Murió el padre de Alejandro Fantino y el conductor le dedicó una emotiva despedida
Jorge, el papá del reconocido conductor Alejandro Fantino, murió este miércoles a los 77 años luego de permanecer internado durante varios meses a raíz de problemas intestinales. El periodista publicó un sentido mensaje de despedida en su cuenta de Instagram.
Este miércoles sin dudas se transformó en uno de los días más tristes en la vida de Alejandro Fantino, ya que Jorge, su papá de 77 años falleció hoy tras varios meses de permanecer internado a causa de problemas de salud relacionados con el sistema digestivo.
El padre del reconocido conductor había sido sometido a dos operaciones por una obstrucción intestinal durante 2019 y hoy dejó de existir tras "lucharla" como dijo el mismo Alejandro en declaraciones a Clarín. "Ahora descansará en paz", deseó el periodista.
"Por todo lo que uno ama a una persona, cuando se va así, hay que reciclarlo en amor y buenos recuerdos", agregó Fantino en un breve audio que le envío al diario porteño.
Pese al dolor de la partida, Fantino se tomó unos minutos para redactar y publicar en su cuenta de Instagram un emotivo mensaje de despedida en el que recordó los gratos momentos que vivió junto a su padre, muchos de ellos pescando en el litoral.
El mensaje final de Fantino para su papá
Decirte que no te voy a extrañar sería mentirte, papá. ¨Pero también sería mentirte que no voy a seguir yendo a pescar a los mismos lugares con los mismos amigos nuestros (los tuyos eran míos y los míos eran tuyos) y a fritar unos buenos amarillos debajo de unos sauces con los mosquitos esquivando manotazos.
Buen viaje, papi, ojalá te toque un lugar con buenas cosechas, con amenas rondas de mates con empleados amigos esperando algún colono con laburo para hacer.
Ojalá haya ríos y arroyos de cauces mansos que permitan charlas mientras soñás con una "llevada de dorado" como las que disfrutamos toda la vida juntos. Ojalá ese lugar tenga gente para que les mientas y les exageres alguna historia y los hagas reír.
Acá vamos a homenajearte día a día con alegría y ganas de crecer como me enseñaste que había que encarar la vida. "El que no disfruta no vive", me dijiste un día, y eso me quedó grabado con fuego.
Más que nunca voy a guardar el trofeo que ganamos en Santa Clara (segundo puesto en ronda de perdedores) ¡QUÉ PERDEDORES! Pero qué carajo nos importó si nos cagamos de risa todo el viaje y comimos como chanchos con rivales amigos.
Buen viaje y si lo ves a Maciel pedile que te cante un tango sin ponerte colorado. ¡Se te va a extrañar fuerte! Pero.. ¡QUÉ LINDA VIDA TE ECHASTE! ¡Nada que reclamar a nadie! En mi corazón para siempre (tu hijo y amigo Alejandro).
Descansá en paz, Jorgito.