Por: Laureano Manson

El hito de Parasite: entre el merecimiento y la corrección política

La Academia esquivó un notable film como "Guasón" y acertó con un volantazo para que "1917" no se lleve el galardón máximo. Con el doble Oscar a Mejor película y Mejor película internacional para "Parasite", votantes fusionaron calidad artística y un guiño integrador. ¿Cómo seguirá esta historia?

Laureano Manson
Laureano Manson lunes, 10 de febrero de 2020 · 06:30 hs
El hito de Parasite: entre el merecimiento y la corrección política
Bong Joon-ho, el director surcoreano que hizo historia en el Oscar al llevarse los premios a Mejor película y Mejor película internacional.

La 92ª edición de los premios Oscar quedará en la historia por el triunfo de una película surgida fuera de las entrañas de Hollywood y doblemente ganadora en las categorías Mejor película y Mejor película internacional. Las nueve oportunidades anteriores en que films ajenos a la gran industria aspiraron al premio en los dos rubros, solo conquistaron el de Mejor película extranjera, que justamente este año cambió de denominación a Mejor película internacional, una etiqueta más conciliadora y políticamente correcta.

La gala, que se extendió durante más de tres horas y dejó apenas un puñado de momentos musicales notables - incluyendo una apertura por lo alto con la enérgica performance de Janelle Monáe junto a Billy Porter, una superlativa interpretación de Cynthia Erivo, la inesperada aparición de Eminem y el perdurable brillo de Elton John - estuvo lejos del glamour y el despliegue de producción de su era dorada. Continuando la línea de austeridad del año pasado, en esta entrega las sorpresas no pasaron por la puesta en escena, sino por el gancho del doble premio para Parasite. En este sentido, y en relación al inesperado galardón a Mejor película que recibió en 2019 una propuesta tan menor como la de Green Book, podemos decir que votantes de la Academia tuvieron esta vez mayor sentido de nobleza cinematográfica.

Pero claro, a los merecidos triunfos del film del surcoreano Bong Joon-ho en cuatro rubros tan destacados como Mejor película, Mejor película internacional, Mejor dirección y Mejor guión original; se suma también una señal integradora, con una decisión que tiene un pie puesto en la excelencia artística y otro en el coqueteo globalizador. Habrá que ver cuántas décadas tendrán que pasar para que nuevamente un film "foráneo" se lleve la estatuilla más codiciada. Por el momento, es motivo de celebración que una gran película como Parasite se haya impuesto sobre 1917, un relato bélico que cumple con la platea a la hora de desplegar un puñado de espectaculares escenas de acción, pero que hace agua por la pereza de algunas opciones narrativas y la falta de profundidad de sus personajes protagónicos.

Claramente, la Academia optó por perder la oportunidad de otorgarle su galardón máximo a Guasón, la más entusiasta anomalía de Hollywood cosecha 2019. Una película que no solo subvierte los paradigmas de los tanques de superhéroes y villanos, sino que funciona como una fuerte antítesis de todo lo que la gran industria suele despachar. Pero el contundente triunfo de Parasite reviste algo que va más allá del reconocimiento al cine que se hace fuera de las fronteras de los Estados Unidos, y el fuerte ninguneo de la Academia a Netflix con una tremenda paliza para El irlandés, la única de las nueve nominadas al Oscar a Mejor película que se fue con las manos absolutamente vacías.

Más allá de sus innegables valores artísticos, Parasite también se impuso sobre títulos como 1917, Guasón, Había una vez... en Hollywood y el mencionado film del legendario Martin Scorsese; porque era una de las escasas propuestas nominadas al máximo galardón con perspectiva de género. En cambio, el cuarteto de películas "varoneras" que más candidaturas acapararon, incluyeron sistemáticamente a mujeres como telón de fondo, ya sea con apariciones escuetas, o con acciones siempre funcionales a la voluntad y la determinación de los personajes masculinos.  

Sin dudas, el triunfo de Parasite constituye una reverencia de Hollywood ante el talento de Bong Joon-ho, pero también un ajuste de cuentas con su propia industria, que este año no tuvo a ninguna mujer como candidata en el rubro Mejor dirección, y que una vez más, a pesar del reiterado reclamo de actrices que pasaron por el escenario del Teatro Dolby, relegó el "girl power" a categorías de habitual presencia femenina como Mejor vestuario (el único premio que paradójicamente se llevó Mujercitas), o Mejor diseño de producción (para la dupla de mujeres que concibieron el estilo visual de Había una vez... en Hollywood). Esta vez, la talentosa chelista y compositora islandesa Hildur Guðnadóttir logró imponerse sobre cuatro rivales varones de peso pesado, y conquistó su merecido galardón a Mejor música original por su labor para Guasón. Pero los premios en rubros centrales como Mejor guión, Mejor guión adaptado y Mejor director, quedaron nuevamente en manos de hombres. En tanto que el galardón a Mejor película para Parasite tuvo el aliciente de tener a una mujer como co productora trabajando codo a codo con Bong Joon-ho.

Entre la encrucijada del cambio de paradigmas socioculturales y la valoración artística de Parasite, votantes de la Academia este año fueron artífices de un hito histórico en las páginas del Oscar. Habrá que ver si en un futuro se replica la apuesta por la calidad artística y la integración, o si esta gala queda en el recuerdo como un oportunista guiño de corrección política.

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