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Un mendocino en la película del año: "Hago un rebelde sin causa"

Marco Antonio Caponi es uno de los protagonistas de "La odisea de los giles", la película que promete llenar salas. 

jueves, 15 de agosto de 2019 · 21:06 hs

Al tiempo que se reparte entre la televisión con "El tigre Verón" y el teatro, con 'Romance del Baco y la vaca" , el mendocino Marco Antonio Caponi vuelve a demostrar su talento en el cine con "La odisea de los giles", de Sebastián Borensztein, donde vuelve a jugar en primera, con un elenco que incluye, entre otros, a Ricardo y Chino Darín, Luis Brandoni y Rita Cortese.

Mendocino de origen, a dos meses de cumplir 36 años, Caponi se multiplica como nunca antes y esta vez le toca componer a uno más de la banda de paisanos que emprende la difícil tarea de recuperar el dinero que soñaban con invertir en un proyecto con futuro, atrapado por el corralito y al mismo tiempo por un par de estafadores.

¿Teatro, televisión y cine?

Si bien tengo siete largometrajes hechos, para mí el cine es un océano nuevo. No tengo ninguna prisa y estoy muy contento con las tres cosas. Ahora mismo estoy estrenando "El romance del Baco y la vaca", que es una historia de amor entre un gaucho y una vaca. Es un momento en que se dan en sinergia tres formas de actuar, todas muy distintas.

 ¿Alguna en particular?

 Quiero actuar de todo lo que pueda actuar, me gustan las series y el cine, pero si me tengo que casar con una me caso con el teatro.

 Lleva en la mochila mucho trabajo realizado...

Llevo poco más de diez años actuando y mi plan era trabajar los primeros nueve o diez haciendo lo que quisiera, es decir ponerme por completo a disposición de la historia. Celebró estar en un grado de conciencia en el que todas estas cosas lindas que me están pasando me generan más responsabilidad. Trato de que las velas me lleven a una velocidad constante pero sin apuro, cosa de programar la profesión en el largo plazo.

¿Cómo es el Hernán hijo en la ficción del personaje de Verónica Llinás?

 Mi personaje es bastante hermético. Tiene un vínculo con la madre bastante particular, constituido en relación con ella, está a merced de lo que le ordena. Se puede pensar que después se lo va a descubrir o quizás no.

¿Es un castrado rebelde?

No sé cuál de las dos cosas está primero. Me encanta mi personaje es un rebelde con causas. Tiene nobleza y lo invitan este juego, pero no sabe qué hacer. Es a fin de cuentas el hijo de la que invierte mucho dinero en la cooperativa, al que invitan a ser parte de ella, pero tiene una subtrama. Es un personaje que recién entendés cuando termina la película. Es muy impulsivo y muchas veces cuando expresa su pensamiento es el que parece más gil de todos. Pero no es así.

¿Que sea un personaje que sugiere mucho más de lo que muestra te hace salir del lugar de comodidad para un actor?

Hablar es más fácil que no hacerlo, lo que no quita que puedas construir un personaje lleno de matices, con los silencios y las pausas. Lo más rico no está en lo que uno hace sino en lo que procesa y expresa sensitivamente. Esta película no tiene papeles chicos ni grandes, es un organismo y cada uno es una célula que puede ser más o menos grande que otra pero todas tienen un fin común. Es como una trenza de tres trenzas, un cable grueso que tienen que ir tejiendo para poder recuperar lo que les robaron.

¿Es una mirada en el espejo?

Es un poco reírnos de nosotros. Un hecho dramático en retrospectiva ya superado permite la risa. A mí me sorprende que esta película habla del 2001 y eso ya es como hablar de otra época. No fue hace tanto tiempo. Me parece que es un relato innovador en cómo cuenta este conflicto. Me resulta curioso que en la película aparezca el celular como una novedad que cambió el paradigma del mundo por completo. Es como un puente que viaja al pasado para liberar ese grito encapsulado que todos tuvimos, con inteligencia llevado como una aventura. Me gusta que sea cine, una película épica con nueve.

¿El humor es clave?

Acá el humor es consecuencia de lo dramático. Si uno lo piensa, el término corralito nació acá y en la película aparece materializado en ese lugar al que tienen que acceder los personajes. Es interesante reflexionar en quiénes depositamos todo lo que nosotros construimos durante nuestra vida. Ser gil es pensar en que en el dinero está todo. El peligro es la esencia humana que lo acecha. Hay que ver qué pasa cuando la vea el público.