros, generó mucha identificación en el público y le permitió ganarse el cariño de muchos.

“Mi rol de excluido conmovió. No pude encontrar el modo de ser aceptado por el grupo”, dijo Lucas en una entrevista con Teleshow, al repasar su paso por el programa donde conoció a su novia, Majo Martino. Por eso, y por mucho más, el haber estado durante meses en la casa de Cañuelas representó, según dijo, la experiencia “más significativa” de su vida. 

Sin embargo, hubo otra vivencia que marcó profundamente a Lucas, un accidente que sufrió a sus 13 años, cuando se destacaba como uno de los mejores deportistas de su división y la pasión por desafiar la gravedad como biker lo encendió. 

Locho pasaba sus tardes arriba de la bici, a toda velocidad, “hasta que me comí un pozo y salí volando”. La caída tuvo consecuencias catastróficas en su cuerpo: “En esa milésima de segundo en la que te das cuenta de que vas a golpear el piso con la cabeza, puse el brazo para protegerme y el impacto me pulverizó el codo”. 

“Se quebró en 40 partes. Estuve internado durante un mes y debieron operarme dos veces... Fue una locura”, recordó, y explicó: “Me pusieron ocho pernos y dos placas metálicas. La primera cirugía duró más de 10 horas, con decirte que los médicos paraban para comer...”. 

Tres años más tarde, Loccisano volvió a entrar al quirófano. “Mis amigos me decían Ferretería por los tornillos que llevaba. Siempre le puse humor a esa situación, eso me distraía de la limitación”, aseguró. 

Este accidente no le borró la sonrisa, pero le dejó secuelas de por vida: “Yo no puedo extender el brazo derecho, tampoco retraerlo por completo”.