El exitoso exponente del género reggaeton Ramón Luis Ayala Rodríguez, más conocido como Daddy Yankee (43), se convirtió en toda una celebridad entre el público que adora la música latina. Es millonario, popular y reconocido por su arte. Sin embargo, no olvida sus orígenes humildes. Ni tampoco las enseñanzas que le dejaron algunas marcas de su duro pasado.

El artista vivió difíciles momentos en su vida que lo acompañan como parte de su identidad aunque pise las alfombras rojas de importantes eventos y se codee con las celebridades internacionales más exclusivas.

Una marca que cambió su rumbo

El cantante, productor, compositor y empresario inició su carrera a los 14 años cuando se dedicaba a la música rap latina y a la salsa. Fue por ese entonces, cuando vivía en un barrio muy humilde de Puerto Rico, que fue alcanzado por una bala.

En esa época se debatía entre su interés por la música y su deseo de convertirse en jugador de béisbol, universo de donde proviene el nombre artístico del Rey del Reggaetón. La anécdota fue compartida por él mismo en una entrevista que dio en el programa El Hormiguero en el año 2017.

Su sueño de convertirse en un jugador profesional de ese deporte se vio truncado cuando recibió una bala que le destrozó la cadera y tuvo que refugiarse en la música.

La bala provino de un rifle AK-47 y el cantante confesó sentir un impacto enorme seguido de un inmenso miedo. Luego del balazo, corrió a esconderse para salvar su vida y fue socorrido por un adicto del barrio. Por este motivo Daddy Yankee asegura nunca haber tenido prejuicios con ellos.

Aunque, al parecer, la agresión se trató de un error y el agresor quería dañar a otro joven, la droga, violencia y alcohol rodearon los años de crianza de Daddy Yankee. Estos años quedaron atrás cuando consiguió sus primeros éxitos con la música y su hit Gasolina lo colocó en la escena internacional.

No obstante, el cantante se muestra firme con respecto a mantener sus pies en la tierra y no alimentar su ego. Aún posee su departamento en Puerto Rico ya que, según confesó, le recuerda de dónde viene y que hay que seguir trabajando, más allá de su lujosa colección de autos, joyas y fortuna. Su humildad y sus raíces son dos de las características con las que más conecta su público, además de su ritmo contagioso y su magnética personalidad.