La historia desconocida del romance de Gabriela Sabatini y Ricky Martin

Tres décadas atrás. Toda una eternidad. Con un mundo completamente diferente, sin Internet ni teléfonos celulares y mucho menos redes sociales. En ese contexto, Gabriela Sabatini protagonizó uno de sus momentos de mayor asedio de la prensa.

En esa época, la morocha continuaba muy vigente en el circuito profesional de la WTA, incluso se hallaba en un nivel altísimo con muchos resultados y hasta una medalla olímpica en los Juegos Olímpicos de Barcelona. En ese año cayó en las garras de Ricky Martin.

Gaby sintió un flechazo por el cantante boricua, que ya disponía de una notoria visibilidad pública. A raíz de la magnitud de ambas figuras, de sus carreras profesionales, la noticia del noviazgo explotó en todo el planeta y provocó un frenesí del público.

Sabatini y Ricky le dieron rienda suelta al sentimiento amoroso, se permitieron conocerse, compartir largas jornadas y horas íntimas. Una relación muy bonita que se estiró durante cinco meses, hasta que en un momento ambos entendieron que no podían compatibilizar sus agendas.

La necesidad de Gabriela de viajar todas las semanas por diferentes puntos del mundo, así como las presentaciones musicales en una infinidad de países de Martin terminaron por convertirse en un factor muy importante, que los empujó a la determinación de cerrar su vínculo sentimental.

Claro que mientras duró ese lazo, la pareja convivió con una persecución permanente de los paparazzis, que los seguían a sol y sombra por todos lados. De esa manera, la ex tenista y el afamado músico protagonizaron cientos de tapas de revistas.

Para el portorriqueño la argentina significó muchísimo en su vida personal, porque se trató de la primera mujer a la que presentó oficialmente como novia. Una circunstancia que marcará a fuego a Sabatini y Ricky, que en la juventud supieron amarse y disfrutarse uno del otro.